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domingo, octubre 13, 2024
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Así planeó crimen y robo de bebe

Hace dos meses, Nancy Carrasco Pérez abrió las puertas de madera que tapan la cochera de la casa en la que vivía –propiedad de sus suegros– y sacó un automóvil blanco que casi no se movía, arregló el patio para recibir a sus invitados. Organizó el baby shower de su bebé. Le darían la bienvenida al primer hijo de su segunda relación, la que inició con Francisco Javier Torres Cubias, un hombre dedicado a la compraventa de fruta. Ella a sus 34 años y él pasado sus cuarentas. Familiares y amigos estaban ahí. Nancy no convivía con vecinos, por eso eran contados los invitados de la colonia, pero sí fueron varios los testigos de aquella fiesta. Globos, regalos, manteles, bebidas y colores pastel. Lo normal. Una fiesta sencilla. Los tonos de las paredes de la casa estaban ad hoc. Lo que los testigos no saben, es si en aquella celebración estuvo Luvineydi Yasmin Velázquez Thomas, a quien conoció en las consultas prenatales del seguro social, hizo su amiga y aproximadamente en ese tiempo identificó como su víctima. La asesinaría y le robaría a su bebé, porque el de ella lo había perdido.   La casa marcada con el número 8938 de la calle Chalqueños en la colonia Mariano Matamoros hoy está sola, desde hace días, tres o cuatro, ya no se abren los dos candados que la resguardan, y lo único nuevo es una veladora con la estampa de la virgen de Guadalupe que alguien puso al pie de la puerta que da al patio, y que recuerda que de ahí, salió una mujer sin vida. Algunos de los vecinos no saben ni el nombre de las personas que ahí vivían, mencionan que la convivencia entre vecinos no es algo que se acostumbre en la colonia, pero que sí se les reconocía por su tiempo de residencia. Los suegros de Nancy –la presunta responsable del homicidio–, se fueron a vivir a la casa de una de sus hijas, mientras que Francisco Javier decidió alojarse en un hotel de la ciudad.   En fechas del baby shower Hace un par de meses, no se sabe si antes o después del baby shower, Nancy Carrasco Pérez abortó y se deshizo del cuerpo tirándolo a la basura, pero decidió simular que la gestación continuaba de manera normal, según ella por temor a que su pareja la dejara. Fue así que empezó a planear su farsa y buscar a una mujer embarazada resultó indispensable. Acudía a sus citas normales al seguro social para el control prenatal. Adscrita a la Unidad Médica 25 del IMSS, conoció a Yasmin Velázquez Thomas, una jovencita embarazada de apenas 23 años que además era madre de un niño de dos. Logró hacerla su amiga y según lo que declaró, comían juntas, tomaban el café y se acompañaban en distintas actividades. Las unía un embarazo en etapas similares. Supuestamente.   Ya era 30 de octubre –viernes– y a Nancy le urgía “dar a luz”, los tiempos de su embarazo ya no daban para seguir fingiendo. Esa tarde había quedado con Yasmin de verse, quien aceptó después de visitar al ginecólogo como parte de su control médico a seis meses de gestación, casi siete. Cuando se vieron, a la una de la tarde de ese día, Nancy tuvo un impedimento para llevar a cabo su plan: Yasmin era acompañada por su hijo de dos años. Pero logró resolverlo. La convenció de que lo dejaran con una amiga y su madre aceptó. Nancy fingió llevarlo, pero en realidad lo dejó abandonado en una calle de la colonia. El niño, que ya fue recuperado, ahora se encuentra con su padre.   Adentro de la casa, en el segundo piso, Yasmin se sentó en uno de los sillones pero luego Nancy la invitó a pasar a su recámara. Observaban los objetos para el recién nacido, el que Nancy no iba a dar a luz. Yasmin enfrente y Nancy atrás. A sus espaldas vio que era el momento. Para hacerse del bebé, primero habría que matar a quien lo llevaba adentro. Yasmin portaba una mascada con estampa de leopardo que su agresora bajó al cuello y apretó hasta dejarla sin aire. Luego la desnucó. Tomó un cuchillo que según las descripciones del ministerio público de homicidios dolosos es grande, hizo un corte al abdomen –de casi 20 centímetros– de Yasmin y con sus manos hizo lo necesario para llegar a la placenta, romperla, y sacar a una niña de siete meses. Con sus uñas cortó el cordón umbilical y lo anudó. Arrastró el cuerpo de Yasmin al baño del cuarto y lo cubrió con cajas, una bolsa de plástico, ropa y cortinas. Posteriormente Nancy se comunicó con sus familiares, anunció el alumbramiento y también pidió una ambulancia de la Cruz Roja. Los paramédicos y familiares llegaron al lugar y los primeros se dedicaron a auxiliar al bebé en sus problemas para respirar. Luego las trasladaron a la clínica 1 del IMSS. Pero Nancy no parecía haber dado a luz y el médico se dio cuenta. Optó por pedir que le llevaran la placenta al hospital, que a decir de la consignada por el delito de homicidio, estaba en su casa. Por eso sus familiares fueron a la vivienda, donde siguiendo el rastro de sangre,  encontraron el cuerpo de Yasmin, cuya cabellera era lo único distinguible entre las cosas que Nancy le amontonó encima para cubrirla. De acuerdo al reporte oficial, luego de una llamada al número de emergencia 066, que al parecer hizo Francisco Javier Torres Cubias –esposo de Nancy–, policías municipales acudieron al domicilio, y más tarde arribaron policías ministeriales. Sin embargo, versiones de vecinos indican que la policía municipal llegó acompañando a Francisco Javier y a Nancy desde la clínica del IMSS. Además de ellos dos, en primera instancia se detuvo a Reyna Isabel Muñoz Guzmán y a Ramón Ortega Garibay. Todos, a excepción de la indiciada, recobraron su libertad al no encontrarse elementos para involucrarlos. Nancy ya se encuentra internada en el Centro de Readaptación Social de Tijuana, desde donde enfrentará proceso por homicidio calificado. La pequeña está hospitalizada en la clínica 1 del IMSS, su estado de salud es bueno y cuando sea dada de alta, en unos siete días, será puesta a disposición del DIF, donde su padre podrá recuperarla.   Uno de tres casos En lo que va del año, éste es el segundo caso en que una mujer  roba a un bebé para hacerlo pasar como suyo. Durante la última semana de junio, se dio a conocer el caso de la menor  Luz Maité, quien fue separada de su madre por Miriam Guadalupe Padilla Aguilar, con todo y documentos. Se supo que aquella mujer, que se hacía pasar por empleada de la Secretaría de Desarrollo Social, escogió entre tres bebés.  Ella y su pareja, Jesús Robles Larios, fueron detenidos. Posteriormente, en el mes de agosto de este año, una menor que se encontraba bajo custodia del DIF desde hacía meses fue devuelta a su madre. Se trata de la niña Blanca Jazmín, quien fue sustraída desde octubre del año 2014. Según lo que se informó, María Elena Maldonado la separó de su madre y la criaba como suya, de hecho, publicaba fotos en su cuenta de Facebook con la niña y su pareja, Ever Martínez Zaragoza.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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