Difícilmente en los próximos 12 meses, Enrique Pena Nieto logrará llevar el Producto Interno Bruto entre el 2.6 y 3.6, como lo anunció hace unos días el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, Luis Madrazo. Diversos factores económicos estarán presionando el crecimiento del país el año entrante. A nivel internacional, en China está en puerta una desaceleración, pasando por la disminución en los precios del petróleo a nivel internacional por debajo de los 30 dólares, lo que en el país ya generó un reajuste en el gasto presupuestario federal. Por tercera partida está la fortaleza del dólar, que ha sobrepasado la barrera de los 17 pesos, causando una acelerada devaluación del peso, que actualmente es del 35% en comparación a cuando Peña asumió la presidencia. En el interior de la nación, el freno seguirá por la implementación de las reformas estructurales como la hacendaria, que tiene asolados a los contribuyentes y solo ha ocasionado contracciones en las proyecciones del crecimiento económico, tanto para las autoridades como el Banco Central y Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como para el Fondo Monetario Internacional. Si bien, los ingresos tributarios crecieron en 186 mil millones de pesos en 2014, dicho recurso del gobierno le costó a la economía contracciones que prevalecerán en 2016, según dijo a ZETA el economista Jorge Fonseca. En tanto que la Reforma Energética no ha logrado la baja significativa en los costos de los combustibles, como es el caso de la gasolina, que seguirá subiendo y afectando el bolsillo de los mexicanos. Aunque la generación de empleos se ha mantenido en una tasa promedio de 4.5%, seguirá la tendencia, sin embargo, con baja remuneración, y difícilmente se llegará al millón de plazas que necesita el país. De hecho en la actual administración se han creado 630 mil plazas por año, del millón que el primer mandatario prometió. Cabe recordar que cuando Enrique Peña llegó al poder, el PIB era de 3.9 y, al final de 2015, podría cerrar en un 2.5%. NACIÓN ESTANCADA En la visión del abogado fiscalista Adolfo Solís Farías, 2016 será un año de retos. Si bien la economía a nivel mundial se ha estabilizado, no ha logrado el margen de crecimiento que todos esperan, los mercados financieros han sido cada vez más volátiles y, para tratar de llenar el boquete financiero, el analista advierte que en los temas hacendarios habrá mayor presión fiscal, lo que consideró lo más delicado. “Imagínate que planteas un crecimiento de más del 3.5 por ciento y de repente tienes un crecimiento de menos de la mitad. Eso significa que el nivel de vida de las familias no creció, sino por el contrario, se quedaron a la mitad de lo que se esperaba, de lo que iba a desarrollarse. La sociedad va a vivir igual o en menores condiciones que las que actualmente tenemos. No tendremos un crecimiento exponencial”, indicó. El consumo interno y otros indicadores van a estar estancados, debido a que todavía hay un entorno global adverso. “No hay una señal a nivel internacional que nos pueda decir que 2016 va a tener un mejor panorama que 2015”, precisó Solís. 2016 COMPLICADO Las finanzas de México han reducido su dependencia en las ventas del petróleo de un 40 a un 24%, y aunque esta caída es sostenible en el corto y mediano plazo, la sustentabilidad de esta transición depende en gran medida del crecimiento económico que se ha caracterizado por ajustar los indicadores de crecimiento del PIB a la baja, lo que genera incertidumbre sobre las futuras proyecciones para 2016. “Es un año complicado en razón de que presupuestalmente vamos a tener menos dinero que provenga de fuentes como es el petróleo”, expresó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Humberto Jaramillo. En torno al crecimiento económico del PIB, expresó que desgraciadamente no se tienen buenas noticias, pues no cree que supere con mucho el crecimiento del año que termina. “Esperaría que cuando menos alcanzáramos un 3 por ciento. Espero que el año entrante hayamos consolidado algunas de las reformas estructurales a favor de una mayor inversión en la extracción profunda de hidrocarburos, porque ahorita las licitaciones se habían declarado desiertas. Necesitamos reactivar el sector de los hidrocarburos en México, desgraciadamente por muchos años nos quedamos como extractores”, acotó. Jaramillo destacó que en 2016 las asociaciones público-privadas jugarán un papel