16.6 C
Tijuana
domingo, abril 7, 2024
Publicidad

Regalo navideño

San Nicolás tuvo un sueño en el cual todos los niños fueran felices y risueños, familias con paz, sin riñas. Era rico y poderoso,  tenía el don de convencimiento al dejar de ser moroso se le aclaró su pensamiento. Internándose en el bosque convocó a sus moradores, platicándoles su enfoque, convenciendo a taladores. Algunos duendes traviesos lo divertían con sus bromas, entre cuatro renos tiesos trataban de echar maromas. Mientras esto acontecía,  en otra latitud del mundo el Niño Jesús nacía en pesebre, por otro rumbo. El Mesías había nacido para iluminar la tierra y con su llegada, traído: esperanza, amor, no guerra. Inspirando a personajes, como al mítico San Nicolás o algunos Reyes, con sus trajes, como tú, con tus presentes o vas. El bosque estaba cubierto con manto de nieve blanca, viendo que había descubierto la Navidad, en su banca. La noche le había ganado, pero estaba muy contento por sentirse afortunado anhelando aquel momento. De fabricar los juguetes: hacerlo con sus propias manos, sin armas y sin machetes, así, alegrar a sus hermanos. El famoso personaje que representa a Santa Claus no puede salir de viaje por conflictos, te cuento dos: La guerra, de extremistas, parias, el otro problema es de narcos, hay luto en familias, varias. Las grandes potencias, con barcos repletos van de soldados, padres, hijos, hermanos o amigos van con los ojos vendados y tal vez ¡ya no estarán contigo! Hay padres que todavía les compran arma a sus hijos sin pensar en que algún día se disparen ellos mismos. Algunos tutores compran la mejor tecnología porque el dinero les sobra o por ser de antología. No se imaginan el daño que le ocasionan al niño, pues tan solo en unos años se quedan ciegos o ñoños. Otros le compran su carro o la mejor motoneta, pero se sienten de barro y quedan cual marioneta. Se vuelan y sin criterio le pisan duro y rebasan, repleto está el cementerio mientras sus padres trabajan. Nunca miden el peligro por la emoción del momento, la fiesta no les alegro, ¡Se les transforma en tormento! Demos tiempo a la familia porque hijos son concesionados, hasta que ven en camilla: recordamos que son prestados. Nos preocupan noticias trágicas, también las cosas materiales, enséñenles palabras “mágicas”, por favor, que sean especiales. Recuerden que son como esponja, absorben lo que ven y escuchan, hacen berrinche y se enoja si sus padres pelean o estrujan. Los llenamos de regalos, ¡que gocen lo que no tuvimos!, los ejemplos son los malos, amor y cariño, suplimos. El espíritu navideño se presenta en los detalles, nunca en las casas de empeño, ¡ni el mejor regalo que halles! Joel Vizcaíno Parra Tijuana, B. C.


Publicidad


Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas