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sábado, octubre 12, 2024
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Politizan asuntos indígenas

Su inauguración fue considerada histórica, pero el proceso fue escabroso, a consideración del regidor Salvador Espinoza Ascencio, representante del partido Movimiento Ciudadano en el Cabildo de Ensenada y principal impulsor de la Unidad de Atención a Grupos Indígenas en Palacio Municipal. En el corte del listón,  el pasado 16 de octubre, observadores especialistas en el tema indigenista resumieron la importancia que el gobierno municipal dará a la naciente dependencia desde el hecho que el alcalde Gilberto Hirata Chico no se hizo presente en el acto, “y en cambio, mandó a un funcionario de segundo nivel como el recaudador de rentas”. La oficina “atenderá todas las necesidades de los pueblos nativos y foráneos que radican en el municipio”, anunció el Ayuntamiento, aunque sin mucho presupuesto, ni plan de trabajo establecido, pero finalmente en funcionamiento después de casi dos años de cabildeo. Punto de acuerdo presentado al inicio de la actual administración por el regidor Espinoza Ascencio en su calidad de coordinador de la Comisión de Asuntos Indígenas, el de la Unidad del mismo nombre encontró desde el primer momento el rechazo de la mitad de los ediles, al considerar flojo el argumento de crear una oficina de atención especializada a esos grupos. Primero, porque ya está implícita en las funciones generales que estipula el Reglamento de la Administración Municipal; segundo, porque los servicios del gobierno los requieren los ensenadenses en general y por igual, y en última instancia, porque las finanzas del Ayuntamiento no están para más gastos. El 24 de octubre de 2013, en sesión ordinaria de Cabildo, fue aprobada la reforma al Artículo 88 del Reglamento de la Administración Pública para el Municipio, desde la cual se crea la Unidad de Atención a Grupos Indígenas, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social Municipal (DESOM). Pero en el documento no se definieron las atribuciones que tendría dicha instancia. Tras varias sesiones en el lapso, el 5 de febrero de 2014 se aprobó reforma al mismo reglamento para suprimir la Coordinación de Gabinete, así como la desaparición de varias dependencias, entre ellas la Secretaría de Turismo, donde para el ejercicio 2014 tenían presupuestados 2 millones 13 mil pesos, por lo que se acordó que al menos el 35 por ciento de esa partida se destinara ahora a DESOM, para que ésta, a su vez canalice a la Unidad de Atención a los Grupos Indígenas. Luego se acordó el punto de acuerdo para adicionar el Artículo 88 Bis, donde se establecieron las funciones y facultades de Unidad de Atención de Asuntos Indígenas, tales como manejar programas sociales, difundir las acciones que favorezcan a esas comunidades, promover cursos de capacitación y sensibilización, entre otras. El 5 de agosto de 2015 se solicita en junta de Cabildo la ampliación presupuestal del Ramo 13 Oficialía Mayor por la cantidad de 200 mil pesos y la creación de partidas para reparar los inmuebles que albergarán la Unidad de Atención a Asuntos Indígenas y oficina de pasaportes.  El cabildeo se extiende varias sesiones y el 31 de agosto se aprueba el dictamen 91/2015, donde se autoriza una ampliación presupuestal por 67 mil 425 pesos, quedando pendiente de autorización la cantidad de 132 mil 575 pesos para la adecuación de ambas oficinas. Finalmente, el 30 de septiembre de 2015, se aprueba el dictamen 107/2015 para la ampliación presupuestal por 129 mil 370 pesos para la “adecuación de oficina de asuntos indígenas y oficina de pasaportes”. A la primera le corresponden 27 mil 420 pesos, a la segunda 101 mil 950 pesos, para materiales, mano de obra y mantenimiento de las oficinas. El acuerdo se aprobó con 12 votos a favor y cuatro abstenciones, entre ellas la del síndico social Félix Ojeda Ortega.   