Luego de que la campaña de suscripciones de El Diario NTRGuadalajara saliera del aire por presuntas presiones gubernamentales, eldirector general de la casa editorial, Guillermo Ortega Ruiz lamentó el regresode la censura como práctica para acallar a los medios de comunicación. Al periodista le parece inconcebible que en un tiempo dondela redes sociales han cobrado gran fuerza y se creía muerta a la censura “se vuelva a prácticas prehistóricas delpasado, donde se actúa desde el poder para dar un ‘manotazo’ y censurar a unmedio”. Como medida del periódico, con sus propias herramientas, seha externado una queja pública y anunció que la próxima semana saldrán lostrabajadores de NTR a las calles “a poner el periódico en las manos de la gentey a decirle lo que está pasando e inconformarnos con el hecho de que se impidala campaña de suscripciones de un periódico porque el gobierno siente que logolpean o lo critican”. A ocho meses de estar circulando en la entidad El Diario NTRpreparó una campaña de suscripciones a través de intercambios conradiodifusoras, televisoras y empresas de publicidad en exteriores. En radiolos spots sólo fueron escuchados durante dos días, después salieron del aire. Lapauta en televisión y anuncios espectaculares no fueron aceptados por lasempresas. Ortega Ruiz resume lo que sucedió: “Lo que nos explicaron esque, pues era una campaña que resultaba agresiva para el gobierno y que latendríamos que cambiar sí queríamos mantenerla al aire. Eso es en pocas palabraslo que sucedió”. La campaña de suscripciones está basada en portadas yencabezados de notas publicadas desde que el diario salió a la circulación enabril. Se eligieron algunas cabezas de trabajos destacados como la que dice “Gabinetede perdedores en Jalisco”, entre otras. “El ejecutivo de ventas le dijo a nuestro coordinador que enesos términos la campaña no se podía mantener al aire. Dijeron que ellosactuaban como un agente conciliador. Que no querían generar dificultades. Quesi cambiábamos el contenido de la campaña la volvían a poner y sí no cambiábamosel contenido de la campaña entonces pues se quedaba fuera”, agregó el directivoeditorial. Guillermo Ortega no tiene pruebas, pero su experiencia, lacharla de un funcionario de Comunicación Social del Gobierno del Estado con unade las reporteras del diario y lo que dicen los vendedores de radio, hacenpensar que se trata de una presión del gobierno para censurar al medio decomunicación. La suspicacia de un boicot desde las entrañas del poder públicoen Jalisco determina que se manifieste la inconformidad del nuevo periódico,dice Ortega. “Y digo la suspicacia, pues por decirlo de una forma, porque notengo una prueba documental, un documento que me permita asegurarlo, perobueno, todos los indicios nos conducen hacia Casa Jalisco”. La contracampaña de El Diario NTR se encuentra en su portalde Internet bajo el hashtag #NoNosCallarán,donde pueden apreciarse los spots de radio, televisión y las portadas censuradas.