importante en la infraestructura para que tengan incidencia en el desarrollo regional. Y éstas deben enfocarse en temas de infraestructura. Por lo que respecta al empleo, se dijo optimista, pues seguirán llegando inversiones en el sector industrial; el reto será aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores y migrar a un sistema de mayor valor agregado. AÑO INFORTUNADO En palabras del titular del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, Roberto Valero Berrospe, los próximos 12 meses se espera un crecimiento modesto y la tasa para Baja California se situará en menos del 2%. “La generación de empleos de la que nos hablan se mantendrán solo si son efectivos los programas de fiscalización de Hacienda y el Seguro Social, aunque habrá que ver si no se van a ir sobre los que están cautivos y los dejan en paz. Entonces las cifras de empleo no puede ser un referente. De inversiones van a seguir llegando, es un hecho, son realidades, pero van a seguirse focalizando en la zona del Bajío. Vamos a ver un repunte fuerte de esa zona, a pesar del contexto internacional desfavorable”, estimó. En relación al tipo de cambio, consideró que éste se mantendrá en un rango del 16.30-1650 promedio, pero por otro lado está el ajuste de la Reserva Federal de Estados Unidos en la tasa de interés, lo que impactará el costo de la deuda, aunque el académico no dio apreciaciones. “El costo del petróleo es un barril sin fondo, acabo de ver que los árabes dijeron que lo van a llevar a 25 dólares por barril, antes decían que eran 20. En este contexto el presupuesto de gobierno va a ser muy austero y va a privilegiar las prioridades que haya, a las universidades les recortó el presupuesto en 800 millones de pesos, eso va a detener la movilidad en las universidades. En general será austero, en el mejor de los casos, será igual que 2015”, auguró Valero. En el entorno internacional, Estados Unidos empieza a repuntar fuerte lo que puede ayudar a que China empiece a salir de su recesión. “Lo único que puede generar problemas es que el terrorismo se acentué. Eso podría detener el crecimiento mundial. Estados Unidos está listo para despegar, la preocupación es que el Gobierno del Estado sepa colgarse de ese crecimiento”, planteó el consultado. 20 PESOS POR DÓLAR Según los criterios de política económica 2016 del gobierno de Peña Nieto, las cifras más relevantes como el PIB están ubicadas entre 2.0 y 2.8% para 2015 y 2016. En tanto que la inflación objetivo debe cerrar para 2015 en 3.0 y, para el año entrante, se posicionará en la misma cifra. Aunado a lo anterior, el tipo de cambio se ubica en 15.6 pesos por dólar para 2015 y 15.9 para 2016. Asimismo, el precio de la mezcla mexicana está proyectado en 50 dólares por barril para ambos años. “Estos datos para la actualidad, diciembre de 2015, parecen un tanto ilusorios, ya que el dólar se encuentra en 16.97 el spot y al menudeo en 17.2 pesos por dólar, una vez que subieron en un cuarto de punto porcentual las tasas de interés en Estados Unidos, al ubicarse en 0.50, después de diez años que no variaba”, externó a ZETA el economista Francisco Bermúdez. “Este movimiento de alza de las tasas de interés debe mover por fuerza las tasa de interés de México de los CETES, los cuales deben estar ubicados alrededor del 4.5 por ciento y la paridad debe estar en 20 pesos por dólar, ya que se piensa en volver a aumentar las tasas de interés en la Unión Americana.”, complementó para luego recalcar que el excedente de producción mundial ha hecho que bajen los precios por barril y ahora se encuentre en 27 dólares la mezcla mexicana. Por otro lado, los analistas hablan de que debe llegar a 20 dólares por dicho excedente. “De hecho la medida de subir impuestos en Estados Unidos es contractiva y se da a efecto de que no se dispare la inflación. Estas medidas de política monetaria es seguro que repercutan negativamente en los mercados emergentes que no pueden salir avante, ya que harán que su tasa de interés suba y con ello se deprima el consumo”, ejemplificó el experto. Por lo tanto, “ante este panorama nos parece que la situación es poco plausible para el próximo año y pensamos que ello debe impactar en el PIB, el cual debe rondar en un 2.0 por ciento e incluso un poco más abajo, así como también en un aumento sustancial del déficit en la balanza comercial, al contraerse el mercado de los Estados Unidos”, concluyó Bermúdez.