LACERANTES   Reivindicar los derechos de los indígenas y la creación de la Unidad, es un compromiso y proyecto en conjunto con el presidente municipal desde el inicio de la administración, “pero ha sido muy escabroso, por decir lo menos; desgraciadamente muchos de los compañeros regidores, especialmente compañeras regidoras, se han opuesto a este proyecto”, expone el coordinador de la Comisión de Asuntos Indígenas de Cabildo, Salvador Espinoza Ascencio. Se refiere a las ediles del Ana Daniela García Salgado, del Partido Verde Ecologista de México; María de los Ángeles Zepeda, de Acción Nacional; y Ana Gabriela Bórquez Gómez, del Partido Nueva Alianza. Fuera de ellos, sí hay voluntad de atender a las comunidades indígenas, afirma Espinoza: “Ha habido una gran colaboración por parte del presidente municipal, ha habido algunas resistencias  por algunas gentes, pero quien más se ha opuesto aquí es el partido del PANAL, el Verde, la misma fracción del PAN han sido un poco más lacerantes, muy insistentes en esta situación. “Son revanchismos políticos, porque qué argumentos pudieran tener para no apoyar a una clase tan desprotegida, que cuando andas en campaña vas y te tomas las fotos con ellos y dices que vas a luchar para que tengan una vida mas digna. Lo cierto que a la  hora de votar los puntos de acuerdo o resoluciones, hay ciertas resistencias, ‘si tu no votas por esto, yo no voto por aquello’, no son tan coherentes, no son tan claros algunos compañeros y compañeras. Nos  hace falta madurez y más criterio para determinar los asuntos que aquí se legislan”, detalla. Aclara Espinoza que la unidad no es de nueva creación, pero lo trascendental es que se concibe como una  oficina independiente, cuyo fin sea contar con un presupuesto propio: “El año pasado logramos que se destinaran 438 mil pesos, pero desgraciadamente las compañeras regidoras no enclaustraron ese presupuesto en la Secretaría de Desarrollo Social; entonces, a pesar de tener un presupuesto, no pudieron desarrollarse al cien por ciento los términos previstos para esta unidad”. Advierte el regidor que insisten con el secretario de Desarrollo Social y con el alcalde Hirata para que el recursos lo ejerza directamente la Unidad, bajo el mismo esquema que lo tienen los regidores, supervisados por la Tesorería, “pero a final de cuentas, las denuncias y demandas de nuestros hermanos indígenas que lleguen a la Unidad serán atendidas ahí mismo, con gente que tenga la capacidad de entenderle en su propia lengua o dialecto, que no haya el malentendido”. Explica el promotor de la Unidad de Atención para los Asuntos Indígenas que las principales demandas de las comunidades indígenas, tanto las nativas como las migrantes, son la vivienda y educación, muchas demandas por discriminación de sus derechos laborales, servicios de salud como la carencia más grave en las comunidades al sur de Ensenada, así como solicitudes de láminas, cobijas y comida. Apunta el regidor que la Unidad trabajará coordinada con otras instancias similares, tales como la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Procuraduría de los Derechos Humanos, y legisladores locales y federales.  De la oficina estará encargado Salomón Ruiz Alvarado Juárez, oaxaqueño que habla dos dialectos; será asistido por Julio Ceceña, representante de las culturas nativas de Baja California. Ya tienen oficina acondicionada, la idea es posteriormente -cuando logran mayor autonomía económica- tener a un representante de la Unidad en cada delegación, pero por lo pronto con una secretaria en la oficina central, completarán un equipo de tres personas. “Lo que pasa que también tenemos que adecuarnos a los recursos que el Ayuntamiento tiene, puedo pedir una gran cantidad de personal pero eso también me va a trabar, debemos  ser coherentes, necesito que primero se abra la oficina…”.   ¿ESCABROSO?   