Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura 2015

La periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexievich, de 66 años, ganó el Premio Nobel de Literatura 2015 por “sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo”, anunció la Academia Sueca en Estocolmo el jueves 8 de octubre. Svetlana Alexievich (31 de mayo, 1948) nació en Ivano-Frankivsk, en Ucrania, hija de padre bielorruso y madre ucraniana; su obra la ha escrito en ruso. Reportera por vocación, estudió periodismo en la Universidad de Minsk entre 1967 y 1972. Su primer libro se titula “War’s Unwomanly Face” (1988), basado en entrevistas con cientos de mujeres que participaron en la II Guerra Mundial.  Es autora de “Voces de Chernóbil” publicado en 1999, editado en español por Siglo XXI en 2006, y reeditado por Penguin Random House en 2014, sobre las consecuencias del desastre nuclear de 1986 en Chernóbil durante la decadencia de la ahora ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). “La URSS fue un intento fallido de crear una civilización alternativa”, diría en una entrevista para El País. Junto a “La guerra no tiene rostro de mujer” y “Voces de Chernóbil”, integran el conjunto titulado “Utopía roja” otros libros como “El chico de Cinc”, “El último testigo” y “El fin del hombre rojo”. “He estado buscando un género que me permita la aproximación más cercana posible a la forma en que veo y escucho el mundo. Finalmente, elegí el género de las voces humanas y confesiones”, sostiene categórica Svetlana Alexievich (http://www.alexievich.info/), premisa que resume su vocación de reportera que ha retratado en voz de sus entrevistados las secuelas de la guerra. Recientemente, en 2013, con “El fin del hombre rojo” ganó el Premio de la Paz de la Feria de Frankfurt en Alemania y el Premio Médicis de Ensayo en Francia, año en que se consolidó su candidatura al máximo reconocimiento literario que finalmente ganó en 2015. Acérrima crítica del régimen de Alexandr Lukashenko, presidente de Ucrania desde 1994, Svetlana Alexievich ha vivido exiliada temporalmente en países como Italia, Francia, Alemania y Suiza, entre otros.