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domingo, abril 7, 2024
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Manlio, ¿presidente? (Segunda y última parte)

El PRI de Camacho perdió voz propia, vinculación con las aspiraciones populares. Fue antidemocrático en la designación de candidatos a puestos de elecciones. Mantuvo uno de sus principales defectos de siempre, la simulación, si no lo creen, ahí está el procedimiento de candidatura única para dirigirlo. La elección federal reciente no fue caótica porque el voto duro le respondió, aunque perdió 3% de lo calculado, pero la realidad es que el PRI, como todos los partidos tradicionales no se encuentran en su mejor momento, de ahí que Beltrones, con esa declaración, intente darle confianza al Presidente y a su entorno, de que él será leal e institucional. Su siguiente declaración también es retórica y tiene el mismo propósito, “cuando Zedillo estableció la sana distancia del PRI, perdimos la elección”, dijo en su discurso. No, no es así y lo sabe Manlio. En la campaña de Labastida me lo encontré a él y a Yunes en un restaurante de Polanco, se quejaron de inmediato de Labastida y su equipo, que no los habían invitado a participar, que no estaba siendo incluyente, que había muchos priistas que no estaban siendo invitados a participar, ellos eran ejemplo de ello. Así se va a perder, me concluyeron tajantemente. Me acompañaba Marcos Bernal, entonces muy amigo mío y ahora del grupo cercanísimo a Manlio.  La elección del 2006 se perdió por múltiples razones, cuyo análisis rebasa los propósitos de este artículo; tan solo enumeraré algunos: desunión en el PRI, regular candidato, mal equipo de trabajo, mal debate, mala organización electoral, etcétera, pero lo que sí les puedo comentar de pleno conocimiento, es que Labastida contó con todo el apoyo político y demás del Presidente Zedillo. Así que nuevamente entiendo esta declaración con el propósito de congraciarse con el Presidente Peña y su equipo cercano. Manlio, lo volveré a repetir, es un extraordinario político, es negociador, trabajador, tolerante, generoso con su gente, lucha por ella, les consigue posiciones, pero no es un ideólogo y el PRI, en estos momentos, además de operación política necesita urgentemente un reposicionamiento ideológico. Nadie conoce ya su ideario político, ¿por qué lucha? ¿Cuáles son sus causas? Un ejemplo de esta debilidad es la afirmación que hace de que el Gobierno de México es el Presidente. Ésta es una exageración, el Presidente es tan solo el titular del Poder Ejecutivo Federal, pero el gobierno mexicano es más amplio, es el legislativo, el judicial, los órganos autónomos. Otro ejemplo de esta debilidad, es comprometerse a consultar al Presidente en su actuación de partido. Es al revés, el Presidente tiene que consultar al Partido, el Presidente solo dura seis años, el partido es permanente. Otra presunta debilidad de Manlio son los ataques de algunos periódicos americanos, que presuntamente lo vinculan con el narco. A finales de los 90, siendo yo senador por Baja California, coordinaba los trabajos de los senadores del PRI del senado en la Comisión Permanente, en la reunión previa que manteníamos antes de iniciar la sesión, el Dip. Juan José Osorio, me comentó, ya que él era el Presidente de la Comisión y coordinaba a los diputados federales del PRI, que el Presidente Zedillo le había pedido que me subiera a la tribuna a criticar, la entonces certificación que hacía el gobierno de los Estados Unidos de América, a los trabajos de los gobiernos, respecto a lo que hacían o dejaban de hacer en materia de combate al tráfico de drogas, pero que no defendiera ni a Beltrones ni a Jorge Carrillo Olea, gobernadores de Sonora y Morelos respectivamente, por la acusación que hacían de supuesta protección a los cárteles de la droga, según nota del periódico La Jornada del 23 de febrero de 1997. De inmediato me negué. Le dije que yo podía hacer dos cosas solamente, si teníamos pruebas de que estos gobernadores de verdad estaban involucrados, yo me subiría a la tribuna a solicitar su arresto, pero que si solo eran ataques políticos de alguien y no había pruebas de nada, yo me iba a subir a defenderlos, aunque la instrucción fuera otra. Como no había prueba alguna, eso hice y nadie me reclamó, ni el Presidente Zedillo, ni el Secretario de Gobernación, ni el Presidente del PRI, ni mi líder senatorial. Al contrario, en la noche recibí una llamada de Manlio, para agradecerme y me dijo, no sé cuándo pero algún día te agradeceré tu defensa y tu valor. Carrillo Olea, a pesar de ser mi amigo y de que yo le organicé y gané su elección, nunca me llamó para nada. Éste es, volviendo al tema, entonces otro flanco débil de Manlio, cada vez que pueden, alguien le saca estas referencias. Aunque Manlio ha sido casi todo, diputado federal, senador, gobernador, subsecretario de gobernación, miembro del CEN del PRI, líder de las dos cámaras del Congreso de la Unión no dejan de sacarle reiteradamente este tema, el cual yo entiendo como un ataque político sin fundamento, pero con mucho pegue mediático. Además de esto, el reto de Beltrones será formidable. Sin tener todo el poder ni toda la confianza presidencial, con fuego amigo permanente, deberá intentar devolverle prestigio al PRI, trabajo verdaderamente difícil, si no imposible, porque para hacerlo deberá dotarlo nuevamente de voz propia, para lo cual tendrá que ser divergente en muchos casos de la política presidencial. No tengo duda del talento político de Manlio, pero creo que lo van a tratar de tener muy controlado. Fiel a su política presidencial toluqueña, van a poner en el comité a puros incondicionales, aunque ineficientes. Manlio tendrá que utilizar a los secretarios adjuntos, para allegarse de los mejores operadores. Adicionalmente le tocará enfrentar la fiebre de los “independientes”, personajes que creen no tendrían posibilidad de ganar con sus partidos, pero creen que si se declaran independientes, sin serlo, la gente va a votar por ellos. En fin, menudo reto tendrá Manlio Fabio Beltrones al frente del PRI, si lo supera y tiene con qué, el premio que siempre ha soñado estará a su alcance, ser candidato a la Presidencia de México, ganar será otro cuento, que después les platicaré. Agradezco a Adela Navarro y a El Z, la oportunidad de escribir nuevamente en sus páginas.  Amador Rodríguez Lozano, potosino radicado en Baja California. Fue Senador, Diputado Federal y Ministro de Justicia del Estado de Chiapas.


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