Tras casi un año de salir con mi novia, ¡el próximo mes me caso! La madre de mi novia o futura suegra es genial (además de estar terriblemente buena). Ella solita se ha ocupado de organizar toda la boda: iglesia, música, fotógrafo, banquete, flores, etcétera. Además mi suegro es multibillonario y mi chica es hija única, así es que yo no tendré de qué preocuparme. Como bien dicen, caí en blandito. Hace poco mi suegra me llamó y pidió que fuera su casa para revisar la lista de invitados y anular algunos de los de mi familia, pues estaba superando nuestras previsiones. Cuando llegué, revisamos la lista y la rebajamos justo por debajo de los ciento cincuenta invitados. Fue entonces cuando me dejó boquiabierto: me dijo que siempre le había resultado un hombre muy atractivo, que dentro de un mes ya sería un hombre casado y que antes de que ello ocurriera, quería tener un encuentro carnalmente salvaje conmigo. Entonces se levantó, caminó sensualmente hacia el dormitorio y me susurró que yo sabía dónde estaba la puerta de salida si lo que quería era marcharme. Me quedé de pie, inmóvil, aproximadamente unos tres minutos, y finalmente decidí que sabía perfectamente qué camino tomar. Me dirigí corriendo a la puerta, salí a la calle y, ya afuera, apoyándose en el capó de mi carro, estaba su marido sonriente. Creo recordar que me explicó que únicamente querían estar seguros de que su querida hija se casaba con el hombre adecuado y se les ocurrió esta pequeña prueba que yo felizmente había superado con éxito. Luego él me tomó del hombro, después me abrazó sin yo poder reaccionar ni hablar, aún aturdido por las emociones. Menos mal que fui a buscar los condones al auto. Autor: Empleado de farmacia.