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sábado, octubre 12, 2024
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El fraude del FIDE

El FIDE es un fideicomiso privado constituido en 1990 por iniciativa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en apoyo al Programa de Ahorro de Energía Eléctrica para “coadyuvar en las acciones de ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica”, según señala su portal de internet. Al igual que el programa ASI, funciona a través de terceros, presta apoyos para la instalación de aires acondicionados y se descuenta por medio del recibo de CFE, o por lo menos eso indica la información oficial. Para Israel Ochoa Gasca, una oportunidad para arrancar con su negocio se transformó en un fraude de más de 70 mil pesos, pese a que nunca solicitó el préstamo al Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE). Luego de trabajar por 26 años en la taquería Asaderos Said, su patrón se retiró por su edad avanzada, por lo que le ofreció quedarse con la taquería como pago de liquidación, lo cual ocurrió en junio de 2013. A mediados de octubre del mismo año, un cliente de nombre Pedro Esteban Casillas Enríquez le dijo tener un conocido que le podía apoyar pasa sacar el préstamo del programa federal FIDE, estaba realizando mejoras al negocio y aceptó el ofrecimiento, pero tan solo de un presupuesto para saber si le convenía. El único requisito que le pidió fue su recibo y la credencial de elector, con la promesa de darle el presupuesto por escrito y con toda la transparencia posible. El presupuesto, dinero o equipo nunca llegó, pero sí los cobros; en enero de 2014, en su recibo de consumo eléctrico apareció un cobro por 2 mil 260 pesos bajo el concepto de Pequeña Industria FIDE. Luego de preguntarles a varios trabajadores de la CFE, uno de ellos le explicó que se podría tratar de un préstamo, por lo que se comunicó con Pedro Esteban para saber qué había ocurrido, éste le confirmó que se trataba del préstamo del FIDE y que a pesar de no recibir el dinero, debía pagar el primer mes, ya que para el segundo cobro recibiría el apoyo. En su momento le indicó que” así trabajan”, según explicó la víctima. Durante los siguientes meses, a Ochoa le dieron múltiples excusas, para el quinto mes no pudo pagar con el recibo electrónico, por lo que para “hacerle el paro”, el mismo Pedro Esteban le prestó mil pesos con la condición de que cuando le dieran el préstamo, se los regresaría.

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