Guadalajara, Jalisco.- Ante la tensión mundial a partir de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, Francia, y la interminable violencia en México, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) ha sido también una plataforma para la reflexión sobre la importancia de los libros y la cultura en general, sobre de todo de parte de personajes que no han dejado pasar la oportunidad para expresar denuncias. Antes del inicio de la FIL, su directora general, Marisol Schulz Manaut, había advertido a través de ZETA: “Los libros y la cultura son un escape y una manera de salvarse de esa barbarie”. Y efectivamente, durante la inauguración de la FIL el sábado 28 de noviembre, Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), dijo que “celebrar el libro es celebrar la vida y la cultura contra la barbarie”, ante poco más de 2 mil personas que, previa invitación, acudieron a la ceremonia en el abarrotado Auditorio Juan Rulfo de la FIL. Durante la apertura del acontecimiento literario más importante del mundo hispanoparlante, el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, Enrique Vila-Matas, leyó un texto que tituló “Futuro”, ejemplificando con “Voces de Chernóbil” (1999) de Svetlana Alexievitch, ganadora Premio Nobel de Literatura 2015: “El libro (Voces de Chernóbil) no trata tanto de la catástrofe general como del mundo después de esa catástrofe. El libro habla de cómo la gente se adapta a la nueva realidad. Esa realidad que ya ha sucedido, pero aún no se percibe del todo, pero está aquí ya, entre todos nosotros, susurra el coro trágico. Y ustedes ahora me van a perdonar, pero lo que dicen las voces de Cherbóbil, el gran coro, es el futuro”, senteció el barcelonés premiado. Uno de los temas que no ha podido faltar en la FIL de Guadalajara ha sido el de los atentados del 13 de noviembre en París y uno de los concocedores de la cultura del Medio Oriente es Fernando del Paso, que ha documentado en su ensayo “Bajo la sombra de la Historia. Ensayos sobre el islam y el judaísmo” (FCE, 2011): “Bueno, en primer lugar, a mí me duelen mucho, yo viví en París siete años y es una ciudad que yo amo mucho, que me duele, pero también yo pienso que el problema de la paz es como dijo Benito Juárez, ‘el respeto al derecho ajeno es la paz’; y es que el islam no respeta al cristianismo, en sí ni el judaísmo, religiones que han sido también intolerantes en una época. Yo rechazo la acusación de que somos maniqueos, porque pensamos que nosotros somos buenos y los otros son malos, no. Los que pensamos que el islam es un peligro, y que lo ha demostrado, somos los mismos que denunciamos toda la sangre derramada y la crueldad cometida por la iglesia católica”, expresó a ZETA Fernando del Paso. Otra de las figuras que participó en los primeros días de la FIL, luego de 20 años de ausencia, fue Salman Rushdie, quien presentó su más reciente libro “Dos años, ocho meses y veinticho noches” (Seix Barral, 2015), quien para empezar, tal como en Hay Festival Xalapa de 2014, expresó que “estamos horrorizados con el asesinato de periodistas en México”. “Nosotros, es cierto, vivimos en tiempos muy difíciles, no cabe la menor duda, ya seas un periodista o que seas un escritor de verdad creativo, pero todos vivimos en el mismo mundo”, advirtió Rushdie. Amenazado de muerte por Ayatollah Khomeini desde el Día de San Valentín de 1989, Salman Rushdie compartió un discurso de 50 minutos ante más de 2 mil personas que al filo del mediodía abarrotaron el Auditorio Juan Rulfo: “Si solo tienes enfrente un estante con todos los libros que he escrito, y no sabes nada de la vida del escritor, no intuyes que le pasó algo tan terrible a su autor en 1989”, recordó el autor de “Los versos satánicos”. “Yo quiero hablar acerca de enamorarse de las historias, de enamorarse de los libros. Los libros y las historias de los que nos enamoramos nos convierten en quienes somos; el acto de enamorarnos de un libro o de una historia nos cambia de alguna manera”, expresó Rushdie. “Pero el amor tampoco es incondicional ni eterno, los libros pueden dejar de hablarnos conforme crecemos”, advirtió el autor de origen indio y agregó: “Sí cobra importancia en nuestras vidas un libro que habíamos descartado, de la misma manera que podemos enamorarnos de una canción o música que ya habíamos oído”. Evocó que en la juventud empezó a leer, pero luego abandonó “El tambor de Hojalata” de Günter Grass: “Cuando yo era estudiante de medicina leí ‘El tambor de Hojalata’ de Günter Grass y sentí que no pude terminarlo, dejé el libro en una repisa y luego de que transcurrieron diez años opté por darle una segunda oportunidad, en ese momento se convirtió en una de mis mejores novelas de todos los tiempos”. Poniatowska: “El