“Este lugar me recuerda a mi adolescencia”, apuntó Julieta Venegas al subir al entarimado de la discoteca Onixeus la noche del miércoles 2 de diciembre, lugar en el que la cantautora y multiinstrumentista tijuanense, ofreció una versión de su carrera en la posada radiofónica de Los 40 Principales (107.7 FM), donde sedujo a miles de asistentes que atestiguaron el deleite de un nutrido showcase. Con guitarra electro acústica en brazos, en punto de las 22:33 horas, Venegas inició su recital con “Esperaba”, un tributo que, dijo a ZETA, concibió para la música: “‘Esperaba’ es más que nada un homenaje a la música, un tributo. Yo cuando era adolescente me escapaba por medio de la música, la foto que estoy tratando de contar a través de la canción es sobre la adolescencia, y cómo la música me daba un escape, y es como una fantasía porque no descubrí a Charly García en mi adolescencia pero me hubiera encantado; la música te da ese escape, te imaginas, es como una manera de escapar”, relató previo a su recital. Agradecida y feliz, Julieta describió su encuentro en la frontera: “Es una alegría estar aquí, verlos a ustedes. Está toda mi familia muy acomodadita aquí al frente. Hoy venimos en versión trío, les tocaremos canciones nuevas y viejitas. Espero puedan cantar conmigo”, apuntó antes de interpretar “Algo Está Cambiando”, ataviada con un pantalón negro, blusa blanca y un delgado saco de colores. Sosteniendo el acordeón en hombros, la cantautora fronteriza aprovechó para cantar “Ese Camino”, tema que promueve de su más reciente álbum “Algo Sucede”, el cual presentó con un previo mensaje en el que hizo hincapié sobre la sinceridad, unidad, deseos amorosos y la simplicidad de la aventura de ser niño. “‘Un Camino’ habla sobre cómo creo que la niñez nos marca mucho, y yo sí pienso que cuando somos niños es cuando mejores personas somos, tenemos más cercanos a los demás, cuando vamos creciendo vemos todas las diferencias que tenemos con los demás, pero cuando somos niños todo es mucho es más fácil en cuanto a la relación con los otros; y yo me imagino en esta canción cómo la infancia nos marca y se queda de alguna manera presente en nosotros”, explicó a ZETA. “A esta generación del internet y las tecnologías no sabemos realmente qué le espera, ni siquiera podemos dar por hecho una cosa u otra, si ahora como que estamos más enganchados a teléfonos, internet, redes, tenemos como que mucha información que estamos manejando, pero más que nada cómo se desenvuelve cada niño depende de cómo lo crías, si como papá estás todo el día en el teléfono ellos también estarán en él. A mí me encanta cuando mi hija quiere andar en ‘bici’, cuando quiere dibujar, escuchar música, o quiere cantar, trato yo de limitar esos rollos de estar conectado a la red; nosotros tenemos que generar eso”, agregó. Extraído de su disco “Otra Cosa”, Julieta Venegas cantó “Amores Platónicos” sentada frente al teclado, seguida por “Limón y Sal”, a la que se unieron todos los presentes con su canto, demostrando su éxito, vigencia y el porqué de sus Grammys y recientes nominaciones de la industria de la música. “No sé si sea familiar el tema del Grammy, pero ya me han nominado varias veces, no siempre me lo llevo, pero me gusta cómo que el evento en sí, primero pues por el reconocimiento de la industria al nominarme, verme con un montón de amigos, enterarme de lo que está pasando, quién está trabajando, haciendo cosas, eso está ‘padre’. Por otro lado, cada disco es una experiencia diferente en mi vida, no sé, por ejemplo, este disco (Algo Sucede) lo nominaron, pero yo no daba por hecho de que lo nominaran, para mí el ejercicio de crear música es hacerla y ya, no tiene nada que ver con un Grammy. Cuando estoy escribiendo, cuando estoy grabando no estoy pensando en un Grammy. Cuando vienen las nominaciones, pues sí, me intriga ver si me nominan o no, pero no estoy ni dando por hecho ni cambiando las cosas que hago para ver si me toca, más bien es parte del proceso de hacer un disco, reconocimiento de la industria, y cuando sacas un disco te ayuda mucho en la promoción, es algo que está ‘padre’”, reconoció la intérprete que, luego de enamorar a los asistentes de la posada de Los 40 Principales, transformó el ambiente amoroso a reflexivo al entonar “Explosión”, de la que expuso, aborda la situación de México, en el que de pronto desaparecen mujeres y estudiantes, y con la que propone no huir ni mirar para otro lado, sino ver la realidad de frente y participar para que el país mejore. Demostrando su madurez como cantautora e instrumentista, abordando realidades, sentimientos y reflexiones, Julieta dice no haber concebido un disco contestatario: “No sabría cómo describirlo exactamente, pero es un disco de canciones, y esas canciones traen historias de todo tipo. Para mí la vida ya no es tan simple como para decir ‘estoy feliz, estoy triste’, y las canciones son tristes, o son felices. La vida tiene de todo, y yo como compositora es importante por lo menos hacer una foto del momento, y eso implica tanto felicidad, optimismo, fe, tristeza profunda, desesperación, frustración, y muchos sentimientos que se combinan en las canciones; contar historias que de alguna manera me tocan”. A la velada agregó “Buenas Noches Desolación”, la que compartió como una canción de despedida a la tristeza, sumando después “Eres para Mí”, “Lento” y “Andar Conmigo”, prometiendo volver en 2016 para presentar oficialmente “Algo Sucede”, álbum del que platicó a ZETA el porqué de su título y los planes a corto plazo: “Es un título de que algo puede pasar, algo se puede mover, y es parte de la vida, y me parece lindo. Como que lo importante es no dar por hecho que las cosas siempre se van a quedar igual, sino que siempre se están moviendo, y eso también es lo lindo, que se te muevan cosas, que haya cambios”, subrayó la cantante, quien en enero iniciará la gira formal por toda la República Mexicana, Brasil, Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Sobre su papel en la industria de la música, relató al Semanario su deleite por cada una de las facetas: “Hago mi carrera y mis canciones como a mí se me ocurre, nunca he tenido la impresión de que me guíe alguien. No sé, la verdad es que desde mi primer disco tuve la suerte de trabajar con productores que yo elegía, trabajar bajo mis propios términos, y eso la verdad ha sido muy importante, porque si no plantas tu personalidad en algo, pierde mucho valor. Me gusta escribir un disco cada tanto, igual porque siempre lo he hecho así, saco un disco cada dos o tres años, no me siento presionada; para mí es como cerrar un ciclo y empezar otro, se me da algo muy natural. No es algo cómo que ‘¿y ahora qué voy a hacer?’. Me gusta estar de gira, pero también me gusta escribir, como tener tiempo para todas las facetas de la música”.