Un respetable ginecólogo está paseando por la calle con su esposa. Al lado de ellos pasa una muchacha joven, sensual, minifalda, mucho maquillaje y saluda al doctor con cariño: “¡Hola, mi amor!”. El doctor dice a su esposa: — No pienses nada raro. La conozco por el lado estrictamente profesional. “¿El lado profesional tuyo, o el de ella?”. Autor: Una verdadera profesional.