gobierno de EPN todos sabemos que va de bajada” Como parte de las actividades de la FIL 2015, a Elena Poniatowska la Universidad de Guadalajara le concedió el título de Doctorado Honoris Causa “por sus invaluables aportaciones al periodismo mexicano y a la literatura universal”. Después de ser vitoreada en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la U. de G, Poniatowska concedió una ronda de prenguntas a los reporteros. — ¿Qué lectura hace de que Enrique Peña Nieto no venga a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más importante de habla hispana, y qué puede decirnos de estos tres años de gobierno peñista?, preguntó ZETA en su turno. “Bueno, el gobierno de Enrique Peña Nieto, todos sabemos, que va de bajada, todos sabemos que según las encuestas cada vez el porcentaje de personas que creen en él es menor. “Y en cuanto a venir a la FIL, bueno, él no vuelve a venir jamás, porque pues demostró aquí que nunca había leído, ¡para qué viene si no lee!, ¿no? No sé si él debería de avisarnos cada mes, si tuviera quien lo aconsejara debería de sacar cada mes: ‘este mes leí ‘El Quijote’, ‘este mes leí Biblia’, ‘este mes leí a un autor mexicano’, siquiera a Mariano Azuela, ¿no?; ‘este mes leí a Juan Rulfo,; pero no lo ha hecho. Entonces, creemos que sigue igual, pero para nosotros de igual ha ido a peor, sobre todo en lo que se refiere a política, ¿por qué? Porque no lee”. “Scherer deja un enorme vacío no solo en el periodismo nacional, sino en la conciencia” Uno de los ejes fundamentales de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara ha sido el convocar a Carmen Aristegui, Darío Ramírez, Juan Villoro y Lydia Cacho el 2 de diciembre de ese año. La mesa atiborró el Auditorio Juan Rulfo. En 2015, nuevamente la FIL reunió en una sola mesa a personajes como Aristegui, Poniatowska, Juan Ramón de la Fuente, Rafael Rodríguez Castañeda, Julio Scherer Ibarra, Tonatiuh Bravo, en esta ocasión en homenaje a Julio Scherer García, finado el 7 de enero de 2015. Junto al día de la inauguración con Enrique Vila-Matas como protagonista el sábado 28 de noviembre y Salman Rushdie en la apertura del “Salón Literario” el domingo 29, la mesa en homenaje a Julio Scherer fue la que más gente convocó, en este último caso, con aproximadamente 3 mil personas tanto en el interior como en el exterior del Auditorio Juan Rulfo, donde fueron colocadas sillas y una pantalla para que quienes no alcanzaron a entrar, pudieran ser testigos de semejante mesa. Entre tumultos y todo mundo queriendo escuchar a los panelistas, la evocación a Scherer García transcurrió entre anécdotas, toda suerte de consideraciones al extinto periodista y sobre todo, con una gran dosis de crítica y reflexiones: “Pensamiento de Julio Scherer, incorporando su literatura y periodismo, no ha sido legado para conservarlo en los estantes de las bibliotecas o en los archivos de las hemerotecas; el periodismo de Scherer tiene una responsabilidad con el futuro que él lo comprendió muy bien”, expresó Rafael Rodríguez Castañeda, director de Revista Proceso, mientras los hijos de Julio Scherer escuchaban. En su turno, Elena Poniatowska valoró la versión de entrevistador de Julio Scherer: “Entre los grandes vacíos que dejó Julio Scherer García está su capacidad para hacer entrevistas a personajes excepcionales a quienes escogió”, apreció la ganadora del Premio Cervantes 2015 haciendo referencia al título “Entrevistas para la historia” (Edicioes Proceso, 2015) del fundador de Revista Proceso, agregando que en su papel de entrevistador, Scherer “era directo e intenso” y que “le caía como un águila a su interlocutor”. Cuando Poniatoswka terminó su discurso exclamó sin titubear: “Los Vargas son lo más pinche sobre la tierra”, declaró en alusion a los empresarios de MVS que despidieron a Carmen Aristegui por haber sacado a la luz pública, ella y su equipo, el tema de la “Casa Blanca” de la familia presidencial mexicana. Alguien en el panel le avisó que “no se escuchó”, solicitando con ironía que lo volviera a denunciar: Entonces Poniatowska repitió a todo pulmón con una sonrisa pícara: “Los Vargas son lo más pinche, lo más pinche -insistió fuertemente- sobre la tierra”. Obviamente, los aplausos inundaron entonces el Auditorio Juan Rulfo abarrotado por las más de 3 mil personas para posteriormente continuar con el homenaje a Julio Scherer. Al hacer uso de la voz, Carmen Aristegui, sentenció: “Decir Julio Scherer es decir periodista; decir periodista es pensar en Julio Scherer; es Scherer el periodista por antonomasia”. Finalmente, Juan Ramón de la Fuente también fue contundente: “La muerte de Don Julio Scherer deja un enorme vacío, no solo en el periodismo nacional, sino en la conciencia social de México”.