Con prácticamente un lugar en la postemporada de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), los Águilas de Mexicali terminan la primera vuelta en el liderato del standing. Su buen arranque, así como el balance entre ofensiva y lanzadores, le han dado al manejador Edgar González un equipo muy competitivo a lo largo de la competencia. Destacando el trabajo de los bateadores extranjeros Wellington Dotel, C.J. Retherford y Chris Roberson, quienes son un constante peligro para los lanzadores enemigos. Además de los nacionales Walter Ibarra, Ramón Urías, Xorge Carrillo y Ricky Álvarez. El caso del dominicano Dotel es extraordinario. Batea por encima de los 400 de promedio (.404), donde es líder, además, domina los departamentos de carreras anotadas, hits, triples y bases robadas. “No estoy pendiente de los liderazgos, sino en ganar como equipo y hasta ahora vamos muy bien”, comenta el pimentoso jardinero. Llegó procedente de Liga independiente con los Bridgeport Bluefish de Connecticut, donde terminó como campeón bateador con .340 de porcentaje, fue líder de imparables con 180, tercero en dobletes con 31, primero en triples, séptimo en carreras producidas con 68; aparte, se fue para la calle en ocho ocasiones. Apodado a sí mismo como “El Rústico”, ya conoce Mexicali, pues jugó con los Aguiluchos de Mexicali en Liga Norte de México en las temporadas 2012 y 2013, con sobresalientes actuaciones que le valieron llegar a LMB con Olmecas de Tabasco en 2012 y emigrar a Japón en 2013. Ya se habla del interés de algunos equipos de Liga Mexicana, quienes ven a Wellington Dotel con mucha actuación su forma de jugar y también ha despertado el interés de buscadores de talentos de organizaciones ligamayoristas. “Siempre ha sido mi sueño el llegar a las Grandes Ligas. Las cosas no se han dado tal vez porque Dios no ha querido, pero nunca me voy a rendir, seguiré trabajando a ver qué pasa, si voy a Estados Unidos o me quedo aquí en México; lo que quiero es jugar a la pelota”, reconoció. Sobre el apoyo del público mexicalense que acude cada noche al estadio B’Air, el quisqueyano comentó que ya había tenido la experiencia de participar en Liga Norte, pero ahora con Águilas, está sorprendido de la entrega de la afición. “Es muy grande, son muy exigentes y eso me gusta, porque sin una buena afición, no hay juego. Esperamos darles grandes satisfacciones”, puntualizó. En cuanto al pitcheo, cuentan con el mejor lanzador del torneo: Javier Solano (6-1 y 3.38 de ERA), acompañado de Stephen Landazuri, Edgar Osuna, Alexandro Delgado y Marco Duarte. Los relevistas son Yair Lozoya, Omar Espinoza, Edgar Gómez y José Manuel Gómez, mientras que Brett Reifer y Esmandi Caridad se hacen cargo de los cierres. Para el timonel Edgar González, quien reconoce haber llegado de último momento al timón del equipo, por invitación del gerente David Cortés y ante la imprevista salida de Juan Gabriel Castro, los está llevando por aguas tranquilas, lo cual se ve reflejado en el primer lugar del standing, mismo que no han soltado desde que inició la campaña. El hermano de Adrián, estrella de los Dodgers de Los Ángeles, jugó en Grandes Ligas, en la fuerte Liga de Japón, en la pelota mexicana de invierno, series del Caribe y clásicos mundiales; además, en 2014 publicó el libro “El Juego Perfecto” y es dueño de una taquería en Tijuana. “Estamos jugando como me gusta, siempre agresivos, provocando jugadas, con robos de bases, toques de pelota. Somos un equipo emocionante, que le agrada a la tribuna, somos rápidos, gozamos del juego, robamos bases. Y es que el equipo está diseñado para poner la pelota en juego”, comentó. “Vengo de una familia de puro Beisbol, somos tres hermanos hombres, Adrián, que juega en Grandes Ligas con Dodgers; mi hermano mayor, David, que pudo jugar profesional pero se lastimó, y yo que jugué en todos los niveles. Este deporte ha sido parte de mi vida desde pequeño, es cierto, soy un manejador novato, voy empezando, pero siento que estoy listo. Me llegó esta oportunidad algo rápido y, sin temor a equivocarme, siento que me he preparado toda la vida para este momento, y lo estoy aprovechando al máximo”. — ¿Como para ser campeones? “Vamos paso a paso, pero mis muchachos han mostrado que quieren ganar, siempre juegan agresivo y se les mira comprometidos con lo que queremos, con lo que busca la directiva, y ni qué decir de la afición, ellos se merecen lo mejor”, puntualizó Edgar. La última corona de los Águilas data de 1999, desde entonces, cayeron en las finales de 2004-2005 ante los Venados de Mazatlán y en la 2012-2013 frente a los Yaquis de Obregón. En esos 17 años, Naranjeros de Hermosillo y Yaquis han ganado cuatro campeonatos; Venados de Mazatlán y Tomateros de Culiacán, en tres ocasiones; Mayos de Navojoa y Cañeros de Los Mochis, una vez; mientras que Guasave y ahora Charros, no han ganado, al igual que Mexicali. Como cada año, el optimismo ronda en el equipo, desde los directivos hasta los jugadores sienten ese compromiso y tiene como meta el objetivo de ser campeones. Es obvio que hay presión para la novena, pero también, que la Liga es bastante competitiva. En la temporada 2014-2015, los Águilas de Mexicali lucían como uno de los favoritos para llevarse el campeonato. Fueron tercer lugar del standing, debajo de los Charros de Jalisco y los Tomateros de Culiacán. En la ronda de comodines, dejaron fuera a los Yaquis de Obregón en siete reñidos partidos, pero en la semifinal se toparon a los “guindas” y, tras siete aguerridos juegos, fueron derrotados, pero dejaron un grato sabor para el plantel dirigido en ese entonces por Juan Gabriel Castro. Mister “mil hits” No todos los días se presentan marcas o se rompen récords en Liga Mexicana del Pacífico. Y cada vez son menos los jugadores que se acercan a los números de inmortales de este circuito. Por eso lo conseguido por Ramón Orantes, de los Cañeros de Los Mochis, es digno de reconocer: llegó a la mágica cifra de los mil hits, algo que apenas 12 peloteros han conseguido en la historia. Su batazo fue en la tercera entrada en Mexicali, en un juego que se fue de 4-4, incluyendo tres dobletes y su equipo ganó. El líder, como en casi todos los renglones ofensivos del circuito costeño, es Héctor Espino, con 1824. Le siguen Matías Carrillo (1486), Alfonso “Houston” Jiménez (1339), Juan Navarrete (1271), Francisco Estrada (1268), Aurelio Rodríguez (1175), Jesús Sommers (1073), Alonso Téllez (1056), Francisco Rodríguez (1037), Daniel Fernández (1028), Andrés Mora (1015) y Cornelio García (1011). El nativo de La Paz, Baja California Sur, está en su temporada 22, que inició en la campaña 1993-1994 con los Yaquis de Ciudad Obregón para posteriormente mudarse a Mexicali en la de 1997-1998 y después llegar a los Cañeros de Los Mochis, donde ha jugado por 18 años.