Hoy en día la sociedad se encuentra tan inmersa en diversas actividades, tratando de maximizar su tiempo, realizando actividades de forma continua, que pierde el sentido de aquellas realmente importantes o vitales para su desarrollo en general. Es poco frecuente la persona que cuenta con un trabajo de medio tiempo y un sueldo digno, que le alcance para cubrir todas sus necesidades. Sin embargo, la situación actual, conlleva a trabajos mayores a ocho horas diarias, con un día de descanso y que no todos tienen. Un trabajo de horario completo hace que nuestro tiempo de ocio quede reducido a solo ocho horas (sin considerar horas extras o cuando se lleva trabajo a casa) y el resto a descansar. Considerando el tiempo dedicado al “ocio”, debiera tomarse en cuenta el invertido en traslados, el arreglo personal, entre otras actividades. Entonces, ¿cuánto tiempo dedicas a tu persona? ¿Cuánto tiempo dedicas a tu familia? ¿Consideras que dedicas tiempo de calidad a tus hijos? ¿Cuántas horas le dedicas a tu pareja? La sociedad se desmorona poco a poco a consecuencia de la falta de valores, hábitos y tradiciones que benefician a las familias. Debido al declive económico, es que los padres invierten mayor tiempo en el trabajo, originando en ciertos casos, la disfuncionalidad del núcleo familiar. Considerando lo anterior, es importante que el gobierno genere políticas que beneficien o incentiven que uno de los padres tenga la posibilidad de permanecer en casa, o cuente con horarios flexibles, sin que se afecte su ingreso. Esto permitirá una reasignación del tiempo hacia actividades que beneficien a la familia y con ello a la comunidad en general. Mtra. Dulce Bernal Flores Correo: [email protected]