(EDICIÓN IMPRESA) Con la aprobación de los diputados y el cambio en algunos de los apartados incluidos en la Ley de Ingresos para el 2016, el gobierno federal rectificó una mínima parte de la afectación que generó a la economía mexicana con la Reforma Hacendaria la cual enfatizó la fiscalización del contribuyente a la vez que suprimió deducciones en diferentes rubros. Lo anterior se da luego de que la Comisión de Hacienda y la Cámara de Diputados discutió los apartados a incluir en la ley del año próximo para con ello lograr la recaudación de más de 4 billones de pesos que necesitará el gobierno federal para operar. Luego de haber recibido luz verde la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados turnó el documento a la Cámara de Senadores para su análisis y posterior ratificación lo cual habrá de ser entregada antes del 31 de octubre. Dentro de las secciones que vuelven está la deducción al 100 por ciento de los gastos vinculados con la incapacidad laboral con los mismos requisitos para los gastos por honorarios médicos, dentales y hospitalarios. Además se recupera de la deducibilidad por adquisición de autos de 175 mil pesos monto que se tenía en 2014. Cabe recordar que con la reforma había disminuido a 130 mil pesos. Por otro lado, se redujo en un 50 por ciento la cuota de bebidas saborizadas que tengan hasta 5 gramos de azúcar añadidos por cada 100 mililitros, cuando se tenía un Impuesto Especial sobre Producciones y Servicios (IEPS) de un peso por litro. Pero en el camino hubo otros puntos que no lograron prosperar como fue la disminución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 11 por ciento en la frontera, de una tasa del 16 por ciento, esto como parte de una propuesta por parte del Partido Acción Nacional (PAN) para revertir la homologación de este gravamen que seriamente ha afectado la economía local. Asimismo se procuró regresar al Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECOS). En este apartado los contribuyentes cubrían una cuota anual fija que cobraba el estado y luego se reportaba a la federación para luego retornarlo vía presupuesto para el estado. Se pedía las deducciones al 100 por ciento de los gastos en previsión social, algo con lo que ya contaban las empresas. Además, el gobierno federal impuso una tasa del IVA del 16 por ciento para el alimento de mascotas, apartado que quedó tal cual para el 2016, aunque existe una contrapropuesta por parte del PAN que aún no prospera en el Congreso. Otro punto a considerar es que en la legislación se ajustó el tipo de cambio de 15.90 pesos por dólar, que se tenía en un principio, para dejarlo en 16.40 pesos por unidad. Por otro lado, en enero de 2015 el gobierno federal publicó una prórroga al decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados hasta el 31 de diciembre del 2015, dicha extensión forma parte del Plan Nacional de Desarrollo para promover el crecimiento sostenido de la productividad del país así como proveer condiciones favorables para el desarrollo económico. La medida anterior generó la disminución del 80% de las ventas de autos usados en la frontera, 200 mil familias que dependían de dicha actividad fueron afectadas, según informó en su momento la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) Tijuana. Se pretendía que la deducibilidad de gastos en restaurantes pasara de 8 a 50 por ciento, situación que desmotiva el consumo en tanto que el impuesto a la minería quedó sin cambios. Analistas consultados por ZETA externaron que la Ley de Ingresos 2016 sigue siendo más recaudatoria que propulsora de la economía en el país, sobre todo en un contexto económico difícil, pues el gobierno federal sigue viendo mermados sus ingresos por la baja en los costos del barril del petróleo y todavía se aferra a una reforma energética que no logra despegar. Lo que no se logró El diputado federal, Jorge Ramos externó a ZETA que los cambios que se lograron en la legislación son un reconocimiento implícito que la Reforma Hacendaria no dio los resultados que el gobierno federal esperaba. Comentó que si bien hubo algunas propuestas que se consideraron, no se logró avanzar en la disminución del IVA en frontera, esto a pesar de que las cifras son claras y evidencian que se han perdido más de 50 mil empleos, así como la fuga de mil millones de dólares anuales por consumidores que prefieren ir a Estados Unidos.