Se encuentran dos amigos: — Oye, tengo un celular buenísimo, es muy rápido, está nuevo y le dura la batería muchísimo. “Pero es que no uso celular”. — Te lo vendo, está de lujo, te va a encantar. “Okey, ¡te lo compro! A los quince días se vuelven a encontrar: — El celular que me vendiste es una porquería, se apaga solo, la pantalla tiene manchas. “Tú sigue hablando así del celular, a ver a quién se lo vendes…”. Autor: Anónimo de Telcel.