A Robert Wright le gustan las costillas perfectamente asadas. Y lo demostró cuando su vivienda en Fresno, California, ardió en llamas. Por suerte el heroico padre de familia logró sacar a su esposa y a su hijo de apenas 6 años de edad de la casa justo cuando se incendiaba. El problema es que al momento de ocurrir el siniestro, el buen Robert estaba cocinando lo que debe ser su platillo favorito: unas suculentas costillas por las cuales ¡EN ZERIO! regresó al lugar y se expuso al fuego para salvaguardar su comida que luego, con mucho orgullo, presumió ante las cámaras de los noticieros locales, un poco quemadas pero aún devorables. De seguro Robert Wright sí disfrutó cada trocito de carne ahora sí que bien dorada.
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