Iba un tipo caminando y ve una mujer lindísima con unos pechos perfectos. Corre y le pregunta: — Por 100 pesos, ¿me dejaría morderle los pechos? “¡¿Pero se volvió loco?!”, responde ella. Él da la vuelta a la manzana corriendo, llega antes que ella a la esquina y le pregunta: — Por mil, ¿me dejaría morderle los pechos? “¡Escúcheme, señor! Yo no soy de ese tipo de mujer, ¿entiende?”. El tipo da la vuelta a la otra manzana, y de nuevo llega a la esquina antes que ella y pregunta: — Y por 10 mil, ¿me dejaría morderle los pechos? La mujer piensa un poco y responde: “¿10 mil? Está bien, pero vamos ahí, en ese portal…”. Ella se abre la blusa, y sacándoselos, muestra sus pechos. El tipo apenas los ve, se lanza y comienza a besarlos, tocarlos, acariciarlos, recuesta la cabeza entre ellos y los vuelve a besar; pero de morder, nada. Hasta que la mujer pierde la paciencia y pregunta: “¿Pero es que no me los va a morder?”. — No, ¡es muy caro! Autor: Abarrotero.