<o:p> En cambio, un apartado que sí se logró amarrar es que a futuro se ponga un candado de mínimos y máximos para que no se manipulen los precios de la gasolina en tiempo de elecciones. “Esto le corresponderá a la Comisión Federal de Competencia para que tome en consideración la aplicación de un mecanismo”, apuntó. Por su parte, la diputada Eloísa Talavera Hernández recordó que tampoco se logró que bajara el Impuesto Sobre Renta (ISR) que está tasado en 30 y que bajara al 28 por ciento para personas morales. En tanto que para personas físicas se pedía disminuir el ISR del 35 al 30 por ciento. La legisladora detalló que no logró ser aprobada la propuesta de eliminación al impuesto de alimentos procesados para perros, gatos y pequeñas especies utilizadas como mascotas. Cabe mencionar que el PAN habría presentado una iniciativa para quitar dicho gravamen, pues afecta a la industria así como a los consumidores, además de que a partir de su implementación detonó un problema de salud pública ya que se tienen estimaciones de que 1.8 millones de animales han quedado en el abandono. A decir de la legisladora la reglamentación presentada por el ejecutivo tiene subestimaciones en el ingreso del IVA, ISR así como IEPS, con lo que van a recaudar 350 mil millones de pesos adicionales de lo que está reflejado en la ley, prácticos que se viene presentando desde que entró la administración. Ante tal situación, los diputados del PAN habrán de presentar una iniciativa para cuando haya sobreestimaciones por arriba del 10 por ciento, regresen a la cámara de diputados para que se autoricen ampliaciones presupuestales. Se quedaron cortos El regreso de diversas deducciones que habían sido eliminadas en el presente año como parte del paquete fiscal, tiene diferentes lecturas, afirmó a ZETA el economista, Jorge Fonseca. “Una de ellas podría ser que de alguna manera el Ejecutivo está tratando de compensar la afectación que sufrió la economía en general por la Reforma Fiscal del 2015, sin embargo no está dando su brazo a torcer, porque la partes donde sede si bien no son cosa menor, no son torales. “Sin embargo, donde sigo viendo resistencia, en este caso de la Secretaría de Hacienda, es la situación del IVA, que es como un tabú. Que no quieren hablar de ello, y el otro es el tema de los REPECOS a quienes dejan en el Régimen de Incorporación Fiscal”. El consulado reconoció que el Gobierno Federal entra en una dinámica nueva, pues está viendo que de ahora en adelante tendrá que negociar con la nueva conformación de la Cámara de Diputados, lo que no tenía que hacer en la legislatura previa. “Vamos por buen camino pero nos quedamos cortos. Lo que esperábamos era que cayera uno de los grandes apartados, es decir que nos quitaran los REPECOS, si nos iban a dejar con el IVA en la frontera, o viceversa. Posiblemente faltó más negociación”. El economista dijo no ver mayor flexibilización por parte del gobierno federal, salvo que en la Ley de Egresos se pudiera ver alguna acción y se tome en cuenta a la frontera, en infraestructura, en mayores programas. IP no fija posicionamiento En relación a la aprobación del documento el presidente de COPARMEX, Gustavo Fernández, precisó que como confederación a nivel nacional son muy cuidadosos con las opiniones, y hasta el momento no tiene un posicionamiento completo sobre el tema por lo que esperará a que los especialistas del organismo hagan el análisis correspondiente. En igual sentido se expresó el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Tijuana, Humberto Jaramillo. Por su parte el titular de CANACINTRA, René Romandía, apuntó que están en espera de la miscelánea fiscal y los incentivos que el gobierno federal habrá de ofrecerle al sector. El empresario Gilberto Fimbres Hernández, quien pertenece al corporativo CALIMAX, comentó que más que una Ley de Ingresos se estaría hablando de una Ley