Dos amigos se encuentran en un bar y uno le dice al otro: — Estoy tan aburrido con mi mujer, que me tiene al borde del suicidio. “No seas tonto, hombre, ¡elimínala!”. — Pero ¡cómo! “Hazle el amor todo el día, si es posible 40, 50 o 60 veces diarias hasta matarla”. Dos meses después, los amigos se encuentran y el que se quejaba de su señora está flaco, ojeroso, pálido y con aspecto cadavérico. Su amigo le dice: “¿Y cómo te fue con tu señora?”. — Ahí anda la tontona, feliz de la vida, silbando y cantando, ¡ni sospecha que la estoy matando! Autor: La tontona.
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