Dos personas renunciarán en los siguientes días -si es que no lo han hecho ya- al Partido Revolucionario Institucional. Aunque no propiamente identificadas con el tricolor de cepa, pero sí como funcionarios de administraciones priistas y promotores en campañas electorales del partido que en Tijuana preside Tirso Liévano. Tanto Liliana Sevilla como Catalino Zavala, han expresado en corto su interés por romper la liga que los une al Revolucionario Institucional. Y lo harán precisamente, aseguran, en estos días finales de 2015, para estar en condiciones, si algún otro partido les acepta y se los ofrece, de ser candidatos a diputados por algún distrito de Tijuana en el caso de ella, y el distrito que incluye Rosarito en el caso de él. Zavala manejó de suyo en el lado izquierdista de la política mexicana, hasta que Fernando Castro Trenti lo convenció de unirse a su partido el tricolor. Trabajó con él y después en Rosarito, ya con la cachucha priista. Pero desde que ese partido perdió la alcaldía rosaritense y en Tijuana no le ofrecieron nada, pues esa sería la reflexión. En el caso de la señora Sevilla, su salida del Instituto Municipal de la Mujer, fue para ella un golpe bajo por parte de la administración de Jorge Astiazarán, y en esas condiciones, dejada de la mano del gobierno y de su partido, mejor buscará escenario en otro.
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