La mañana del 30 de septiembre de 2015, un impresionante operativo de seguridad se montó alrededor del penal de máxima Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México. Elementos de la Policía Federal sorprendieron muy temprano a varios reos, los extrajeron de sus celdas para llevarlos al Centro de Observación y Clasificación (COC). Previamente, otros reclusos de las cárceles federales de Puente Grande, Jalisco, y Hermosillo, Sonora, habían sido trasladados a Almoloya. Antes de ser transportados en helicópteros artillados por agentes federales, soldados y marinos, los selectos prisioneros fueron fotografiados por última ocasión en México. De ahí pasaron a manos de agentes estadounidenses para continuar con el proceso de extradición. Entre los 13 hombres, destacaban Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”, el sanguinario lugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva y Jorge Costilla “El Coss”, quien inició como líder del Cártel del Golfo para terminar a cargo de Los Zetas. Quienes como “La Barbie” se habían mostrado sonrientes y retadores en imágenes captadas de su presentación ante medios de comunicación en agosto de 2010, ahora lucían desconcertados, con el cabello al ras o encogidos de hombros. El titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la Procuraduría General de la República (PGR), Tomás Zerón de Lucio, dio a conocer otros de los nombres más relevantes como Jean Baptiste Kingery, proveedor de armas y explosivos para el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, a excepción de narcotraficantes como Antonio Reynoso González “El Ingeniero”, quien en los noventas inició la construcción de narcotúneles junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán y prestó sus empresas en Baja California para el trasiego de cocaína, el resto de los entregados a las autoridades norteamericanas, son nombres pocos conocidos dentro de la delincuencia organizada. Entre los extraditados no figuraron los poderosos jefes del Cártel de Juárez, de Sinaloa o del Golfo, Los Zetas, los Beltrán Leyva, Los Cuinis, los Arellano Félix, Los Caballeros Templarios o de La Familia Michoacana. Ellos se quedaron, en su mayoría, en el penal de Altiplano. Los extraditados: desde arsenales hasta túneles para los cárteles Si bien, “La Barbie” y “El Coss” sobresalieron entre los extraditados por tratarse de narcotraficantes de alto perfil, el resto de los delincuentes entregados cometieron delitos considerados graves por el gobierno de Estados Unidos. Tráfico de cientos de armas y granadas de fragmentación, asesinatos de agentes estadounidenses y de empleados del Consulado, asociación delictiva, tráfico de cocaína, metanfetaminas y marihuana, son algunos de los delitos. A continuación la lista completa: Antonio Reynoso González “El Ingeniero”. Sin antecedentes penales en México, Estados Unidos lo identifica como uno de los principales lugartenientes de “El Chapo” en Baja California. En ese entonces, Antonio, Jesús y José eran conocidos como “los hermanos Reynoso”, fieles narcotraficantes a “El Chapo” y prósperos empresarios en Los Ángeles, California. Sus compañías eran utilizadas para el tráfico de droga y lavado de dinero. Por estos delitos y asociación delictuosa, la Fiscalía Federal en el Distrito Sur de California, elaboró una acusación en 1995 contra “El Chapo” Guzmán y su hermano Arturo “El Pollo” Guzmán Loera, así como contra Antonio Reynoso González y sus hermanos. En total, son 22 los acusados. La imputación continúa abierta desde hace 20 años. Algunos de ellos han sido encontrados culpables y sentenciados. A Antonio Reyes, hoy de 71 años de edad, se le apodaba “El Ingeniero” por diseñar narcotúneles en la frontera con California para el Cártel de Sinaloa. En 1993, por ejemplo, fueron descubiertas 7.3 toneladas de cocaína escondidas en más de mil latas de chiles jalapeños. El cargamento, transportado en un tráiler, sería exportado desde Tecate, Baja California, hacia Estados Unidos. Allá sería almacenado en una bodega a nombre de “El Ingeniero”. Jean Baptiste Kingery “JB”. El norteamericano fue detenido en México en septiembre de 2012. Durante tres años, traficó miles de granadas de fragmentación y armas para el Cártel de Sinaloa, seguido de cerca por autoridades estadounidenses. Al respecto, agencias del vecino país rindieron un informe titulado “Investigación del Caso Jean Baptiste Kingery”, en el cual dieron a conocer las rutas, contactos y modos de operación de Kingery. Por este motivo, tiene dos acusaciones abiertas tanto en el Distrito Central de California, como en el Distrito de Arizona. Luis Humberto Hernández Celis “El Pak”. Miembro de la pandilla Los Aztecas, fue detenido el 15 de mayo de 2010 en México. Lo reclama la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas por asociación delictuosa, narcotráfico, homicidio en un país extranjero, portación de arma de fuego y delitos de violencia. Se le acusa del homicidio, ocurrido en marzo de 2010, de una empleada consular, su esposo y el marido de otra empleada del Consulado de Ciudad Juárez, Chihuahua. Ricardo Valles de la Rosa “El Chino”. También miembro de Los Aztecas, brazo armado del Cártel de Juárez. Fue capturado en marzo de 2010, y es acusado por los mismos delitos que “El Pak”. Alberto Núñez Payan. Detenido el 27 de noviembre de 2010, es reclamado por la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas. Se le relaciona con los delitos de delincuencia organizada, narcotráfico y lavado de dinero. José Emanuel García Sota. Tiene cargos en la Corte Federal del Distrito de Columbia desde febrero de 2011, por el homicidio de un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos y la tentativa de homicidio de otro agente de la misma Agencia. Martín Daniel Castillo Rascón “El Flaco”. Relacionado con los delitos de delincuencia organizada y secuestro, es reclamado por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Oeste de Texas. Aureliano Montoya Peña “La Changa”. Aprehendido el 27 de junio de 2012 y reclamado por la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, por narcotráfico y asociación delictuosa. Se le señala de tráfico de cocaína y de transportar millones de dólares, obtenidos de la venta de drogas, entre Chicago y México. Julio César Valenzuela Elizalde “El Piloto”. En diciembre de 2002, se le acusó junto a ocho personas, de participar en una red de tráfico de metanfetaminas, en la Corte Federal del Distrito de Arizona.