Recaudatoria pues en lugar de promover la inversión y generar apoyos al sector empresarial se busca una mayor contribución de los ciudadanos al fisco. Lo bueno y lo malo Cabe recordar que fue el 8 de septiembre de 2015 cuando Enrique Peña Nieto entregó la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2016, contemplaba un ingreso de 4 billones 746 mil 945 millones de pesos, mientras que el documento aprobado por el congreso establece 4 billones 763 mil 899 millones de pesos, es decir 16 mil 954 millones de pesos más. Este aumento se basa en un ajuste al tipo de cambio de 15.90 a 16.40 por dólar, en tanto que el precio el barril quedó tasado en 50 dólares (con una producción de 2 mil 247 millones de barriles) al cambiar la paridad aumentaría los ingresos por la venta del petróleo. Por otro lado, se mantiene una perspectiva de crecimiento promedio de entre el 2.6 y 3.6 por ciento, la inflación está calculada en 3 por ciento y se estipuló un déficit del 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). El abogado fiscalista Jorge Pickett detalló a ZETA que el paquete económico no tiene nuevos impuestos pero advirtió que habrá un terrorismo fiscal en contra de los mexicanos para lograr la meta recaudatoria. “Lo benéfico de este paquete económico es que no hay un aumento de impuestos pero sí hay un aumento de recaudación. Esto significa vemos muchos billones de pesos recaudados por lo que habrá una mayor fiscalización en contra de los mexicanos con la aplicación de todas estas reformas que vienen del 2014. Ya el SAT lo anunció, habrá mayores revisiones electrónicas, como lo es la contabilidad electrónica, entre otras cosas”, finalizó. En tanto, el especialista en temas fiscales, Adolfo Solís Farías, enumeró que para el año entrante el gasto crecerá en comparación con 2015 pues de 4.69 billones de dólares pasará a 4.76 billones de pesos. “La sorpresa que me trae es el incremento impositivo, ISR, IVA, IEPS, traen incrementos pues la baja en el ingreso del petróleo la calculan con un ingreso impositivo y para tener una idea en ISR se van a recaudar 192 mil millones de pesos adicionales, de IVA van a ser 36 mil millones de pesos y en el último apartado serán 193 mil millones”. El consultado refirió que por el contrario, no hay una mesura en el gasto del aparato gubernamental mientras que tampoco se abaten las necesidades de la población con una mejor infraestructura en el tema de salud con más hospitales y clínicas que presten un servicio digno y que cuenten con medicamentos suficientes. Además de que tampoco se cuenta con más elementos de seguridad pública así como equipamiento para proteger a la sociedad de la delincuencia. Lo peor de todo, expuso, es que no se ve un mejor panorama pese a que el gobierno federal espera recaudar más recursos con la futura implementación de la Ley de Ingresos para el 2016. Más adelante sentenció que el gobierno en Enrique Peña Nieto va a generar mayor presión a la ciudadanía sin que ésta tenga un estímulo, o un subsidio. Afirmó que México tiene una administración tributaria que no está cerca del contribuyente; sino que busca en el contribuyente solucionar los problemas económicos del país, sin darle una estructura para que pueda elevar su capacidad de ingreso, salarios, productividad, y competitividad. “Me parece que este paquete fiscal trae una presión calculada al 19.3 por ciento. La presión fiscal que se calcula no significa que se le suba el impuesto, sino que va a tener que pagar más a través del rechazo de devoluciones del IVA, verificaciones electrónicas, como sea pero va a tener que pagar más, lo que genera desánimo en la población”, lapidó. Para Solís Farías con la Reforma Hacendaria al Servicio de Administración Tributaria se la han dado mayores atribuciones de fiscalización donde se contemplan las cartas invitación para regularizar la situación del contribuyente, medida que aunada a la contabilidad electrónica así como el buzón tributario, además de la tardanza en las devoluciones del IVA, se convertirá en otra herramienta de presión por parte de un gobierno federal que insiste en sacar dinero de donde no hay.