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jueves, febrero 15, 2024
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“Mira aquí arriba, estoy en el Cielo”: David Bowie

“Mira aquí arriba, estoy en el Cielo”. Con esta frase inicia el tema “Lazarus”, incluido en el último disco de David Bowie. De acuerdo al productor Tony Visconti, quien colaboró con el cantautor británico para la nueva producción discográfica, titulada “Blackstar”: el contenido de la canción, así como el álbum completo, fueron cuidadosamente planeados por Bowie como una suerte de “regalo de despedida” para sus fans. A decir del colaborador, darle el carácter de “obsequio”, incluso fue idea del músico. “Él hizo ‘Blackstar’ para nosotros, su regalo de despedida”, reveló Visconti en su página personal de Facebook y quien fue citado por el rotativo The Telegraph. Agregó que él, en su papel de productor, sabía desde un año atrás que ése sería el final, “de esta manera tenía que ser”, escribió. Otras frases como “tengo cicatrices que no pueden ser vistas”, “estoy en peligro” y “no tengo más que perder”, conforman la letra de la canción. Para Visconti, la muerte de Bowie fue igual que su vida: una obra de arte. Ciertamente la actitud del músico ante la idea de su propio deceso, se reflejó de modo creativo, lo cual incluso se constata en imágenes del videoclip de “Lazarus”, donde Bowie aparece en lo que parece ser una cama de hospital; la realización audiovisual también contiene tomas de una calavera negra. El aspecto del cantante nacido en 1947, luce ciertamente deteriorado. De hecho, en fotografías de lo que se consideró su última aparición pública en Nueva York, registrada el 12 de diciembre de 2015, se le ve delgado y demacrado, aunque con gesto optimista: se trató de su asistencia al estreno del musical inspirado en la misma canción y que, bajo la producción de Ivo van Hove, también lleva por título “Lazarus”. Al exterior del New York’s Theatre Workshop, previo a la función estelar, Bowie se acercó a sus admiradores, quienes se encontraban del otro lado de la banda de ingreso, y se mostró amable y sonriente con ellos. Los afortunados seguidores, tuvieron oportunidad de verlo a escasos pies de distancia, frente a frente, e incluso retratarlo. El disco “Blackstar” salió a la venta el 8 de enero, justo cuando Bowie cumplió 69 años y dos días antes de que pereciera. En la misma fecha de su lanzamiento, The Telegraph le concedió cinco estrellas como calificación y lo describió como “extraordinario”. El crítico Neil McCormick, en la reseña correspondiente, le adjudicó tintes jazzísticos a la producción y recordó que Bowie aprendió a tocar el saxofón en la pre adolescencia, inspirándose en un medio hermano suyo amante del jazz, de nombre Terry Burns (quien murió en 1985), y que a los 14 años no sabía si ser “cantante de rock and roll o John Coltrane”, el saxofonista de jazz. En una fotografía de 1963, se puede apreciar a un Bowie de perfil y ataviado con saco, tocando el saxofón en Biggin Hill, en la zona sur londinense. Tras su deceso, cientos de seguidores se congregaron en Brixton, al sur de Londres, donde nació; ahí los fanáticos le rindieron homenaje frente a un mural suyo pintado por el artista callejero Jimmy C; donde le depositaron arreglos florales, velas y cantaron algunos de sus éxitos. Afuera de su casa de Nueva York, igualmente, se dieron cita admiradores suyos. Bowie vivió en Berlín durante la segunda mitad de los años setenta. En la capital alemana, también se le homenajeó póstumamente. Como registro de su primer álbum de estudio, titulado “David Bowie”, se tiene la fecha de 1 de junio de 1967. En cada década, el compositor e intérprete sobresalió (y acaso se fue renovando artísticamente) con discos como “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” (1972), “Let’s dance” (1983), “Earthling” (1997), “Heathen” (2002) y “The next day” (2013), entre otros. Grabó 25 álbumes de estudio. El editor de arte de la BBC, Will Gompertz definió