Si una razón proporciona el alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán Orcí, para la permanencia de Alejandro Lares Valladares como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, no son buenos resultados al frente de la institución, sino que Lares ha sido aprobado por las autoridades de los Estados Unidos. Desde un inicio trascendió que fue nombrado secretario porque los gringos confiaban en él. No era para menos, fue enlace de la Policía Municipal con sus pares de California y aprobado por autoridades federales de la Unión Americana. Pero cuando el tema de la inseguridad, el narcomenudeo, la comisión de delitos menores y los asesinatos han ido subiendo de tono en Tijuana, y se le pregunta al alcalde por qué no lo cambia, su respuesta es en dos partes. Primero contra pregunta: “¿A quién pongo en su lugar?”, y después justifica: “Los gringos le tienen confianza”. Lástima que los tijuanenses, a quienes deben servir, no se la tengan. ¿No?