Fue evidente la falta de cabildeo previo a la comparecencia del alcalde Jorge Astiazarán al presentar su Ley de Ingresos con el pretendido aumento al impuesto al alumbrado el 1 de diciembre en el Congreso. Su Secretario General Bernardo Padilla Muñoz, que debiera funcionar como principal operador político, le falló. La ausencia de gestión y oficio en el manejo del tema de las luminarias, resultó para el alcalde de Tijuana en una andanada de reclamos. Diputados que lo vapulearon por su obesa nómina y acusaron su “falta de creatividad” para solventar el problema de falta de alumbrado público con recursos propios, y no a costa de la ciudadanía. A sabiendas de la existencia de opiniones encontradas en el tema, como sistema de presión y protección, los de Tijuana decidieron llevar a la comparecencia ante el Congreso cierta cantidad de empleados municipales de segundo y tercer nivel de las dependencias que están bajo su jurisdicción. Quienes se hicieron acompañar por algunos ciudadanos acarreados de las colonias más marginadas de Tijuana como Torres del Lago, Pípila y Horóscopo. Hombres y mujeres que llenaron la sala de sesiones y al mismo tiempo contrarrestaron las voces de los grupos que rechazaban la iniciativa y que se apersonaron en el recinto la tarde del primer martes de diciembre. Pero ni con la porra de sus asalariados logró Astiazarán convencer a los legisladores bajacalifornianos de avalar el alza al Impuesto al Alumbrado Público (IAP). En forma unánime le rechazaron el aumento propuesto y le recomendaron optar por el plan “B” que dijo tener para solventar el problema de iluminación y del cual, explicó escuetamente, consistirá en recortes a programas municipales. Astiazarán, con voz apagada agradeció las críticas, de las que dijo, “son la mejor asesoría y son gratis”, dicho esto partió por la puerta trasera del recinto legislativo local. AGITADA COMPARECENCIA Los gritos de: “No al impuesto al alumbrado”, “No más impuestos”, “Qué pague Bustamante”, “¿Finanzas sanas?, ¿cuáles?”, “Estamos en fase terminal” se hicieron escuchar como preludio a la comparecencia de Jorge Astiazarán ante la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso del Estado. Convocados en su mayoría por el Partido de la Revolución Democrática, los inconformes llegaron armados con miles de firmas de ciudadanos que reprobaban el aumento al impuesto al alumbrado público, punto toral de la discusión legislativa en torno a la iniciativa de Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 2016 Astiazarán optó por trasladar no solo a los principales actores de su gabinete, sino que dio el día a decenas de empleados de segundo y tercer nivel que estuvieron presentes con porra para respaldarlo. Llamó la atención la presencia del evasivo director de Inspección y Reglamentos, José Antonio Olivas Heredia, quien se niega a conceder entrevistas para informar sobre la actividad de la dependencia a su cargo, pero que sí se dio tiempo para agitar a los presentes en cada uno de los momentos en los que cualquier diputado rechazaba la propuesta de Astiazarán. Quien más destacó en consignas contra los legisladores locales fue el coordinador de delegados del gobierno de Tijuana, Ernesto García Caballero, quien lo mismo calificaba a Mario Osuna como “gato de Bernabé –en alusión al Síndico Social–”, que espetaba a grito airado al diputado Alcibíades García Lizardi, “lo que robas en tus gasolineras”. Los diputados no pasaron por alto tales acciones, le informaron que se dieron cuenta que quienes gritaban eran sus empleados, uno de los legisladores preguntó, “¿si no venían a echarle porras los iban a correr?”, especulación ante la cual el alcalde Astiazarán solo sonrió, negando con la cabeza. Tampoco respondió a la pregunta si les iba a descontar el día por estar presentes en el Congreso en horario de trabajo. Sin el aval de los congresistas locales –que estuvieron a favor del resto de la Ley de Ingresos con excepción del impuesto al alumbrado–, los comparecientes encabezados por el alcalde y quienes los acompañaron desde el público dejaron la sala de sesiones de forma apresurada. Después, Astiazarán mantuvo a los reporteros en espera de una entrevista que no concedió, abandonado el recinto por la puerta trasera para evadirlos. MINIMIZÓ IMPACTO, PERO NO CONVENCIÓ Según manifestaron los diputados durante la comparecencia, hubo falta de argumentos en la propuesta del alcalde Astiazarán en su intento de incrementar el impuesto al alumbrado. El edil habló de lograr un ingreso para 2016 de 195 millones 900 mil pesos en el cobro del Impuesto al Alumbrado Público, cifra mayor a lo captado en el ejercicio del presente año en 87 millones 882 mil pesos, y para ello, propuso aumentar el cobro a todos los usuarios del servicio de energía eléctrica. En defensa de tal alza, Astiazarán desdeñó el impacto que causaría a la economía de los ciudadanos, al mismo tiempo, ponderó la importancia de una buena iluminación de la ciudad “para el buen desarrollo de las actividades nocturnas de los tijuanenses”. Añadió respecto a la estrecha vinculación de la incidencia delictiva con el deficiente alumbrado, destacando un estudio de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en el que se indica que el 50 por ciento de la incidencia delictiva ocurre en zonas en donde el sistema de alumbrado no funciona en un 10 hasta un 30 por ciento. Enfatizó que la tarifa doméstica es la más