La regidora María de los Ángeles Zepeda se muestra sorprendida de que al largo proceso que siguió la aprobación de la Unidad de Asuntos Indígenas, se le atribuyan intereses partidistas: “Su servidora es muy minuciosa en revisar los puntos de acuerdos en los demás compañeros ‘suben’”. La primera observación sobre la pertinencia de la propuesta, expone, fue que se proponía una Dirección, lo que derivaría en una carga económica para ya el de por sí mermado presupuesto municipal, por lo que convencieron al regidor del Movimiento Ciudadano que lo bajara a Unidad, “que parta de Desarrollo Social, a través de Grupos Vulnerables, hasta ahí todo bien, no sé por qué ‘escabroso’, si está muy claro”, exclama Zepeda. Reconoce la edil que la oposición fue en el sentido que se pedía una ampliación presupuestal para construir una oficina, cuando se podían aprovechar algunos espacios desocupados en el mismo Palacio Municipal. Finalmente, en una reunión de Comisiones a la que no asistió el regidor Espinoza, la regidora Zepeda sugirió que mejor se acondicionara una oficina desocupada en el cuarto piso de edificio, y que se echara mano de mobiliario existente en los almacenes, por lo que el presupuesto aprobado se redujo considerablemente. “Era bastante en un principio, pero tampoco que lo hayan reducido quiere decir que se vaya a aprobar, el recurso que pidan si lo ‘bajan’, pero qué caso tiene, si lo que queremos es ahorrar, maximizar los recursos y minimizar los gastos”, refiere Zepeda,  quien además aclara que fueron “abstenciones”, no votos en contra el suyo y tres más: “Porque también sería votar en contra de la ciudadanía”. Dice que aunque Espinoza le reclamó por analizar y decidir sin su presencia sobre la adecuación de la Unidad de Atención para Asuntos Indígenas, no hay intereses ni choques partidistas en su postura: “Su servidora siempre ha estado muy al pendiente y muy a favor de que a los grupos vulnerables se les atienda como debe ser. Ya ve, la oficina que propuse ya estaba lista nada más para abrirla, se hizo una inauguración, se hizo un ambigú, se hizo todo un protocolo que la verdad es un poco excesivo, pero cada quien…”. Ante la posibilidad de duplicidad de funciones al derivar de Desarrollo Social y Grupos Vulnerables, “por eso fue mucho el análisis, veíamos duplicidades, por qué más burocracia, pero como el regidor tiene la Comisión de Asuntos Indígenas y le interesaba que se le diera atención especial a esos grupos, y como recién se había eliminado la Secretaría de Turismo, pensamos en ese recurso, no le vimos problema y salió en unanimidad de votos”. Pero anuncia que le darán seguimiento a la multicitada Unidad para comprobar su efectividad y respuesta para con la ciudadanía: “Es importante que tenga un fin, porque si no se les va dar la debida funcionalidad, no tiene caso. Vamos a ver cuántas personas están atendiendo al mes, al igual que todas las unidades, Pesca, Asuntos Religiosos, Gestión Empresarial… Vamos a supervisar qué tanto han funcionado, qué tan viables son, porque si no están funcionando, sería mejor reintegrarlas a donde ya estaban”.     Indígenas, 2.8% de la población en BC   En el Estado de Baja California se estima una población de 3 millones 155 mil habitantes, de los cuales 89 mil 663 son indígenas, lo que arroja un porcentaje del 2.8 de la población total. Según los resultados del Censo de Población realizado en 2010 por el Instituto Nacional de Estadística y Geográfica (INEGI), la población indígena  tanto nativa como migrante que reside en la entidad, asciende a 41 mil 5 habitantes; en el municipio de Ensenada radican 23 mil 266 de ellos. El 26 de noviembre de 2010, en el Periódico Oficial del Estado de Baja California se publicó el Reglamento de Atención a los Pueblos Indígenas en el Municipio de Ensenada, donde se establece que “es del orden público e interés social y de observancia general en todo el territorio del Municipio de Ensenada, en materia de derechos y cultura de los pueblos y comunidades indígenas (…) regular el reconocimiento, protección, preservación y difusión de la cultura indígena (…) para preservar su existencia, supervivencia, dignidad y bienestar”.  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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