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martes, octubre 15, 2024
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En 2016 Peña gastará lo que México no tiene

Sin importar que México no tenga un crecimiento económico significativo, tras una Reforma Energética que parece estancada, con raquíticos ingresos petroleros, salarios bajos y una presión fiscal severa que afectará el bienestar de los mexicanos, el gobierno federal ahora pretende gastar más en 2016 según Presupuesto de Egresos que está por aprobarse este fin de semana. El Poder Judicial tiene asignados 68.1 mil millones de pesos, es decir 27.6 por ciento más en términos reales, respecto a lo aprobado en 2015. En tanto que la para la Cámara de Diputados se propone un incremento de 2.1 por ciento, es decir 14.1 mil millones de pesos más. Éstos son, apenas, un par de ejemplos. Si bien la Presidencia anunció que se apretarían el cinturón y evitaría la creación de nuevos puestos, el pago de servicios personales (sueldos de funcionarios y servidores públicos) será de 7 mil millones de pesos, lo que equivale a una pírrica reducción del 0.7 por ciento con respecto al año en curso. Para la diputada federal, Eloísa Talavera Hernández, el presupuesto es una muestra de la ineficiencia de la administración de Peña Nieto, ya que más del 70 por ciento se financia con recursos fiscales y el resto con dinero propio. Cabe recordar que el Presupuesto de Egresos de la Federación en 2015 fue de 4 billones 694 mil 677.4 millones de pesos, mientras que la propuesta para 2016 fue de 4 billones 746 mil 946 millones de pesos, es decir que se trabajará con 1.10 por ciento más.    Por otro lado, hay que recordar que a lo largo de la semana la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la Cámara de Diputados ha recibido a los presidentes de las diferentes comisiones, quienes han hecho la solicitud de recursos por un monto aproximado de 800 mil millones de pesos, imposibles de otorgar, según reconoció públicamente el secretario de la comisión, Jorge Esteban Chidiac. Para el año entrante las necesidades serán las mismas, “así que el jaloneo por el dinero apenas empieza”, según dijo un economista consultado por ZETA.   Debilitamiento en hogares En torno al presupuesto que habrá de aprobarse antes del 15 de noviembre la diputada Hernández Talavera dijo a ZETA que algunos rubros ganan participación. En la estructura del gasto está el Desarrollo Social con 1.53 por ciento y Otras Funciones con 1.32 por ciento, mientras que otros dos pierden participación, Desarrollo Económico con -2.61 por ciento y Gobierno con -0.23 por ciento. “Las incongruencias de la administración de Peña Nieto son claras, la responsabilidad de los recortes al gasto público, que tanto difunden frente a la crisis fiscal, se traduce en menor importancia al desarrollo económico. En otras palabras, la reingeniería del gasto, con la metodología Base Cero, le resta importancia al gasto para detonar crecimiento económico”, externó. La legisladora advirtió que el proyecto del Ejecutivo Federal pretende una reducción del desarrollo económico por más de 104 mil millones de pesos, lo que representa menos de  8.38 por ciento con relación al presente año, cuando en circunstancia de crisis, el gobierno debería de invertir para que las familias mexicanas mejoren sus condiciones de vida. Abundó que el proyecto muestra su ineficiencia ya que el Gasto Bruto Total se financia con el 75.95 por ciento de recursos fiscales y 23.95 por ciento por los ingresos propios. Dichos aumentos tienen direcciones encontradas: el gasto por los recursos fiscales incrementa 5.05 por ciento, en tanto que por ingresos propios disminuye 4.42 por ciento, lo que demuestra la poca eficiencia de las empresas productivas y el control directo del Estado mexicano. Otra observación, advirtió, es que de un año otro, el gasto corriente gana participación mientras que el renglón de obra pública disminuye. Así pues el primer apartado se eleva a 238 mil millones de pesos, es decir tasas de crecimiento nominal y real del 6.57 por ciento y 3.57 por ciento, mientras que por el contrario, el gasto en obra pública decrece en 143 mil millones de pesos, es decir el 22.6 por ciento, respecto al monto aprobado en el presente año. En otros palabras el Presupuesto Base Cero de Peña Nieto se traduce en más gasto corriente y menor inversión en obra. La propuesta peñista plantea que por cada peso destinado al gasto para detonar crecimiento económico, 53 centavos son de gasto corriente y 47 de gasto en inversión.   Todos piden dinero Desde el lunes 9 de noviembre la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública lleva el proceso de revisión del PEF 2016 que fue entregado el 8 de septiembre por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El diputado José Teodoro Barraza López, quien pertenece a la comisión, comentó que durante la semana han tenido sesiones donde los presidentes de algunas comisiones entregaron su opinión sobre el documento, pero también han hecho la encarecida petición de ser beneficiados con ampliaciones presupuestales, porque algunos rubros están prácticamente en cero. Por citar un ejemplo, dijo, en la Comisión de Asuntos Migratorios el fondo no tenía recursos, cuando en 2015 le otorgaron 300 millones de pesos, monto que están solicitando les sea devuelto para atender la problemática. “Estamos en ese proceso de escuchar y ver cómo podemos hacer algunos ajustes al dinero. Todos están pidiendo más dinero. Finalmente vamos a ver qué tanto se puede jalar la cobija para no descobijar a otros. “Hay rubros que habrá que revisar para que no sean impactados como la educación, salud, el combate a la pobreza, son prioritario para la fracción parlamentaria del PAN. Cuidar que no salgan muy lastimados en términos presupuestales. Habrá que revisar las diferentes bolsas, para ver de dónde se le puede ir rascando para ir cubriendo huequitos que tenemos”, finalizó.   