Aun cuando el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baja California, Jorge Armando Vázquez, dice que a él no llegó, en Mexicali y de plática con otros magistrados del Poder Judicial del Estado se vio -y se escuchó- a Salvador Morales Riubí. Miembro del Partido Acción Nacional y hoy caído de la gracia del poder, luego que renunció a la Secretaría Particular del gobernador para buscar una candidatura a diputado federal, y ya fuera del presupuesto, Antonio Valladolid -el todavía secretario de Finanzas- aprovechó para sacarlo de la jugada política. La relación Francisco Vega-Valladolid pudo más y Morales fue sacrificado. Ni gobierno ni candidatura. Como premio de consolación y para no dejar, en Acción Nacional lo nombraron coordinador de la campaña de los candidatos a diputados federales, pero el tema poco prendió. Al triunfo de los panistas, Morales Riubí ni recibió invitación alguna y sin chamba se quedó. Por eso, dice, se acercó al Poder Judicial en busca de un cargo, algo así como oficial mayor, refieren en los pasillos del Tribunal. Pero como el presidente Vázquez dice que ni lo vio ni lo escuchó, pues con nada se quedó.
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