a Bowie como “el Picasso del pop” y dijo que junto con otros músicos como los Beatles, Rolling Stones y Elvis Presley, definió lo que la música pop podía y debía ser. Su talento se constata en los comentarios que a raíz de su fallecimiento emergieron en voz de distintos artistas vía redes sociales. Paul McCartney, ex bajista-vocalista de los Beatles, opinó que “su música jugó una parte muy importante en la historia musical británica”; el ex vocalista de The Stooges, Iggy Pop reconoció que Bowie era “la luz de su vida”; Madonna, la reina del pop, se pronunció “devastada” y sostuvo que el finado cantautor británico “cambió” el curso de su vida luego de que lo viera por primera vez en concierto. Por su parte, Mick Jagger, líder de los Rolling Stones, declaró a la revista Us Weekly que su finado colega “siempre fue una inspiración” para él. Bowie era parte de su nombre artístico. En realidad se llamaba David Robert Jones. Estuvo casado de 1970 a 1980 con Mary Angela Barnet, con quien procreó a su hijo Duncan; en 1992 contrajo nupcias con la súper modelo Iman, unión de la que nació su hija Alexandria en el año 2000. De acuerdo al productor Ivo van Hove, el cantante falleció de cáncer de hígado. Una declaración publicada en su página oficial, señala que durante sus últimos momentos estuvo acompañado de su familia y que, finalmente, murió de manera pacífica, tras 18 meses de lidiar contra la terrible enfermedad.    “David Bowie murió pacíficamente hoy rodeado de su familia después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer. Mientras que muchos de ustedes compartirán esta pérdida, les pedimos que respeten la privacidad de la familia durante el tiempo del duelo”.  Su deceso ocurrió en Nueva York, ciudad de la que, consabidamente, se enamoró desde que la pisó por primera vez. Sobre los honores fúnebres a David Bowie, de acuerdo periódico Metro, se pretende llevarlos a cabo en la ciudad de Nueva York. El mismo medio dio a conocer que está contemplada la realización de un concierto conmemorativo en honor al músico, en el Carnegie Hall de N.Y.C., para el 31 de marzo. Una leyenda de la música, un genio Como Ziggy Stardust,  Aladdin Sane, The Thin White Duke o Lazarus, personajes que encarnó en su vida como músico, la historia artística de un genio como David Bowie permanecerá en la eternidad; un legado que solo los grandes como él pueden dejar. Visionario, camaleónico, impredecible a la hora de crear, vanguardista, adelantado a su tiempo, siempre marcando tendencia no solo en la música, también en la moda. El británico deja a su vez una huella importante en el cine, y lo hizo dándole vida a grandes personajes como Thomas Jerome Newton, su primer protagónico en 1976, en la cinta dirigida por Nic Roeg “El hombre que vino de las estrellas”, encarnando a un extraterrestre; o el soldado Jack Celliers, en el filme de 1983, “Merry Christmas, Mr. Lawrence”; Jareth en “Laberinto”, de 1986; también interpretando a Poncio Pilato en “La Última Tentación de Cristo”, en 1988; dejó marca en su rol de Andy Warhol en la cinta “Basquiat”, filmada en 1996, y como Nikola Tesla en “El Gran Truco” en 2006. Además, figuró en el filme de “Zoolander” en 2001, interpretándose a sí mismo, entre otros proyectos dentro del séptimo arte. En el teatro su trabajo en la puesta en escena de “El hombre Elefante”, en su papel principal, le valió el aplauso del público y los mejores comentarios de la crítica especializada, realizando más de 150 representaciones en Broadway entre 1980 y 1981. Sin duda alguna, David Bowie fue un excelso artista que tocó los corazones de miles de fanáticos alrededor del mundo con su arte, que hoy queda como el mayor legado de un genio, un icónico y visionario artista que sumó más de 50 años de una trayectoria que quedará para la posteridad.(Trinidad Ramírez Toriz/ZETA)


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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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