70 por ciento para sueldos De acuerdo al Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias del Congreso de la Unión los presupuestos de egresos se encuentran comprometidos en un 70 por ciento en rubros como Sueldos y Salarios, Pensiones, de las cámaras legislativas, suprema corte de justicia, secretarías de estado y demás organismos que conforman la estructura del aparato gubernamental. El organismo establece que el 30 por ciento o remanente del presupuesto no comprometido, debe ser para inversión. A decir del contador Juan Manuel Hernández Brito, para la Coordinación del Gasto Público en la Cámara de Diputados el gasto que se autoriza no es igual al que se ejecuta, existe un promedio de excedentes en dicho monto ejercido contra el autorizado, y se estima que en promedio 8.3 por ciento son los excesos que tienen dichos prepuestos. “Los presupuesto de egresos no reflejan y no dan una redistribución adecuada, para incrementar el nivel de vida, disminuir la pobreza, debido a que los programas sociales solo son un paliativo, ya que los subsidios no son programas para desarrollar inversión o redistribuir la riqueza, sino que éstos han sido manejados en muchas administraciones como programas clientelares para los partidos políticos”. El consultado agregó que si dichos programas abatieran la pobreza, entonces México no tendría 50 por ciento de la población en pobreza y la administración de Enrique Peña Nieto no hubiera contribuido con más de 3 millones 200 mil personas a la pobreza; en promedio 1 millón de personas por ejercicio. “En este momento el país requiere hacer un alto, y con ello redefinir lo que se hará para las generaciones venideras. Los temas que debemos abordar son: salario de los trabajadores; boquete fiscal por la privatización y problemática internacional del petróleo; Redistribución del gasto; Rendición de cuentas (pero verdaderas); Acceso a la salud; Educación; Cultura empresarial con énfasis social”, acotó.   Pésimas políticas públicas las de Peña La caída en los ingresos petroleros para el año entrante se verá traducida en una mayor  fiscalización hacia los contribuyentes, pues hay que recordar que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) advirtió el incremento en auditorías en un 25 por ciento, expresó el abogado fiscalista Jorge Pickett. Desde su punto de vista dijo ver pésimas políticas públicas adoptadas por el país, ya que desde el inicio del sexenio la administración le ha apostado al alza de impuestos en lugar de aumentar el número de contribuyentes, así como una mayor derrama económica, traducida en mayores planes de infraestructura, generando más empleos directos e indirectos. “En ese orden de ideas, considero que el presupuesto de egresos le apuesta poco al crecimiento económico, pues es escasa nuestra perspectiva de crecimiento comparada con otros países emergentes. “Estoy convencido que México debe apostarle a la creación de mayores planes de infraestructura a través del esquema de Asociaciones Público Privadas, reducir las tasas de los impuestos, generar mayores deducibles e ir por el grueso de la población que es económicamente activa y no aporta al gasto público y no ir tras los contribuyentes ya registrados a través de programas de fiscalización agresivos”, resumió.   Avances a medias En la primera mitad del sexenio de Enrique Pena Nieto, logró que el Congreso le aprobara 12 Reformas Estructurales. En su momento el mandatario consideró como histórica la situación y afirmó que a partir de ese momento se transformaría y movería al país. En torno al tema, Adolfo Solís Farías consideró que las reformas, con excepción de la hacendaria, fueron buenas para el país, porque implicaron un cambio de paradigma, sin embargo, el sistema de vida, el ingreso per cápita, la armonía social y los beneficios que debe brindar un Estado a sus ciudadanos, no mejorarán en el corto plazo, ya que solo se hizo un cambio de legislación, no un cambio de actitud en el gasto, ni un sistema de control presupuestal. Abundó que con las reformas se tienen mejores leyes, más fortalecidas y modernas, pero no ha cambiado la mentalidad de los gobernantes. “Los dispendios en el Gobierno, el gasto corriente excesivo, las partidas secretas, los subejercicios, los aviadores, los funcionarios incrustados en el sistema que no generan productividad, la corrupción, el cohecho, el desvío de fondos y la malversación, así como las adjudicaciones directas y licitaciones manipuladas, son un malestar que con buenas leyes no cambiará”. Por lo anterior advirtió se necesitan erradicar dichos males y será hasta entonces, que los ciudadanos verán mejorada su calidad de vida sin importar que cambie o no la ley, porque es un tema de control presupuestal, no de reformas. “Hoy tenemos leyes de control presupuestal; leyes de transparencia, órganos de vigilancia, fiscalías, ministerios públicos, pero no se acaba el dispendio, entonces no se trata de leyes, personas o instituciones, sino de actitudes reales contra los fenómenos citados”, finalizó.   Difícil 2016 En torno al escenario para el próximo año el economista, José Luis Contreras Valenzuela consideró que será un año muy difícil, por lo que es poco probable que el crecimiento del país se coloque a tasas del 3 por ciento. “Va a ser imposible. De hecho, una tasa de crecimiento para 2016 difícilmente se va a asomar al 2 por ciento, me atrevería al 1.9 por ciento. Eso es lamentable, porque esos crecimientos insuficientes no dejan de ser un lastre para poder ajustar o compensar la pérdida que hemos tenido en otros años e incluso el crecimiento va a ser difícil con un presupuesto pobre, ya que es insuficiente para estimular la inversión además de que no creará condiciones para crecer al 3 por ciento”.

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Autor(a)

Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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