Mientras los propietarios de casinos instalados en Ensenada pagan a regañadientes su impuesto municipal, y otros de plano se niegan como es el caso de las empresas de Jorge Hank Rhon, las autoridades han encendido “focos rojos” ante el creciente número de ludópatas en la localidad. Eso por un lado, pues aun con el dinero recaudado en un primer ejercicio fiscal, no se hizo nada respecto al tema de la ludopatía, problema que se pensaba atender, o por lo menos ese era uno de los motivos por los que se agregó el pago de ese derecho que, en casos como las empresas Caliente, alegaron los casineros, se estaba duplicando con el impuesto federal. En la Ley de Ingresos Municipales del Ayuntamiento de Ensenada, se estableció el cobro de un derecho por el uso de “maquinitas”, para con ello implementar programas preventivos para ciudadanos víctimas del vicio del juego y las apuestas. En el ejercicio 2014 se logró recaudar 504 mil 675 pesos por ese concepto, pero de nada sirvió porque, al no haber programa, ni partida, una vez entrado ese dinero a las arcas municipales se usó para cualquier cosa, menos para las buenas intenciones plasmadas solo en el papel. “No, esa partida no entra etiquetada, se va a gasto corriente”, aclaró a ZETA el recaudador de Rentas, José Rubén Best Velasco, quien además precisó que Grupo Caliente finalmente cumplió con su obligación durante 2014 y es ahora cuando su área jurídica está en pleito para evitar su obligación en lo concerniente al presente año. En ese tenor, la regidora Ana Gabriela García Salgado, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), promovió desde la Comisión de Salud y Asistencia Social, la implementación urgente de los programas de prevención contra la ludopatía, para que el recurso ya llegue etiquetado para tal, y para que por lo menos ya sea aplicado debidamente para el próximo año. Para ello se acordó en Cabildo instruir a Servicios Médicos Municipales hacer los estudios correspondientes, reunirse con organizaciones civiles y profesionales vinculadas al tema y presentar un diagnóstico y plan de trabajo en un plazo máximo de dos meses. “Yo creo que este será uno de los primeros municipios que adopten este tipo de programas a nivel nacional, creo que Veracruz tenía uno, no recuerdo muy bien…”, dijo Heriberto Lugo Gamboa, director de Servicios Médicos Municipales, todavía sin saber bien a bien hacia dónde irá el proyecto y el presupuesto para el mismo. “Pero sí es muy importante, porque se están incrementando mucho los ludópatas, nosotros nada más recibimos la instrucción de Cabildo”, acotó. Las pocas estadísticas existentes -como la de la encuesta IMERK publicada en 2014- refieren que en Baja California los ludópatas se incrementaron en un 37.2 por ciento. El mayor número de asiduos está en el rango de los 46 a 65 años, y le sigue el grupo entre los 18 y 25. Las mujeres son las más propensas a tal vicio. El promedio de visitas va de las 3 a 10 veces en un mes. A nivel estatal solamente un 3.6% de los que asisten regularmente a un casino aceptaron tener el problema de la adicción al juego, mientras que en Ensenada lo aceptaron el 4.7%. También se calculó que 6 de cada 100 visitantes son jugadores compulsivos, 2 de cada 10 encuestados en Baja California refirió tener un familiar o un amigo adicto a los casinos y apuestas, mientras que esa cifra se elevó a 3 de cada 10 entre los ensenadenses. “Mucha gente que es adicta al juego desconoce que existe la ludopatía, incluso si Usted menciona la palabra ‘ludopatía’ y no la conoce nadie, vamos a empezar con una campaña de información al público”, apuntó Lugo Gamboa. Desde los 90s, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la existencia de la ludopatía como un trastorno sicológico y psiquiátrico, caracterizado por un impulso irreprimible por participar en juegos de azar o casas de apuestas, la ansiedad y la adrenalina son las sensaciones que experimenta el jugador en cada “tirada” y que progresivamente van dominando la voluntad de la víctima, derivando en depresión, irritabilidad, agresividad, conductas antisociales que causan pleitos, rupturas familiares, robo, prostitución, drogadicción, pérdida del empleo. Testimonios de empleados de casino narraron a este medio escenas a veces dantescas de cómo asiduos a esos sitios van deteriorando desde su comportamiento hasta su aspecto físico, hasta terminar algunos en el hospital o en la cárcel, si no es que tres metros bajo tierra. Un