Actualmente en Baja California, el 30 por ciento de los embarazos que se reportan a la Secretaría de Salud, se presentan en una edad temprana, es decir, de los 10 a los 19 años de edad; la mayoría de ellos en nivel escolar de preparatoria, pues en promedio, la vida sexual inicia pasados los 15 años de vida. Además, de los 15 mil 573 eventos obstétricos (relacionados con embarazos), que ha atendido el Instituto de Servicios de Salud (Isesalud), 4 mil 266 partos y 499 abortos corresponden a adolescentes, en lo que va de este 2015. A pesar de que la incidencia ha disminuido con los años, pasando del quinto al lugar 14, la estadística representa que el 10.4 por ciento de estos casos terminan con la interrupción anticipada del embarazo, perdiéndose la vida del producto. Dando estas cifras, María Guadalupe Hernández Bracamontes, responsable de Planificación Familiar, Salud Sexual y Reproductiva en Adolescentes de Isesalud, hizo hincapié en las situaciones que comúnmente se relacionan al fenómeno del embarazo adolescente. Habló de deserción escolar y el abandono o falta de un proyecto de vida, rechazo social y problemáticas en el entorno familiar, así como problemas de salud. “La joven no está preparada fisiológicamente para tener un bebé, entonces ni le aporta los nutrientes necesarios y esos bebés no se están desarrollando adecuadamente, puede llegar a término ese embarazado pero tenemos bebés con problemas, complicaciones, daños que requieren de cuidados especiales”. Son comunes los partos prematuros, el desprendimiento de placenta y abortos espontáneos, o que una vez nacidos, los productos (bebés) permanezcan en las unidades de cuidados intensivos neonatales por hasta dos meses, debido a sus malas condiciones por la falta de un control pre natal adecuado. Hernández Bracamontes explicó que los jóvenes que se ven inmersos en esta situación, también suelen tener en común características como embarazos tempranos en su entorno familiar, falta de escolaridad y una baja percepción económica, lo que deriva en que los padres deban permanecer por períodos prolongados fuera del hogar, afectando su supervisión. El vínculo con el consumo de alcohol La psicóloga Karla Plascencia, coordinadora estatal del Programa de Prevención de Adicciones de Isesalud, estimó que en el 80 por ciento de los embarazos de adolescentes, el consumo de alcohol es factor, al funcionar como un desinhibidor. Las fiestas son la situación más común en que se genera esta situación, ya que genera aceptación en el medio social en que se desenvuelven. “El consumo de alcohol es un distractor para ellos, lo consumen para divertirse, simplemente para sentirse mejor, por imitación, por salir de los problemas, algunas veces en familia ya es como una tendencia los fines de semana, las fiestas, es algo que les quita la timidez para poder hacer cosas distintas”, detalló. El alcohol no solo limita el uso de anticonceptivos al sostener relaciones sexuales, sino que representa una de las principales causas de mortalidad entre adolescentes, sobre todo al generar accidentes de tránsito y riñas. Entre los 5 municipios de Baja California, Isesalud presta tratamiento por consumo de alcohol a 372 jóvenes, si bien el enfoque sigue siendo el de la prevención, abarcando el 100 por ciento de las instituciones educativas, aseguró Plascencia. Sociedad alcoholizada De acuerdo a sondeos realizados por este Semanario entre estudiantes de preparatoria, el consumo de alcohol es común, desde que se cursan los últimos meses de secundaria. No es difícil encontrar a un adolescente que consuma cerveza, lo hacen en reuniones, incluso con el consentimiento de sus padres.