Unos dicen que fue la casualidad, algunos más optaron por la buena planeación, mientras que otros artistas, aseguraron que el amor por la música hizo posible que el Mariachi Vargas de Tecalitlán y la Orquesta Binacional conformada por músicos de la OBC, Redes, Sinfónica de Querétaro y San Diego, lograran ejecutar magistralmente sus instrumentos para regalar armonías que fueron una delicia para el oído de más de 2 mil 500 espectadores que fueron testigos del excelso ensamble. “Amo Esta Tierra”, fue la pieza que dio inicio al recital, cuyos acordes por parte de la orquesta y el mariachi, erizaron la piel del público que, ante la sublime experiencia musical, brindaron efusivos aplausos. Bajo la batuta del maestro José Guadalupe Flores, y la supervisión del gran arreglista, músico, director y compositor Rubén Fuentes, que estuvo presente en “El Gran Concierto de Gala”, los violines, tubas, contrabajos, flautas, oboes, violas, violonchelos, clarinetes, arpa, percusiones y piano, se fusionaron en un trabajo musical de antología. Con temas como “Se me Olvidó Otra Vez”, “Mi Ciudad”, “Bésame Mucho”, “Amor y Más”, “Sabes una Cosa”, “La Bikina”, “Veracruz”, “El Viajero” y “Qué Bonita es mi Tierra”, la primera parte del concierto resultó de lo más agradable para el público que también acompañó en los coros a los miembros del Vargas. El trabajo musical se vistió con bailables realizados por miembros del Ballet Folklórico Ticuán, para sellar el compromiso de ofrecer un concierto sublime cargado de mexicanidad, en el que 65 miembros de la Orquesta Binacional y el Mariachi Vargas de Tecalitlán enamorarían al público con “De Repente”, “Pajarillo”, “Cielito Lindo”, además de incluir popurrís de José Alfredo Jiménez, Pepe Guízar y huapangos de Rubén Fuentes. Después de una hora con 40 minutos, el ensamble musical concluiría con el homenaje a Baja California al interpretar “El Cachanilla”, tema que se coreó y aplaudió de pie por los espectadores, cerrando una noche que quedará grabada en un DVD, testigo de un gran concierto: el del Mariachi Vargas y la Orquesta Binacional. Orgullo por México, por la música y la cultura “Nuestra orquesta debía ser especialmente compuesta de músicos sinfónicos mexicanos y estadounidenses, profesionales elegidos a mano y dirigidos por el famoso conductor de la Orquesta Filarmónica de Querétaro, el maestro José Guadalupe Flores”, expresó con gran orgullo el productor y pieza clave de “El Gran Concierto de Gala”, Edward Marsh. Ensamble que se planeó con mucho tiempo y en el que también participó el maestro Rubén Fuentes, como cómplice en los arreglos de todas las piezas, así como en la dirección del Vargas. “La verdad es que a mí me gusta pensar que el mariachi siempre podía ser universal, pero había que modificarlo, agrandarlo, extenderlo, que a veces la gente todavía no lo acaba de entender, pero creo que es bonito”, reconoció el maestro Fuentes al cuestionarle sobre la fusión que se dio entre el Mariachi Vargas y la Orquesta. Asegura que en la actualidad, la evolución del mariachi ha sido tal, que no solo saben leer las piezas musicales, sino que además, dejó de ser solo instrumental y le pusieron voz: “Yo entré al mariachi en 1944, tengo 70 años en el mariachi, de edad ya voy para 90, pero entonces, el mariachi ni se leía, ni sabía solfeo, ni nada; entonces, tratamos de elevarlo. La verdad esta reunión, aquí en este lugar (Baja California Center, en Rosarito), me da un gran gusto por el gran esfuerzo que ha hecho Marsh para presentar esto por primera vez”. El trabajo en conjunto dio como resultado un concierto de lujo con dos protagonistas: “El mariachi es un emblema nuestro y me dio muchísimo orgullo que la música clásica (se fusionara) con éste”, expresó el maestro José Guadalupe al término de la presentación. “Después de muchos años con la idea (finalmente) se fusionó. Un total de 65 músicos, 15 de Querétaro, 15 de Baja California, 15 de aquí y otros de allá, sumamos los 65 (todos) músicos extraordinarios. Un trabajo que me deja la satisfacción de (saber que puedo) llevar la música mexicana a otros niveles”. Tras 18 horas de ensayo, entre el ensamble de voces e instrumentos, finalmente el Vargas, acompañado de la Sinfónica Binacional, cumplieron su objetivo: poner de pie al público al tiempo que vitoreaban su trabajo: “Estamos muy contentos todos mis compañeros, la respuesta de la gente fue muy emotiva, esta combinación de músicos de Estados Unidos, de Tijuana, jóvenes, (con) mucho talento en Tijuana, músicos de Querétaro bajo la dirección del maestro José Guadalupe Flores, la verdad que fue una combinación muy bonita y siento que la gente lo disfrutó al máximo, como nosotros también lo disfrutamos”, expuso en entrevista Carlos Martínez, quien a sus 34 años, es el director musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán. “Todo esto tiene un proceso de mucho estudio, este concierto, como lo han nombrado, la verdad fue un gran concierto porque se trabajó desde enero con el maestro Rubén Fuentes, que es nuestro director general; y viene planeándose todo el año con arreglos nuevos, adaptación para la orquesta con el mariachi… Un largo proceso que hoy se pudo disfrutar”, agregó. Entre huapangos, sones, rancheras y boleros, se vivió un ensamble de antología, bajo los acordes de 65 músicos y un mariachi que brillaron con intensidad el sábado 12 de diciembre, gracias a la maestría con la que ejecutaron cada uno de sus instrumentos, en una noche donde también se recordó a la Virgen de Guadalupe, a la que le cantaron “Las Mañanitas” en conmemoración a un año más de su aparición en 1531.