Las recientes lluvias en La Paz evidenciaron la necesidad de atención e inversión para reparar ciertos daños, actualmente ocho escuelas necesitan atención por parte de las autoridades, las calles están en pésimas condiciones y la infraestructura pública ha sido gravemente afectada. ZETA acudió al Instituto Sudcaliforniano de la Infraestructura Física y Educativa (ISIFE) para conocer el avance en la reparación de los daños, donde su titular, Carlos Rivas, señaló que la mayoría de las escuelas afectadas ya están incluidas en los daños provocados por el huracán “Odile”, es decir se esperan recursos del Fondo de Desastres Naturales, los cuales no han llegado del todo. “Localizamos algunos con daños efectivamente, pero las tenemos etiquetadas desde el huracán ‘Odile’ del año pasado, que son recursos que por los mecanismos del FONDEN; las reglas de operación de FONDEN no han permitido que todavía podamos contar con la totalidad de los recursos de ‘Odile’ del año pasado, se nos ha administrado el 30 por ciento de los recursos”, señaló. Las ocho escuelas afectadas son: Jardín “Calafia” en la colonia El Conchalito; Jardín “Hans Christian Andersen” en El Calandrio; Jardín de Niños “5 de Febrero” en Solidaridad; Escuela Primaria “Víctor Hugo” en El Calandrio; Primaria “Joaquín Amador” en Conchalito; Escuela “Bocanegra”; Secundaria Número 33 “José Pilar Cota Carrillo”; y Escuela Normal Urbana. “Recientemente son daños en cercos, bardas, que ya estaban desde ‘Odile’, pero con las lluvias recientes se acrecentaron, se hicieron más evidentes, tenemos defectos de impermeabilización, algunas inundaciones, o que falta alguna ventanería y que por ahí se mete el agua”, destacó el director del ISIFE. El diagnóstico se tiene evaluado desde el paso del huracán, sin embargo, en la revisión que se hizo por las pasadas lluvias, el resultado fue que los daños van en la misma sintonía; sin embargo, incrementaron por la falta de atención, por ello, “solo estamos esperando recursos, muchos de los planteles ya se empezaron a atacar, dándole soluciones en la medida de nuestras posibilidades, en la medida también de la disposición de las empresas contratistas que nos están ayudando”. Por otro lado, las calles de La Paz están en tan malas condiciones que la familia Loubet optó por atender el problema: “Hoy con mi papá seguimos tapando los baches de la calle Constitución, en tres días hemos tapado12 baches”, pero los problemas en las vialidades han subido de tono, al parecer una fuga interna y tubería rota, aunado a la humedad provocada por las lluvias pasadas, causando el desplome de una parte de la calle Morelos entre Belisario Domínguez y Malecón en La Paz; un camión de carga tipo “trompo” de una empresa constructora fue prácticamente devorado por la tierra. Destaca también el caso del Museo Regional de Antropología e Historia de Baja California Sur, con sede en La Paz, el cual sufrió severos daños el pasado fin de semana, así lo dio a conocer el director del Museo, Alejandro Zúñiga de la Toba, quien afirmó que de momento no hay acceso a las instalaciones, ya que todo el sistema eléctrico fue dañado. Las afectaciones fueron generales y el transformador que alimenta al mismo, fue alcanzado por un rayo. “El Museo recibió un rayo en su transformador durante la tormenta eléctrica del sábado, y esto dañó el sistema interno del museo, el sistema de seguridad, la electrificación, la climatización, y hemos acordado autoridades centrales del INAH, el Gobierno del Estado, las representaciones sindicales, mantener una guardia externa y las instalaciones cerradas cuando menos esta semana”, declaró. El directivo informó que ya se solicitó la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que acuda un ajustador a realizar el trámite correspondiente para que el seguro cubra los daños a las instalaciones; de momento se ha montado una guardia para resguardar las instalaciones. “Estará aquí la ajustadora contratada por el INAH para hacer el ajuste del daño y empezar el proceso de arreglo de esta instalación. Son poco más de 200 mil pesos y creo que sí deben entrar por medio del seguro, hasta que no se haga el ajuste no podemos abrir las instalaciones”, advirtió Zúñiga de la Toba. Esta situación reconfirma que la ciudad no está estructurada para soportar este tipo de lluvias, ya que 40 minutos de precipitación causan un caos en la ciudad, todo se paraliza y hace falta mucho trabajo por hacer.
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