Hace un año, con clavos, martillo y algunos arreglos, vecinos de la colonia Vista Hermosa en La Paz pretendían contrarrestar los embates del huracán “Odile”, fenómeno natural que alcanzó hasta 200 kilómetros por hora. En aquel entonces, a Gerardo Ortiz Valenzuela se le encontró trabajando en su casa a base de madera y lámina galvanizada: “Ahorita estoy amacizando lo de la ventana y eso, porque si está abierto, viene el aire y levanta el techo, entonces, a como venga el mal tiempo”. La noche del 14 de septiembre de 2014, “Odile” ya estaba a unas horas de impacto y las fuertes ráfagas de viento ya se sentían, los arboles fueron sacudidos una y otra vez hasta ser vencidos, el impacto fue inminente y, por la madrugada del 15 de septiembre, todo había quedado en penumbra. Solo el zumbido del viento y láminas volando fueron los estruendos de una noche silenciosa, con daños catastróficos. Los embates provocaron que Baja California Sur fuera prácticamente borrada en una noche, sin energía eléctrica, sin comunicaciones, limitada en el traslado de cargas; ni siquiera la ayuda pudo acceder. “Estamos en espera de la información del ferry y del puerto, para ver si podríamos pasar hoy con la gente que viene de apoyo de varios Estados del país, también para evaluar los daños que tienen las carreteras para que sigan bajando personal tanto de Tijuana, La Paz, Ensenada”, indicó Ulises Celaya Pino, encargado de Gerencia Divisional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los insumos se vieron disminuidos en los primeros días, no había entrada de buques con provisiones y el impulso de la gente generó algo nunca antes visto: la rapiña y el robo en los negocios de Los Cabos, principalmente. Autoridades en turno confirmaron que la situación se salía de control, se vieron sobrepasadas y, por consiguiente, decenas de negocios resultaron vandalizados. “Se ha encontrado rapiña, ciudadanos en las calles que están aprovechando las circunstancias de desastre para robar prácticamente a algunas empresas”, expresó Andrés Córdova Urrutia, ex secretario general de Gobierno. La lucha por conseguir insumos y apropiarse de pertenencias ajenas, provocó un caos de inseguridad, convirtiendo a la entidad en un pueblo sin Ley; vandalismo, robos y supuestas violaciones, obligaron a los propios ciudadanos a cuidar las calles. Adrián Madrigal, perteneciente al grupo de Guardias Vecinales, expresó en su momento que la necesidad los llevó a “hacer guardias por colonia, y cada colonia hace sectores, nosotros aquí como vecinos teníamos un sector de dos vialidades, donde cerramos, hacemos una barricada en una y dejamos un acceso en la otra parte, y es lo que patrullamos en la noche”. Adicionalmente, se vio en la necesidad de solicitar apoyo y resguardar Los Cabos, con la inmediata intervención de la Federación. Fue así que llegaron “nueve aviones con 300 elementos que trasladamos el día de ayer de la Marina y SEDENA, y que están resguardando el municipio de Los Cabos”, comentarían las autoridades. La CFE declaró el peor desastre energético registrado en la historia del país, por lo cual se debería trabajar en la recuperación de las necesidades prioritarias. “Del total de clientes del Estado, el 92 por ciento se vio afectado, hemos recuperado hasta ahorita a cinco mil clientes, hemos dado prioridad a los servicios importantes, como de salud, el servicio de bombeo de agua”. Reconocieron, pues, un Estado prácticamente en tinieblas por varios días, en algunos puntos, por semanas. El Presidente de la Republica, Enrique Peña Nieto, recorrió la zona afectada y externó que Baja California Sur fue la entidad más afectada por “Odile”: “Estamos muy claros de los efectos y daños provocados, y que hoy, y desde antes del impacto, estamos en constante presencia para asegurar que el despliegue de acciones permita recuperar a Baja California Sur”. Según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), los daños calculados en La Paz sumaron mil 59 casas afectadas, mil 390 en Los Cabos, y actualmente se sigue atendiendo a través de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN). “Primero restablecer el orden y la seguridad; segundo, el restablecimiento de agua potable, de luz eléctrica; y tercero, el restablecimiento del programa educativo, de las clases, y por ello también la reactivación económica”, fueron las palabras de Ricardo Millán Bueno, delegado de la Secretaría de Gobernación en BCS. Por ahora se siguen invirtiendo recursos en la entidad, en tanto, la visita del Presidente de la República y su compromiso fue para atender Los Cabos y el Pueblo Mágico de Todos Santos en La Paz. Más que secuelas, en estos dos municipios “e pretende embellecer para que los turistas regresen y el estado crezca, quedan recursos por invertir, FONATUR ya lleva un gran avance en los recursos que está invirtiendo, hay una inversión multiinstitucional en Todos Santos como obra emblemática, lleva un avance del 58 por ciento y esperamos que en noviembre concluya con una inversión de más de 100 millones de pesos en la remodelación del Pueblo Mágico, infraestructura urbana y la imagen del pueblo; y en lo que es la zona turística de San José del Cabo y Cabo San Lucas, FONATUR está desarrollando las obras de restablecimiento de áreas verdes, arroyos de todo el tema turístico”, refirió el funcionario en cuanto a la situación actual. Recordando el suceso, don José Cabrera, bolero con más de nueve años de experiencia, comentó que al llegar a su negocio la mañana del 15 de septiembre de 2014, éste había desaparecido, consideró esos días como una catástrofe, pues más de seis toneladas de escombro cayeron sobre su antigua caseta. “Me sentí mal porque no tengo otra forma de mantener mi familia más que esa, éste es mi trabajo, (siento) impotencia de no poder hacer una diferencia en el momento, toda la bolería estaba aplastada, completamente seis toneladas de peso cayeron en ella. Fue un mes para sacar el escombro y un mes para poner la pared, la plaza tiene un dueño directo que aportó para poner su pared, pero fueron tres meses; yo trabajaba en la banqueta para poder tener para comer”, recordó. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y de que tiene un nuevo establecimiento reconstruido al 100 por ciento, don José platica que la economía no se ha podido recuperar, aun con el paso del tiempo. Si bien es cierto, ha transcurrido un año desde que la tragedia invadió Baja California Sur, es sabido que los sudcalifornianos han luchado por regresar la estabilidad al Estado; hoy se puede decir que BCS está de pie y con la esperanza de que las malas historias no se vuelvan a repetir.