Sí las cosas salen como se tiene planeado, para la temporada 2018 de la Liga Mexicana de Beisbol, los Toros de Tijuana estrenarán nuevo estadio. El inmueble estará ubicado en un extenso terreno de siete hectáreas en la zona conocida como El Alamar (detrás de la central camionera) y tendrá capacidad para 18 mil personas. Se trata de un inmenso espacio en forma de “L”, que va desde la Vía Rápida Alamar, el residencial Villa Flores, la calle Revolución y a un lado del Centro de Espectáculos. Es propiedad del Gobierno del Estado y ya se encuentra trabajado por maquinaria. ZETA se enteró que tres hectáreas serán para la construcción exclusiva del estadio, el cual tendría un diseño moderno, con ciertas similitudes a los nuevos parques de Hermosillo (Sonora) y el de Culiacán (BBVA Bancomer), con todas las comodidades para el juego y los aficionados. El resto será utilizado para crear el estacionamiento y las vías de acceso, desde la subida o bajada de Otay, por la zona de la “5 y 10”, las vías rápidas, la Avenida Juan Ojeda de la colonia Buena Vista y por el fraccionamiento Murúa. Se pretende que la nueva casa de los Toros, sea multiusos, alternando otros deportes y espectáculos, además de darle el carácter de Alto Rendimiento de Beisbol. Este y otros temas fueron vistos en días recientes por directivos del club de Beisbol, encabezado por la familia Uribe; Alfredo Castillo, director de la Comisión Nacional del Deporte; Francisco Vega, gobernador del Estado de Baja California; y diputados federales y estatales, durante una reunión privada que se celebró en el Centro de Alto Rendimiento. Aunque el Estadio Gasmart sigue siendo uno de los mejores del país, contando con todas las facilidades para disfrutar del juego, desde un buen graderío, palcos, pasto artificial de primer nivel, pantalla de alta definición, el problema es la ubicación, lo difícil para llegar y la falta de espacio para ampliar. Se estima que el costo total del nuevo inmueble será de 500 millones de pesos, que pretenden, sean etiquetados dentro del presupuesto de la CONADE y de inversión privada. Pero todavía faltan algunos procedimientos para lograr su autorización. Sin embargo, trascendió que las cosas van por buen camino. Alguno de los ejemplos para construir un nuevo estadio en Tijuana tiene que ver con los recientemente creados en las vecinas entidades de Sonora y Sinaloa. El hogar de los Naranjeros de Hermosillo fue inaugurado en 2013 y está localizado en la zona poniente de esa ciudad, fue construido en 13 meses en medio de las dunas del desierto, que son parte de una nueva región en desarrollo, conocida como Puerta Oeste. En febrero de 2013, el gobierno estatal informó que el estadio tuvo un costo de 470 millones de pesos, 23 por ciento más que la inversión inicial, tasada en 380 millones. Ocupa una superficie de 73 mil 752 metros cuadrados con un campo de 9 mil 700 metros cuadrados de extensión. Tiene capacidad para 16 mil personas. En la capital sinaloense, demolieron el viejo estadio “Ángel Flores” para crear el BBVA Bancomer, que cuenta con cuatro niveles, capacidad para 20 mil aficionados y según contará con la pantalla más grande de Latinoamérica (33m x 11m). Será sede de la Serie del Caribe en 2017.
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