El narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, preso en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, tendrá que esperar otra ocasión para obtener beneficios procesales y penitenciarios, pues un tribunal colegiado de Guadalajara confirmó la negativa de un tribunal unitario de concederle un amparo. Los magistrados del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito estimaron que el Segundo Tribunal Unitario estuvo ajustado a derecho al negar la protección constitucional al sinaloense el pasado 10 de febrero. Desde 2013, Félix Gallardo había solicitado a un juez de distrito que realizara una adecuación a sus penas, descontándole la prisión preventiva a la pena impuesta por los delitos por los que fue sentenciado y se declarara la extinción de la pena por cada uno de dichos delitos. Acertadamente el juzgador negó el incidente planteado puesto que la pena impuesta en concurso de delitos fue de 40 años de prisión; es decir, fue una sola pena y no diversas condenas por delitos diversos. En el mismo planteamiento, el ex líder del Cártel de Guadalajara pretendía que se le otorgaran beneficios penitenciarios, ya fuera la remisión parcial de la pena o la libertad preparatoria; sin embargo, tampoco es acreedor a alguno de ellos. Incluso tiene pendiente el proceso penal por el secuestro y homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. Por si fuera poco, en mayo último a Miguel Ángel Félix le fue revocada la autorización concedida a finales del año pasado de ser cambiado del penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, a un centro penitenciario de Jalisco. Actualmente tramita un juicio de amparo, que de perderlo podría ser regresado al Cefereso 1 del Estado de México. Más información en la edición impresa de ZETA que circula desde este viernes 18 de septiembre