El paso del frente frío número 13 dejó severos estragos para la Península de Baja California, en particular en La Paz durante los días 17 y 18 de noviembre, con fuertes vientos y oleaje elevado provocó que desde temprano se observaran fuertes marejadas y corrientes de aire en la zona del Malecón Costero. Este mal tiempo generó que varias palapas ubicadas en la Zona Dorada se vinieran abajo. Eso no fue todo, pues el viento y las corrientes de agua generaron que en toda el área de la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT) se acumulara mucha basura, desechos, ropa sucia, zapatos, televisores, botes, preservativos y redes de pescadores; un grupo de ciclistas decidió tomar cartas en el asunto, ya que consideraron que al ser una zona turística de Baja California Sur, no se pueden dar el lujo de tener a la vista una imagen como esa. Así lo expresó Arturo Martínez, quien recuerda que vieron que el malecón “estaba un poco sucio y con la zona turística, qué es lo que enseñamos a los turistas: pues que somos unos puercos, nos tachan de corruptos y demás en otros países, y ven al malecón todo sucio, (por eso) decidimos limpiarlo entre mis amigos y yo”. Por sus propios medios compraron bolsas negras, recogieron la basura y esperaron que la autoridad la recogiera. Los ciudadanos consideran que la población sigue siendo indolente ante temas ambientales, pues sigue tirando basura, y la prueba fue ésta, “la basura sigue creciendo, no hay conciencia de que eso nos va afectar en un futuro, y en lugar de recogerla, tira más basura, no les interesa la zona de los pescadores, está inundado y es en perjuicio de todos”, expuso Olivia Navarrete. Debido al mal tiempo, Capitanía de Puerto colocó banderas para dar el aviso del cierre del puerto a la navegación a embarcaciones menores y actividades turísticas, por lo que prestadores de servicios de la Bahía de La Paz paralizaron sus actividades. Precisamente José Luis Martínez, encargado de la empresa Espíritu & Baja señaló que el clima les impide continuar con sus actividades turísticas, ya que “nos afecta bastante, como verán es casi imposible llevarlos con estas condiciones a los turistas, simple y sencillamente se van a marear, se van a asustar, no es conveniente manejar turismo en el mar con estas condiciones, (hay que) pensar más en el turistas y no en el que eres capaz simplemente que se lleven una buena experiencia”. Actualmente la temporada alta se basa principalmente en el avistamiento de tiburón ballena y las visitas al Área Natural Protegida Complejo Insular Isla Espíritu Santo, actividades que están detenidas prácticamente hasta el fin de semana, según el viento. “Lo fuerte es el avistamiento del tiburón ballena y la visita a la Isla Espíritu Santo, las temperaturas del agua están súper agradables y la visibilidad es súper buena, hay mucha actividad, mucha vida en el mar, entonces es muy agradable”, apuntó. Lo importante no es exponerse a sacar a los turistas al mar por obtener ganancias, dijo, sino que es preferible detener las actividades y brindar una buena experiencia a los turistas, ya que la temporada les ha favorecido con buenas expectativas para el cierre de año. “Tenemos buena afluencia de turismo, se está incrementando por el canadiense y el norteamericano, que es prácticamente el inicio de sus vacaciones, sus temporadas. Esperando que nos deje el clima, ahorita el único inconveniente es el clima, estos vientos nortes que vienen fuertes”, reiteró Martínez. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, los vientos fuertes causarán algunas afectaciones, siendo posible que las actividades en el mar se reactiven para el fin de semana, dejando trabajar a los prestadores de servicios de la Bahía de La Paz. Incluso la Organización Meteorológica Mundial, sitúa al actual fenómeno “El Niño’ como “el más fuerte de los últimos tres lustros, está en curso de convertirse en uno de los más potentes de los últimos 65 años y seguirá intensificándose hasta finales de año”, lo que deja entrever que los estragos del clima son cada vez más intensos. Para Martin José Montero, del Instituto Mexicano para la Tecnología del Agua, “en la cuestión de los promedios bianuales, el promedio de estos ‘Niño’ de dos años, este ‘Niño’ es el más intenso”. Uno de los ejemplos en los que coinciden los expertos, es en el huracán “Odile”, el cual mostró que conforme avanzan los años, los fenómenos tropicales son más intensos y con mayores estragos para las comunidades.
Publicidad
