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domingo, octubre 13, 2024
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Temor en el Valle de las Palmas

(EDICIÓN IMPRESA) El asesinato de Yadira González es un acontecimiento del fraccionamiento Valle de las Palmas de Tijuana que pocos desconocen. Desde ese tiempo para acá, cosa de 10 meses, residentes coinciden en que los hechos delictivos de la zona se recrudecieron. El miércoles 11 de marzo por la noche, Yadira, una joven que el miércoles 18 –de marzo– cumpliría 19 años de edad, fue ejecutada con un disparo en la frente y tirada en una de las vialidades principales del fraccionamiento, envuelta en una alfombra. “Ella solo tenía un disparo. Yo supongo, no sé, es la primera vez que me matan a un pariente, y yo no sé si en el acta de defunción pongan todo, pero en la que me dieron dice que fue el puro balazo. No dice que me la hayan violado, torturado, pero aquí –en el fraccionamiento- se dice de todo”, platica Estela González, su madre. A un lado del comedor de la casa de Estela, permanece lo que queda de un altar que fue colocado en honor a Yadira. En repisas: sus fotografías, dibujos, flores y sus cenizas. “Sí andaba mal, no le voy a decir que no, ella andaba metida en drogas, pero yo siento que no era para que la mataran así. A mí el ministerial lo único que me dijo…yo la verdad me cansé de ir porque no me solucionaban nada…lo que me dijo fue que el muchacho declaró que no la quería matar, que le quería dar un susto. O sea, un susto con un balazo aquí”, y se lleva el índice a la frente. La poca iluminación de Valle de las Palmas.   Yadira terminó la secundaria y dos años después fue inscrita en una preparatoria abierta, a la que acudió en seis sesiones y ya no regresó. A sus 18 años, su rutina: consumir drogas, dormir y comer, luego volver a dormir. Quería terminar la preparatoria para ser policía ministerial, pero dice su madre que lamentaba frente a ella: “‘mami, sí quiero, pero me quiero ir de aquí, aquí no voy a lograr nada’, ella sabía que aquí no iba a ser nada”. Estela identifica al asesino de su hija como “El Chispas”. No sabe su nombre, solo que aunque fue detenido está en libertad y fuera de la ciudad de Tijuana. “Somos un lunarcito de Tijuana”, dice un residente de la zona.   Valle de las Palmas A 10 kilómetros al sur de la carretera libre Tijuana-Tecate –a partir del kilómetro 33–, está Valle de las Palmas, uno de los fraccionamientos ideados como detonadores de un nuevo polo de desarrollo del municipio de Tijuana. Hoy parece que ahí oscurece más que en otros lugares. “Somos un lunarcito de Tijuana”, dice quien pide el anonimato por su seguridad. La inexistencia de alumbrado público, hace que la luz que sale de las casas sean las que eviten las tinieblas. Además, las viviendas abandonadas, otras más a medio terminar, han contribuido en la construcción de un escenario que los residentes califican como idóneo para la venta y consumo de drogas, y  práctica de actividades delictivas. Consultados relatan que desde hace meses, 9 o 10, los asaltos y robos son más recurrentes, también las detonaciones de arma, ataques directos y ejecuciones. Hablan, además de la muerte de Yadira, del homicidio de un hombre –dedicado a la herrería– dentro de una tienda de abarrotes; del hombre –identificado como Fernando Pusián Mejía– que fue  bajado de un camión y ejecutado frente a su hija entrando al fraccionamiento. “La gente con este tipo de hechos, sí se impacta. Es gente –los agresores– que aquí, además de dañar la imagen, traen la intranquilidad, la inseguridad que se vive”, dice otro residente. De acuerdo a lo que han identificado, los responsables de la violencia en el fraccionamiento se ocultan en las casas abandonadas y se reúnen en establecimientos comerciales que no se someten a revisiones municipales, porque ahí no entran los inspectores. “Primero era gente deportada del otro lado, después empezaron a utilizar a menores de edad. Hoy vemos gente armada a cualquier hora”, comparte una madre de familia, que además agrega que han logrado identificar a dos grupos rivales, el de los 18´s en la parte norte del desarrollo y el de los 13´s en la parte sur. “El Mike” Uno de los últimos ataques fue hace un mes, aproximadamente a las 4 de la tarde, contra José de la Cruz Sánchez, alias “El Mike”. El joven que resultó ileso, es identificado como uno de los protagonistas de distintos hechos delictivos en la demarcación. “El Mike” fue detenido el sábado 5 de diciembre dentro del fraccionamiento, como responsable de la detonación de arma de fuego contra tres personas, que a diferencia de la mayoría, han decidido colaborar con las autoridades para evitar su liberación. Durante las primeras horas de ese día, Sandra y Juan terminaban de celebrar el segundo años de su hijo en unas de las privadas del fraccionamiento. Caminaron hacía un café internet para comprar cigarros, pero debieron regresar corriendo y sintiendo de cerca los balazos. Sandra cayó lesionada con heridas en ambas piernas y en la espalda, Juan ileso, y su hermano, quien había acudido a ayudarlos, con diversas heridas por rozones en las piernas. El Círculo de Impacto El miércoles 9 de diciembre, los residentes fueron citados en el centro comunitario del fraccionamiento, acudió un representante de la Policía Municipal, de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), entre otras autoridades. Los residentes que acudieron, en su mayoría mujeres, explicaron su temor por la inseguridad, pero también por denunciar los hechos. En ocasiones, manifestaron, los policías que rondan por sus calles, no les hacen caso. Reclamaron también los recorridos largos que tiene que hacer la única patrulla que se acerca al fraccionamiento, situación que aumenta el tiempo de respuesta en caso de ser requerida. “Se estuvo trabajando con vinculación ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, se hacían reuniones de prevención, se hablaba con los comités de cada privada. Se estuvo trabajando muy bien, desgraciadamente no sabemos qué intereses haya en la policía, que a la persona que nos tenían en vinculación ciudadana la cambiaron, viene otra persona que hasta la fecha solo ha hecho dos reuniones, curiosamente hace siete meses”, manifiesta una de las asistentes a este semanario. Edwin Montes, comandante regional de la Policía Municipal que bajo su responsabilidad tiene esa zona, por su parte explica que dentro del análisis que se ha hecho del fraccionamiento, resultan fundamentales la falta de iluminación y las viviendas abandonadas, para entender la percepción de inseguridad y la comisión de delitos. Las detonaciones de arma, ataques directos y ejecuciones; delitos comunes en Valle de las Palmas. Por ello, y porque no tienen facultades para desalojar las viviendas que han sido invadidas, insiste en que la solución es la colaboración de la ciudadanía, cuya confianza pretenden ganar con el acercamiento personalizado. “Cubrimos lo que llamamos círculo de impacto, es el fenómeno que se da cuando sucede una situación que inquieta a la comunidad y genera esa perspectiva de inseguridad en esa región, entonces nosotros tenemos que entrarle duro con la vinculación ciudadana con el propósito claro de orientarlos”, para que también acudan a denunciar los hechos formalmente.   Mencionó que en lo que va del mes de diciembre, se han registrado 18 delitos, la mayoría relacionados con lesiones, portación de armas o droga. El mando comentó, a diferencia de los habitantes del fraccionamiento, que no se han identificado grupos delictivos que peleen la zona, ni el reclutamiento de menores de edad. Además, que con la adquisición de tres patrullas para la delegación Presa Este, una de ellas podrá ser dirigida al fraccionamiento, adicional a la que ya está fija en el lugar.  Tan solo en diciembre, 18 delitos  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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