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miércoles, octubre 2, 2024
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La boda de Manolo y Pilar

Manolo se casó con Pilar. Él no lo sabía, pero Pilar había pasado de mano en mano antes de conocerlo. La noche de bodas la pasaron en el hotel del pueblo. Como los lugareños eran muy chismosos, se amontonaron junto a la puerta de la habitación de Manolo y Pilar para oír qué pasaba.

Lo primero que escucharon fue que Manolo decía:

“Ahora voy a besarte como nadie lo ha hecho, Pilar”.
Afuera se corrió el rumor:

— ¡La va a besar…! ¡La va a besar…!
“Ahora voy a abrazarte como nadie lo ha hecho, Pilar”.

— ¡La va a abrazar…! ¡La va a abrazar…!
“Y ahora voy a hacerte lo que nadie le ha hecho antes, Pilar”.
— ¡La va a matar…! ¡La va a matar…!

Autor: Venancio.

 

Cuestión de geografía

Dos amigas platican:

— ¿Es cierto que has dejado a tu novio?

“No he tenido elección. Yo creía que me era fiel, pero desde que se fue a Estados Unidos me ha escrito que le encantó una tal Carolina, que de ahí se pasó a una tal Georgia y que ahora va a conocer a Virginia”.

Autor: Maestra de geografía.

 

Accidente

Va Jaimito y le dice a su madre:

— ¡Mamá, mamá! Me corté el dedo.

“Chúpatelo”, sugiere la mujer.

— Es que no lo encuentro…

Autor: Pepito con el dedo de Jaimito.

 

De ciencia y religión

El profesor pregunta a sus alumnos:

— ¿Cómo se dice el agua en la química?

Todos responden:

“¡H2O!”.

— Y ¿cómo se dice agua bendita en la química?

“¡HDiosO!”.

Autor: Profesor de física.

 

Simple

¿Cuál es el chino más rápido del mundo?
¡Chiun!

Autor: Profe de idiomas.

 

El plátano

Un señor va paseando con un plátano metido por una oreja. Otro señor advierte el detalle y le pregunta:

— ¿Por qué lleva un plátano en la oreja?

“¿Qué?”, cuestiona el del plátano.

—  Que por qué lleva un plátano metido en la oreja.

“¿Qué?”.

— Que por qué…

Señalándose la oreja libre, el señor del plátano responde:

“Por favor, hábleme por esta oreja, que por la otra me he metido un plátano”.

Autor: Un psicólogo ocioso.

 

Lo que hice en San Francisco

Un vaquero que entra en un bar, al cabo de un rato sale y dice:

“¿Dónde está mi caballo? Como salga en un minuto y no encuentre a mi caballo, voy a tener que hacer lo que hice en San Francisco”.
Al cabo de un minuto vuelve a salir y grita:

“¿Dónde está mi caballo? Aquí no está”.

Y vuelve a soltar:
“Como mi caballo no esté aquí en un minuto, ¡voy a tener que hacer lo que hice en San Francisco!”.
Al cabo de un minuto dice:
“Muy bien, mi caballo ya ha parecido, así me gusta”.
Un hombre dentro del bar le pregunta:

— Creo que hablo en nombre de todo el pueblo, así que solo por curiosidad: ¿Qué fue lo que hizo en San Francisco?
“Me fui a pie”.

Autor: Un lector con mucha lógica.

 

Fraude con el vodka

Ahora resulta que la Policía canadiense está realizando una profunda investigación junto con el Consejo de Control del Licor en Ontario, dado que un consumidor descubrió que la botella de vodka que compró en una tienda estaba llena de ¡EN ZERIO! agua.

El ofendido lleva por nombre Rick Crumpton, quien reportó a las autoridades que al prepararse una bebida con el licor, notó un sabor extraño. Fue entonces que decidió dar un sorbo a la botella y descubrió que lo que contenía era líquido vital. Al llamar al negocio donde había comprado el producto, el empleado le respondió muy quitado la pena que esas cosas siempre suceden.

Pensando que el contenido quizás era nocivo, Crumpton lo mandó a analizar y se dio cuenta que además de agua había residuos de alcohol. He ahí la transa que la Policía en aquel país, jura no quedará impune.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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