Fernando Ramírez Amador es subprocurador en Mexicali. Es, pues, colaborador de la procuradora general de Justicia del Estado, Perla del Socorro Ibarra. Pero ni ello le ha servido a Ramírez para librarse de los señalamientos -particularmente al interior de la institución- de corrupción, malos manejos y colusión. A raíz de la publicación en ZETA de un reportaje que daba cuento y seña de la línea de corrupción entre policías ministeriales y funcionarios en el robo de vehículos, las acusaciones contra Ramírez Amador arreciaron. Y antes que la procuradora o el propio gobernador, ordenen una investigación en su contra, el subprocurador adoptó la estrategia de la ofensiva. Así se ha pasado la semana visitando medios y periodistas para culpar de los malos manejos, las transas y los visos de corrupción, a una mujer que poco tiene que ver con la Subprocuraduría que él maneja. Se trata de Dora Iliana García, quien se desempeña como secretaria particular de la procuradora, y quien recibe los señalamientos del subprocurador Ramírez Amador. De la procuradora nada se sabe, ni si reprenderá al subprocurador o a su secretaria particular, o a ninguno. De la transa y la corrupción en la Procuraduría, la licenciada Perla Ibarra ni cuenta se da.