Adrián Vázquez, en Tijuana y Cristel Peña, en Ciudad Juárez, fueron puestos en libertad tras años de encarcelamiento por brindar confesión sobre delitos que no cometieron, mismas que les fueron obtenidas a base de tortura, esto durante las últimas 24 horas. La organización Amnistía Internacional señaló que esto se trata de una “esperanza de justicia a un incontable número de personas torturadas detenidas injustamente”. Y es que la impunidad contra los agentes estatales que recurren a esta práctica en México es tan avasalladora que la organización denuncia que durante 2014 no se presentó ni una sola consignación por este ilícito. Vázquez, chofer de transporte público, padre de 4 niños, fue detenido en Tijuana el 26 de septiembre de 2012, mientras cumplía con su jornada laboral y acusado por la Procuraduría General de la República de ser un narcotraficante de alto nivel. Durante su arresto por más de 12 horas previo a su presentación ante el ministerio público de orden federal, fue sometido a golpizas, amenazas, asfixia y a los clásicos “tehuacanes” por elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Más de tres años después, el juez penal resolvió que no existía evidencia para sostener los cargos en su contra, por lo que fue puesto en libertad durante la madrugada del 2 de diciembre de 2015. En cambio Cristel Peña confesó delito de extorsión luego de ser sometida a golpizas y ser violada por policías de Chihuahua, en agosto de 2013. Peña tuvo la oportunidad de carearse con su victimario como uno de los primeros asuntos resueltos mediante el Nuevo Sistema de Justicia Penal en el Estado de Chihuahua. Su torturador continúa activo como servidor público, precisó Amnistía Internacional. Peña también fue absuelta y liberada este 2 de diciembre. “El hecho de que jueces de diferentes Estados del país puedan desmontar acusaciones débiles que solo se sustentan en confesiones obtenidas tras torturas demuestra que puede haber esperanza de justicia para otros casos” declaró Erika Guevara, directora para el continente americano de Amnistía Internacional.