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martes, octubre 1, 2024
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La guerra que se nos viene

La próxima semana, el 25 de enero de 2016, el Partido Revolucionario Institucional definirá las reglas internas para la selección de candidatos a competir en el proceso electoral de junio de este año, cuando en Baja California los electores tendrán la oportunidad de, con su voto, seleccionar a presidente municipal en cada uno de los cinco municipios, regidores, síndico procurador y a los 25 diputados en el Congreso del Estado.

En el Partido Acción Nacional, será un poco después cuando definan las reglas del juego político interno, mientras en MORENA se inclinan por las encuestas y la tómbola, y en el PRD esperan cachar alguna candidatura a diputación por la alianza de su conveniencia.

Los partidos políticos de reciente registro, Partido Peninsular de las Californias, Partido Municipalista de Baja California y por supuesto Movimiento Regeneración Nacional, deberán enfrentar la elección en soledad. Sin alianzas.

Mientras los partidos “tradicionales”, grandes o chiquitos, aún se debaten con quién aliarse en una negociación más cercana a la extorsión política que al compartimiento de las ideas y los principios en los proyectos de nación.

Total, tendremos doce partidos políticos, los nueve “tradicionales”: PRI, PAN, PRD, PVEM, PES, PANAL, PT, MC, PEBC y los nuevos, MORENA, PPC, PMBC. Esto no significa que habrá doce candidatos a alcalde o en cada uno de los distritos, pues, insisto, entre ellos se aliarán para presentar un abanderado entre varios.

Pero súmele ahora aquellos aspirantes a candidatos independientes que cumplan con el requisito de las firmas y se conviertan en contendientes en solitario, sin partido, sin estructura, con la sociedad y con dinero privado (algunos como Gastón Luken, han declarado que no aceptarán el recurso público), que entrarán al debate de las ideas… no es verdad, era broma… que entrarán al debate de la difamación, de la intriga, de la campaña sucia, negra y ya cansona que ha caracterizado las últimas elecciones en México, particularmente en Baja California.

Ahí tiene Usted que los bajacalifornianos, aparte de observar las reuniones de consejos, de cúpulas, los acuerdos entre partidos y las grillas internas de cada instituto político ¡de los doce! Tendremos prácticamente unas semanitas de febrero, las últimas, para descansar y avituallarnos para observar la campaña que viene, la guerra política que tenemos enfrente, pues de acuerdo al calendario electoral, del 2 al 27 de marzo se llevarán a cabo las precampañas internas para la selección de candidatos.

Un día después de esa fecha, del 28 de marzo al 8 de abril, tendremos que zamparnos la alharaca de cada uno de los candidatos que hayan cumplido con todos los requisitos, que hayan sido electos por sus coaliciones o partidos, y que en ese periodo deberán registrarse ante el órgano electoral, para entonces sí, a partir del 12 de abril y hasta el 1 de junio, le entren de lleno a la campaña y nos bombardeen en radio, televisión, periódicos, redes sociales, portales, blogs, espectaculares, postes, calles y en mil y un parafernalia que se inventan, con sus rostros, sus nombres, sus lemas y sus pobres y repetidas promesas de campaña.

El domingo 5 de junio, Usted deberá acudir a las urnas, si es que antes del 15 de enero de 2016 solicitó su credencial federal para votar, y podrá así cumplir con su deber cívico de sufragar por quien crea que es mejor persona, político, ciudadano, para representarle en calidad de alcalde, de regidor o diputado.

Antes que la guerra sucia comience, una vez que los partidos definan sus alianzas y después designen a sus candidatos (o los elijan, o los destapen), por favor, exíjales seriedad, propuestas y proyectos. No se vaya con el más alebrestado, el que se vuelve popular o el que imita a políticos de otros Estados. Ni al que tenga el lenguaje más populacho, menos aquel que se le figure guapo, o porque es hombre o porque es mujer. Intentemos todos, analizar a las personas y sus propuestas, y después votar en consecuencia. No crea que es rollo, inténtelo. Quienes sean electos en 2016 para diputados y alcaldes, podrán reelegirse en 2018 ¿Los quiere por tanto tiempo? Piénselo, que esto, apenas comienza.

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