Syed Farook, un hombre de 28 años de nacionalidad estadounidense, y Tashfeen Malik, una mujer de 27 años de nacional pakistaní, fueron identificados por la policía de San Bernardino, California, como los responsables del tiroteo que ayer miércoles 2 de diciembre dejó a 14 muertos y 17 heridos. Las autoridades han encontrado alguna evidencia de que el ataque pudiera estar ligado al terrorismo, pero se está manejando con discreción aunque ya fue confirmado el hallazgo de 14 bombas caseras en las inmediaciones de la zona del ataque. La policía maneja como hipótesis el terrorismo o un conflicto de tipo laboral. Sin embargo, según los expertos consultados por BBC, los ataques por empleados disgustados no suelen ser perpetrados en pareja. “Lo que sí parece ser cierto es que fue un ataque planeado con antelación. Pero, ¿por qué?”, dice la misma agencia británica. Pero el Presidente Barack Obama dijo hoy que si bien la matanza en California pudo estar relacionada con el terrorismo, las autoridades todavía no lo saben. La pareja se vistió con ropa de estilo de asalto y también colocó varias bombas en diversos lugares, que la policía detonó. La prensa norteamericana detalla que Farook, un empleado del condado, y Malik, farmacéutica de profesión, se conocieron en Medio Oriente tras un viaje realizado por Syed en años recientes. Tenían dos años de casados y una bebé de seis meses. Horas antes del ataque, la pareja dejó a su hija con la madre de Syed. Posteriormente, Farook se dirigió al Inland Regional Center, un centro de discapacitados, en dónde se llevaba a cabo una fiesta con motivo de la Navidad. Jarrod Burguan, Jefe de Policía de San Bernardino, dijo que en el festejo “hubo algún tipo de disputa”. Patrick Baccari, un compañero de trabajo, dijo a Los Ángeles Times que Farook estaba presente cuando el banquete empezó, pero después desapareció cuando el personal se tomó la foto navideña. Se desconoce el motivo que llevó a Syed dejar la fiesta. Pero, menciona la prensa, cuando él regresó lo hizo con su esposa. La pareja irrumpió en el centro equipada con “armas largas” y vestuario militar, explicó la policía. Algunos reportes sin confirmar, pero citados por The Washington Post, mencionan que los atacantes tenían cámaras de video. El mismo medio menciona que estaban encapuchados. Denise Peraza, una de las asistentes del banquete, dijo a Los Ángeles Times que dos personas con ropas y capuchas negras entraron al lugar con “armas grandes”. “Todos se tiraron al suelo […]. Los sujetos abrieron fuego durante 30 segundos, al azar, luego pararon para recargar y comenzaron a disparar de nuevo”, dijo. “Vinieron preparados e hicieron lo que hicieron como si estuvieran en una misión”, dijo el Jefe de Policía Burguan, quien detalló que los sospechosos habrían huido en un vehículo de color oscuro. Tras su huida del centro, se desató una persecución que culminó con la muerte de los dos agresores. Syed Farook, nacido en Estados Unidos, trabajaba como especialista en salud medioambiental para el condado de San Bernardino, inspeccionando restaurantes por infracciones sanitarias, según las autoridades y una web sobre empleados públicos. Como parte de su trabajo, también inspeccionaba piscinas públicas en lugares como apartamentos o complejos para ancianos y clubes de campo. Estaba en este puesto desde el pasado julio. Dos oficiales del FBI dijeron a The Washington Post que Farook no estaba bajo investigación del gobierno norteamericano. No está claro, sin embargo, si él tenía vínculos con otras personas que sí lo estuvieran. Farhan Khan, cuñado de Farook, dijo en una conferencia de prensa “no tener idea porqué él pudo haber hecho eso”. Las autoridades de San Bernardino no han podido ofrecer una respuesta sobre el motivo del ataque, el Jefe de Policía Burguan dijo que aunque los sospechosos no tienen ningún contacto previo con las fuerzas del orden, no hemos descartado el terrorismo”. ZETA/SinEmbargo