Un abogado mantiene un romance con su secretaria. Al poco tiempo ésta queda embarazada y el abogado, que no quiere que su esposa se entere, le da a una buena suma de dinero y le pide que vaya a parir a Italia. A lo que la secretaria pregunta: – ¿Y cómo te comunicaré que ha nacido el bebé? – Sólo envíame una postal y escribe Espagueti por detrás. No te preocupes, yo me encargaré de todos los gastos. Pasan seis meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete exaltada: – ¡Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal muy extraña de Italia…! ¡La verdad, no entiendo qué significa! – El abogado, asustado, contesta: – ¡Espera a que llegue a casa y te explico! Cuando el hombre llega a casa y lee la postal cae al suelo fulminado por un infarto. Llega una ambulancia y se lo llevan. Ya en el hospital, el médico jefe se queda a confortar a la esposa y le pregunta cuál ha sido el trauma que ha precipitado tal ataque cardíaco. Entonces la esposa saca la postal y lee: – ¡Espagueti uno, Espagueti dos y Espagueti tres! Autor: Residente de Playas de Tijuana.