Acompañada de su menor hija, María Elda Fimbres conducía un automóvil compacto la noche del sábado 10 de octubre por una transitada vialidad de la colonia Gabilondo, en Tijuana, cuando intempestivamente una pick up las embiste e intenta darse a la fuga, sin lograr el objetivo. De la camioneta Toyota Tacoma, color blanco, de reciente modelo, placas de la Ciudad de México, descendió un hombre presuntamente ebrio, que no tuvo empacho en destapar una cerveza y averiguar lo ocurrido, relata Jorge Cristiani Ramírez, ex esposo de María Elda y padre de la menor. “Ando bien pedo”, confesó el conductor a autoridades de tránsito. Se trataba del funcionario federal Jaime Alejandro Lechuga Vega, coordinador operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y responsable del programa Vaquita Marina. Al auxilio de la mujer y la niña, Cristiani Ramírez, solicitó la presencia de su agente de seguro, también hizo lo mismo la otra parte. “La compañía de seguros del funcionario nos trató de una manera déspota, de antemano nos advirtió que teníamos que otorgar el perdón, sin todavía documentar el caso. Después dijo que nosotros le mandáramos la factura del taller, y si es que la compañía autorizaba el cheque, nos pagarían”. Los daños mecánicos, de acuerdo a Cristiani ascienden a 2 mil dólares, más la estancia en el vehículo en el corralón municipal, así como asistencia médica para evaluar lesiones de los pasajeros. Las autoridades le fijaron una fianza de 120 mil pesos al funcionario. Del hecho se abrió la averiguación previa 2432/15/203/AP; pese a que la familia no otorgó el perdón, el funcionario salió libre, pero tendrá que acudir cada viernes ante las autoridades mientras no se resuelva su situación. Entrevistado por ZETA, Lechuga Vega confirmó el accidente y confesó que había bebido una cerveza y media. “Iba llegando de Mexicali de una comisión del trabajo, no iba a exceso de velocidad, pero venía consultando una aplicación móvil porque no conozco la ciudad muy bien y andaba buscando una dirección cuando pasó el accidente. El parte oficial señalaba estado de ebriedad incompleta; me había bebido una cerveza y media, que por cierto era encargo, y yo tenía sin beber todo lo que va del año”, dijo. El funcionario manifestó que no se negaba a asumir su responsabilidad, pese a que con este accidente quedará “manchada” su carrera de más de 7 años en la institución. “No me parece justo, soy una persona responsable con mi trabajo y no quiero esa mancha. Fue un accidente que estoy dispuesto a pagar”, concluyó.
Denuncia que funcionario ebrio chocó auto de su familia

Autor(a)
- Publicidad -