Una mujer de Pensilvania aceptó haberse robado una patrulla para después encabezar una persecución a alta velocidad mientras ¡EN ZERIO! estaba esposada. Resulta que Roxanne Rimmer, de 28 años de edad, había sido detenida en el poblado de Chippewa Township por un robo que cometió en enero y por el cual recibió una sentencia de cuatro a ocho años de cárcel. Obviamente los agentes pensando que la dama era inofensiva cuando la colocaron en el asiento trasero de la unidad, mientras discutían los últimos detalles del traslado a la prisión. En eso, la prisionera logró escabullirse entre el hueco de los asientos delanteros, de ahí tomó el volante y pisó el acelerador hasta que finalmente chocó. Con todo y las manos atadas.