Invitado por COPARMEX Tijuana, el analista financiero, Erick Guerrero Rojas, presentó la ponencia: La próxima crisis global.
“¿Estás preparado para enfrentarla?”, cuestionó a los asistentes, y afirmó “las noticias a corto plazo no son nada halagadoras”.
Y advirtió que su análisis no se presentaba con la intención de alarmar y causar incertidumbre, sino de anticiparse a la posible situación que se habrá de dar en 2016.
“Estamos viviendo un ambiente de desencanto y de pesimismo y se complica el escenario porque viene una turbulencia financiera. Pero no todo son malas noticias, estoy convencido que gracias a la aprobación de las reformas estructurales México será potencia económica en los próximos años”.
Si bien dijo que China se encuentra en una situación económica difícil y eso ha afectado el escenario mundial, agregó, que le preocupa Japón por el volumen de deuda que tiene, y las repercusiones a nivel internacional.
Advirtió que en el presente año, Brasil podría declararse en moratoria.
El escenario, abundó, es de una acumulación de deuda a nivel internacional, donde el primer peligro es, que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED por sus siglas en inglés) empiecen a subir las tasas de interés de manera constante.
Ante el actual escenario adverso en la segunda mitad de 2016, el crédito en la unión americana se va a desacelerar y con ello una probable recesión en Estados Unidos.
“La turbulencia está iniciando y se está desatando una crisis”, advirtió.
Las tres razones para que se dé tal escenario es que nunca en la historia financiera del mundo se había inyectado tanta liquides, con tasas de interés bajas por un período largo y además la acumulación de deuda.
“Viene la ley de la reversa, es decir que suben tasas. Al hacerlo, el dinero que era abundante y barato ahora es caro y escaso; entonces se empiezan a desplomar las tasas de valores, se frena el crédito, y luego viene la fuga de capitales que se refugian en activos seguros lo que provoca devaluación o depreciación, entonces para el gobierno y las empresas empieza a ser más difícil refinanciar sus deudas. Vienen las quiebras y suspensión de pagos”.
Ante todo lo anterior suavizó el escenario para el país:
“México no se va a colapsar, no se va a desplomar más del 6 por ciento, sí nos vamos a sacudir. México y Estados Unidos no van a crecer, lo establecido”.
Dijo que en el mejor de los casos la turbulencia financiera tendrá una duración de aproximadamente cinco meses donde la fluctuación cambiaria será entre 16.50 y 19.00 pesos por dólar; habrá una relativa estabilidad con altibajos.
“No hay quiebras de empresas en 2016 y sin descartar que efectivamente el precio del barril alcance o rebase los 25 dólares, regresará la calma. Con las reformas México va a aguantar la sacudida. En algún momento el dólar regresa no a su paridad ideal, espero que en diciembre esté en 16.50”.
De cualquier forma los mexicanos deberán estar pendientes a las reuniones de la Reserva Federal para saber si deciden aumentar las tasas de interés y en qué porcentajes.
Si bien dijo que no hay fórmulas mágicas para hacer frente a la situación, recomendó, entre otras cosas, que ante la turbulencia se mantenga la calma, y no se tomen decisiones precipitadas.
No caer en tentación de distraer recursos o usar ahorros para especular en los mercados.