integrante de un grupo de ludópatas anónimos en Ensenada contó que cada vez es más diverso el perfil de los adictos al juego, mencionando por ejemplo a muchos maestros o burócratas, principalmente jubilados, así como señoras de la tercera edad, taxistas, empleados de todo tipo, y mujeres jóvenes que por lo regular acuden al casino como centro de operación para otro tipo de actividades como la prostitución o narcomenudeo. Baja California y Nuevo León comparten el primer lugar nacional como las entidades con más centros de apuestas, 40 cada uno. De esos, cinco se ubican en Ensenada; dos de la empresa Caliente, dos de Jackpot y uno de Skampa. Con todos en algún momento u otro, la administración municipal ha tenido problemas para que cumplan con el pago de derechos y permisos. O regatean, o de plano se niegan. Por eso, ante la pobre recaudación, en la práctica la partida se ha perdido en el presupuesto normal del gasto corriente porque no sirve para programa alguno. De ahí el llamado urgente de la regidora García Salgado para que efectivamente el recurso sea aplicado como fue planeado. Pero tal exhorto no es suficiente, a consideración del regidor del PRI, César García Urías, coordinador de la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal. Explicó que cuando en 2014 analizó el tema de la ludopatía y algún plan para atender la problemática, “revisamos los ingresos por el impuesto a casinos y había apenas como 100 mil pesos, y pues… la verdad esa cantidad no es nada funcional para programa así”. Al ser un problema de salud pública, la ludopatía no puede estar a expensas de que los casinos paguen o no sus impuestos, consideró García Urías, por lo que presentó un punto de acuerdo para reformar el Reglamento de Salud Pública para el Municipio de Ensenada, donde se establezca que es obligación de la administración municipal, atender esa enfermedad y asignar recursos públicos para tal fin, independientemente de contar con un ingreso etiquetado. La propuesta parte del Artículo 18 de la Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal, que establece una aportación por parte de los permisionarios de casinos por mil 500 salarios mínimos para programas preventivos para la ludopatía. También está el antecedente de la Ley de Salud Pública para el Estado de Baja California, que en su Artículo 106 prevé la prevención, detección y tratamiento de la ludopatía, “pero si bien existe en la norma, no se conoce hasta el momento acciones realizadas por el Gobierno del Estado para el cumplimiento de la misma, lo cual puede ser impulsado a través del Municipio para conjuntar esfuerzos”. Respecto a la Ley Federal de Juegos y Sorteos a nivel federal, la reglamentación data de 1947, por lo tanto, es obsoleta en muchos aspectos y el problema de la ludopatía no había sido considerado; al respecto existe una iniciativa presentada en 2014 y pendiente de aprobación. La reforma al Reglamento de Salud Pública del Municipio adiciona el Artículo 19 Bis, que plantea acciones preventivas de ludopatía en casas de juego, centros de apuestas, así como grupos y lugares susceptibles. Se refiere a firmar convenios entre el Ayuntamiento y los casinos para instalar información preventiva en tales establecimientos, con un número telefónico para atención y la entrega de folletos. “Así como cuando compramos una cajetilla de cigarros y dice que te puede causar problemas, de igual forma que en los casino exista esa información, ¿no?”, planteó García Urías. El regidor aclaró que la responsabilidad del gobierno municipal se limitará exclusivamente en medidas preventivas: “El Ayuntamiento no tiene la capacidad para atender al adicto o a la persona que ya tiene este problema, para eso existen grupos, sí quiero puntualizarlo porque no es por ahí…”. Cuánto presupuesto se requerirá para hacer operante el programa preventivo, se sabrá hasta que entregue el proyecto la Dirección de Servicios Médico Municipales, pero su titular adelanta que se necesitará un consultorio, sicólogos especializados en la ludopatía, equipo de cómputo, material didáctico, impresión de volantes, diseño de estrategia, producción de spots para radio y televisión, etcétera. Prometió el doctor Lugo Gamboa que antes de cumplirse los dos meses entregará el proyecto a Cabildo y de ahí se turnará a la Comisión de Gobernación y Legislación. “Y pues ya va a depender de la celeridad que le dé la Comisión, porque también tienen otros temas…”, advirtió García Urías.