Por lo menos este fin de semana y probablemente el que sigue, y hasta aviso judicial, los sellos de clausura que adornan el casino de la familia Bustamante en el Grand Hotel, no serán retirados por la autoridad municipal. En la batalla legal que Carlos Bustamante hizo personal contra Jorge Astiazarán, al acusarlo de obedecer órdenes de Jorge Hank para mantener cerrado el negocio propiedad de su familia y los socios de Arenia Casino, la última palabra la podría tener un juez, luego que el ex alcalde introdujera un recurso para ampararse ante la decisión tomada en el Ayuntamiento. Irregular desde el inicio, cuando con la ayuda de la cúpula priista, Bustamante logró que una autorización para instalación de casino para Nuevo León, fuera trasladada a Tijuana, y luego que en los últimos días de su gobierno se autorizó, incumpliendo la Ley de Servicio y Responsabilidad Civil, permisos y anuencias para el negocio propiedad de sus familiares, entre ellos su hijo, su sobrino y su hermano -la Ley lo prohíbe hasta en tercer grado de parentesco-, el proceso de apertura de la casa de juegos ha estado bajo sospecha. En la soberbia política de quien dejó la ciudad a oscuras y sin dinero, cuando no tuvo más recurso normativo, acusó personalmente al alcalde de obedecer a intereses ajenos a la buena administración municipal. Como la presión que intentó ejercer sobre Astiazarán no rindió frutos y la casa de apuestas continúa clausurada, los Bustamante utilizaron a un intermediario para convencer al presidente municipal que les concediera otra oportunidad, sin ataques personales y públicos, para justificar el irregular caso. Dicen que Astiazarán recibió a Alfonso Bustamante (de hecho a dos, padre e hijo), “y lo hizo solo por el respeto que le tenía a don Alfonso Bustamante Labastida, el padre de ellos”, contó una fuente. En el encuentro, el socio de Grand Casino Arenia intentó justificar a su hermano y pidió que la Ley y los reglamentos se aplicaran de manera justa. Astiazarán, solo se comprometió -una especie de privilegio para los Bustamante, por lo visto- a que los jurídicos los atendieran para explicarles por qué hasta la fecha el casino continúa clausurado. Total, no será en los próximos días cuando los sellos sean retirados. En el Ayuntamiento aplicarán la Ley, mientras los ataques continuarán en el lado de los Bustamante. Lo más probable es que será un juez, al que acudió la familia del ex alcalde que defraudó a la ciudad con las luminarias para ampararse contra la decisión de la institución que él encabezó y de la cual se aprovechó para servirse permisos y concesiones, entre otras irregularidades.