rezagada de la aplicada en el resto de los municipios bajacalifornianos, de ahí que incluyó en su propuesta aumentarla. Y como se dijo consciente de que los ciudadanos “ya no creen en las falsas promesas de los políticos”, entonces ese aumento se haría efectivo hasta junio de 2016, cuando ya se hubieren sustituido las 67 mil luminarias de Tijuana. Lo que significa que primero le daría el servicio a la ciudadanía y después lo cobrarían. Cuestionado por los diputados respecto a los números en pesos y centavos y lo que él calificó como mínimo impacto en los bolsillo de sus gobernados, Astiazarán amplió. Detalló que de acuerdo a números oficiales, el 89 por ciento de los tijuanenses pagan la tarifa 1 A, en la que el cobro de tal impuesto se elevaría de 8 a 16 pesos –ya con IVA y sin considerar futuros aumentos al Salario Mínimo General Vigente indexado al gravamen. En tarifa Doméstica de Alto Consumo, “la que pagamos los que aquí estamos –en referencia a los integrantes de su gabinete que lo acompañaron– y algunos diputados, sería impactados 22 mil habitantes, añadió. En tarifa comercial, refirió un aumento de 7 pesos, “40 centavos más que la tarifa 1A; en este rango situó a 42 mil 986 comercios. En industria –quienes se colocan en tarifa OM y HM–, el cobro ascendería a 4 mil 500 pesos al mes, “pero son las grandes industrias, las que deducen impuestos”, minimizando la afectación económica. También reconoció que en el caso de la industria pesada, el alza del impuesto al alumbrado alcanzaría los mil 400 por ciento, pero, explicó, esto se debe a que a ese sector no paga en la actualidad ese concepto, “ahí se encuentran empresas como Toyota, Cemex y Apasco”, apuntó. Pero los beneficios expuestos por el alcalde no le fueron suficientes para obtener el apoyo de los legisladores. PROPUESTA RECHAZADA Aunque no ha sido analizada en comisiones ni votada en pleno, el rechazo de los diputados de las distintas fracciones parlamentarias al incremento del IAP fue general, todo se dijeron a favor de implementar un programa de iluminación, pero ninguno se pronunció en apoyo al aumento al alumbrado. En su turno al micrófono, los legisladores le recriminaron el sucumbir a la tentación de castigar los bolsillos de los tijuanenses al pretender sacar adelante un proyecto con cargo a los ciudadanos, cuando en los dos primeros años su gobierno destacó por el no aumento a los gravámenes. En forma unánime le demandaron idear un plan “B”, sin aumentar cobros, el cual se comprometieron a respaldar. Gerardo Álvarez le anunció que lo iba ayudar votando en contra de su propuesta, “para que no tenga usted ese desprestigio, que no caiga en ese error, qué bueno que trae un plan B, porque está consciente que no trae los votos”. Alcibíades García Lizardi, le pidió reducir el gasto en nómina y gastos superfluos. Armando Reyes, se pronunció en el mismo tenor, agregando no estar de acuerdo en que “la ciudadanía siempre pague los platos rotos” y pidió hacer un frente común para exigir a la federación y estado devolver a los municipios lo que a éstos corresponde de la captación de impuestos. Roberto Dávalos le demandó llevar a cabo una reingeniería en todas las dependencias. Mario Osuna le cuestionó su falta, los recursos que se han etiquetado en el municipio para el mantenimiento del sistema de alumbrado, los cuales dijo ascendían a 18 millones de pesos. Esto le valió ser corregido por Jorge Astiazarán, quien en tono molesto le aclaró que tenía mal la información, que para ese rubro le habían sido ampliados tres presupuestos por una suma total de 25 millones de pesos. Sin embargo, el alcalde no explicó en qué zonas se había aplicado tal inversión. Finalmente, René Mendívil se dijo no estar en el interés de acompañar ningún tipo de incrementos que afecte la economía de las familias. “Se tomaron decisiones y la mayoría es la que manda”, y concluyó: “yo no sé qué hubiera pasado si se hubiera presentado esta iniciativa en año no electoral”. LA INICIATIVA DE ASTIAZARÁN En este primer acercamiento –falta el análisis en comisiones y su votación en el pleno– la propuesta de ingresos para 2016 tuvo el visto bueno de los legisladores en lo general, con la reserva respecto al impuesto al alumbrado público. En este esquema, la iniciativa de 5 mil 781 millones de pesos presentada por el alcalde se tendrá que reducir 5 mil 693 millones de pesos, de los cuales 3 mil 854 millones de pesos provienen de participaciones y aportaciones federales. Anticipando el rechazo, el tesorero de Tijuana, José Manuel Noriega Moreno sostuvo que la administración está preparada para captar ingresos menores a los previstos en la iniciativa. De los ocho puntos en los que el alcalde Jorge Astiazarán Orcí resumió su propuesta, siete sí pasaron: 1.- Incorporar a la iniciativa de Ley de Ingresos de 2016 un nuevo tributo, el impuesto municipal por actividades de juegos con apuestas o sorteos. 2.- No aumentar los valores catastrales durante 2016. 3.- Ampliar los estímulos fiscales a los contribuyentes cumplidos. 4.- Incluir a la iniciativa de Ley de Ingresos nuevos derechos por protección al ambiente. 5.- Añadir derechos por servicios públicos municipales –recolección de basura. 6.- Disminuir derechos por actividades mercantiles. 7.- Aplicar por primera vez descuentos en todos los impuestos y derechos municipales en los meses de enero, febrero y marzo, de un 12, 10 y 6 por ciento, respectivamente.