Ser un superhéroe te convierte en blanco fácil. Al menos eso es lo que piensa Jessica Jones, protagonista de la nueva serie de Netflix que, a pesar de tener poderes sobrenaturales, se basa en dicha premisa para no llamar la atención con ellos. Creado por Melissa Rosenberg, el programa liberó los 13 capítulos de su primera temporada, el pasado 20 de noviembre, como el segundo proyecto que la plataforma de streaming logra junto a Marvel. No, “Jessica Jones” no es una serie tan explícita en violencia como “Daredevil”, ni muestra el “Hell´s Kitchen” devastado y corrupto que conocimos en abril mediante Matt Murdock (Charlie Cox). Sin embargo, con la historia de una heroína retirada de los reflectores, solo tras un breve paso por éstos, logra tejer con éxito su propia identidad, dándole un acierto más a la alianza Netflix-Marvel. Actuada por Krysten Ritter (“Breaking Bad”), la serie comienza con Jessica al frente de Investigaciones Alias, despacho desde el que ejerce como detective privado, resolviendo casos que en su mayoría recaen en infidelidades, pero que le ayudan con sus ingresos; principalmente los relacionados a solventar su vicio con el alcohol. Ambas cuestiones son su forma de sobrellevar el haber sido víctima de Kilgrave (David Tennat/ “Doctor Who”), personaje que haciendo uso de su poder de controlar mentes, la obligó a realizar actos que la cambiaron por completo. Desde entonces en aislamiento de su gente cercana y ayudando a otros solo mediante la trinchera que construyó, la aparente calma de Jones acabará cuando su opuesto la aceche de nuevo, despertando en ella sus máximos temores. De esa forma es que capítulos como “AKA Noche de Chicas”, “AKA Síndrome de Aplastamiento” y “AKA con Wisky”, por mencionar los tres iniciales, nos presentan cómo es que ésta decide hacerle frente a la situación, para intentar detener a Kilgrave, aunque eso implique exponerse ante él. Por momentos lenta en su desarrollo, la serie no tiene demasiados combates entre sus personajes, pese a que el poder de Jessica Jones es la fuerza desmedida. Pero el enigma de su villano y la simpleza de ella, generan un gancho de curiosidad y empatía, respectivamente. Mientras que subtemas como la homosexualidad, aborto, alcoholismo, violaciones y drogas aparecen poco a poco, para darle un tono sombrío. Luke Cage y Trish Walker, quienes aparecen como figuras importantes para Jones en su versión gráfica, también son parte de la producción al ser interpretados por Mike Colter y Rachel Taylor, aunque sin duda, la sorpresa del programa es Tennant con sus actuaciones de villano y Ritter en su faceta vulnerable.
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