Vivimos tiempos modernos con tecnología de punta, se hacen viejos los cuadernos y me surge una pregunta: ¿Cuándo volverán los tiempos de reuniones familiares y platicar con los nietos sin Tablet ni celulares? Yo sé que el tiempo nos cambia, pero se aviva el recuerdo y aún todavía se baila la cumbia y el rock, bien cuerdo. Los miembros de una familia, por más humildes que sea, con su tele de plasma, hoy día o la compu que desea. Recuerdo a mi nieta un día cuestionarme confundida: que si compu es grosería, con respuesta, sorprendida. Hay familias que acostumbran asistir a un restaurante, los muchachos se deslumbran con el internet parlante. Cada cual con su celular, desde el más chico hasta el padre, de los problemas ni qué hablar y de la escuela, ni máuser. Al ir caminando en la calle o cuando conducen su auto, hablando por celulares mandan mensajes de texto. Sin pensar en el peligro que su actuar les representa, a otras personas integro, la policía se presenta. Otros, no tienen tanta suerte por conducir sin fijarse hasta que les llega la muerte o a otro inocente, llevarse. Eviten las distracciones de actitudes demenciales, responsable en sus acciones y prácticas comerciales. La tecnología es herramienta de gente muy trabajadora, Policía y Gobierno lamentan que el internet lo usen maloras. Les voy a quitar la venda que los tiene embelesados, si no compran, ni quién venda, ¡telenovela y cruzados! El empresario más rico de México y todo el mundo, Slim, jarabe de pico y más pobres por su rumbo. Van niños a la primaria con celular en la mano y a veces hasta María con la Tablet de su hermano. La gente está enajenada con la caja inteligente y a veces no come nada, ¡que el servicio esté vigente! Hoy los grandes empresarios debieran bajar los precios, los hacemos millonarios, nos ven con signos de pesos. Más personas se enajenan y descuidan a sus hijos, su mente les envenenan, ¡de marionetas los hilos! Me gustaría que uno de estos días la gente se liberara, le dé la espalda a la tecnología, y su vicio superaran. La tecnología futura les toca pronto la puerta: por su salud, no es segura, ¡ya por los niños, despierta! Con tanto abuso, al tiempo desarrollarán un cáncer en sus sentidos, presiento, ¡gracias a los avances! Joel Vizcaíno Parra Tijuana, B. C.