En San Petersburgo, Florida, un hombre de 89 años llegó a una gasolinera Chevron y, justo antes de llenar el tanque de su vehículo, se le acercó un niño de 12 años a bordo de una bicicleta. El chamaco le dijo al señor que al parecer una de las llantas estaba baja y, cuando Raymond Raferty fue a confirmar el hallazgo, el muchacho ¡EN ZERIO! subió al vehículo y huyó del lugar a toda velocidad. Por supuesto que la Policía detuvo al delincuente que, pese a su corta edad, ya ha sido arrestado en 20 ocasiones, siendo el primer incidente cuando tenía solo 9 años. Por fortuna el joven ladrón chocó, pero no hubo heridos, nada más los daños que ahora el pobre de Raferty debe reparar.