Así, con ese nombre, en Uruapan, Michoacán hay una radiodifusora que manda al “aire libre” sus ondas hercianas. Leía el periódico La Jornada de Michoacán y tan pronto saltó mi memoria a ZETA, tijuanense. Ojalá sea una radiodifusora abierta, sin paño en los ojos, justiciera, como que nos hace falta y ZETA siempre ha sido pilar y camino, desde 1980, para llegar a la justicia. Y La Zeta de ese lugar sea como ZETA de Tijuana, la última palabra y una estación de radio plural y necesaria en un país donde la censura aún existe. Y aquí en Tijuana, ZETA publica lo que muchos callan y en ZETA circulan los aires a sus cuatro vientos, como dice: tan “Libre como el viento”. Y yo lo conozco como el ZETA. Leopoldo Durán Ramírez Tijuana, B. C.