El tema del abasto de agua para la región reunió en Mexicali a agricultores y especialistas en la CNC (Confederación Nacional Campesina), luego en el Distrito de Riego, funcionarios en comparecencia en el Congreso, igual al gobernador y su gabinete de los involucrados en el tema. La eventual crisis del agua los puso a todos, por lo pronto a platicar y planear en equipo. Pero esto sucedió, después que el gobierno de California, Estados Unidos emitió su más reciente alerta sobre la sequía que ha afectado durante más de 5 años en la región, mientras que del lado mexicano se insistía en que no había riesgo El cambio climático ha provocado temperaturas más altas y sequías más intensas durante la última década –tendencia que los expertos calculan que se agudizará durante los próximos años—, lo que a su vez implica que el abasto de agua se ponga en peligro. En este contexto resalta una serie de acuerdos binacionales donde por primera vez en la historia se incluyó un mecanismo –en el Acta 319 firmada en noviembre del 2012— para que en caso de sequía y disminución del flujo la asignación para el lado mexicano se reduciría primero 62 millones de metros cúbicos, luego en otro nivel de sequía 86 y en el tercero –el más alto— 154 millones de metros cúbicos. En las recientes y tardías reuniones de especialistas, agricultores y funcionarios surgieron cuestionamientos, como el del especialista Jesús Román Calleros, quien considera el Acta 319, desventajosa para el lado mexicano. Aseguró que los verdaderos usuarios nunca fueron consultados para esa firma, que es improcedente porque solo establece reducciones para los usuarios de la cuenca baja del Colorado y que la sequía del lado americano es el resultado de la mala administración que han hecho del agua los vecinos del norte. Javier Cital Camacho, líder de la CNC mencionó al respecto, que el Senado de la República envió un documento a la CILA donde solicita precisiones a la información que se ha manejado. “La preocupación ahora es ver qué va a pasar con esta información en el sentido de que la reducción de volúmenes podría afectar alrededor de 6 mil hectáreas, en el caso del Valle de Mexicali”. Por eso el foro la semana pasada y por eso la insistencia al Senado de la República y adelantan que llevarán el tema al Congreso Nacional de la CNC a fines de agosto en la Ciudad de México. La controvertida Acta 319 Francisco Bernal Rodríguez, representante en Mexicali de la Comisión Internacional de Límites y Aguas explicó, que el Tratado de distribución de aguas entre México y Estados Unidos establece una asignación de mil 850 millones de metros cúbicos anuales de agua del Río Colorado para el lado mexicano. “Esos volúmenes están garantizados, en lo que respecta a la asignación 2015. Hicimos una declaración sobre la posibilidad de recorte basados en los criterios adoptados en el Acta 319”, refiere el funcionario, explicando que esa probabilidad es la que se tenía, considerando la situación de la hidrología basados en los volúmenes y niveles de las presas hasta el mes de abril. Mencionó que en el Acta 319 –válida del 2012 al 17— se establecieron varios puntos a considerar, entre éstos las elevaciones altas del agua en las presas –que significa un aumento en la asignación— o en caso contrario la disminución de esos niveles, con la consecuente baja en la dotación para este lado. “En la misma acta se establecen criterios y fechas en las que México tiene que revisar los pronósticos, el Acta dice que de acuerdo a la corrida de un modelo de 24 meses, en agosto del año anterior se decide sobre sobre el año siguiente. En el 2014 las condiciones no apuntaban hacia un recorte, por eso en el 2015 tuvimos toda la asignación completa”, explicó Bernal añadiendo que en agosto de este año se revisará el modelo y se tomará decisiones para 2016. Durante abril decidieron hacer una corrida de ese modelo con resultados probabilísticos donde se anticipaba que podía haber recortes en el 2016 (33% de probabilidad) y en el 17 (75% de probabilidad). Aclaró, eran porcentaje de probabilidad, no porcentaje directo de disminución. Pero en mayo se presentaron varias lluvias, lo que significó que la cuenca se llenara de agua –igual las presas— y con una nueva corrida en junio se sacaron nuevos valores probabilísticos, bajando a cero la posibilidad de disminución para el 2016, pero persistiendo la probabilidad arriba de 40 por ciento para el 2017. Bernal detalló que antes del Acta 319 no existían esos criterios –solo se estipulaba que en caso de sequía disminuiría la asignación, sin incluir cuánto ni cómo definirla—, por lo que se acordó incluirlos y manejar un tiempo de prueba, para en un acta subsecuente, después del 2017, poder contar con criterios validados, probados. El funcionario expuso que se ha estado trabajando con los usuarios (agrícolas) del agua para informar qué está pasando, “Se tienen varias alternativas para compensar un posible recorte en el 2017, o en el mismo 2016”, y mencionó entre éstas: -Llevar a cabo un plan de riegos ajustado al nivel de recorte que se tenga. -Ajustar los consumos en las zonas agrícolas, determinado por Conagua, Sagarpa, Sefoa y usuarios. “California, que se declaró en sequía desde principios del año, está llevando a cabo ajustes en sus consumos; pero es una condición separada, lo que decida California, de lo que se decida en la Cuenca del Río Colorado”, aseguró el comisionado, versión que ponen en duda los especialistas y los agricultores de Mexicali. Otro escenario –en caso de disminución de la entrega— sería compensar el déficit con los 293 millones de metros cúbicos de agua almacenada en la Presa Hoover, que no utilizaron los agricultores que no pudieron sembrar durante varios años debido a las consecuencias del terremoto de abril del 2010, pero solo alcanzarían para compensar el déficit de algunos años, de todos modos habría que trabajar en generar nuevas reservas de agua, recalcó. Los más secos Alfonso Cortez Lara –encargado de la oficina del Colegio de la Frontera en Mexicali e integrante del departamento de Estudios Urbanos— rememoró que en esta región ha habido problemas transfronterizos por el uso de agua del Río Colorado desde hace años. El ingeniero agrónomo y maestro por la UABC en uso y manejo del agua en zonas, considera que en la región lo que existe es una alta variabilidad climática, que incluso quedó establecido ya como variable en el Acta 319 para definir el uso y manejo del agua. Esa alta variabilidad climática implica que se presentan eventos extremos –por cuestión de clima— como altas temperaturas con periodos prolongados, grandes nevadas (en las partes altas de las montañas Rocallosas) o lluvias en las partes más bajas de esas montañas. El especialista puntualizó que en los últimos mil años ése ha significado la presentación de sequías más prolongadas –en la región—, en los últimos 100 han sido los más extremos y de éstos los últimos 12 han sido los más secos. Al referirse a la Evaluación Nacional del Clima en Estados Unidos, en la que participó en 2013, enfocada al suroeste de este país y en la cuenca del río Colorado, recordó el doctor Cortez que en esa zona, en el periodo de 1971 al año 2000 el promedio de temperaturas arriba de los 100 grados Fahrenheit, fueron cien días al año. De acuerdo a los modelos climatológicos e hidrológicos utilizados para estimar qué va a pasar con el clima en los próximos, 40, 50 años, ese promedio de alta temperatura va aumentar –y con un alto nivel de confianza— a 130 días al año. Entonces, al agresivo verano habrá que sumarle un mes. “Aquí es donde más se va a resentir el evento extremo de sequía”, dijo el especialista al señalar en el mapa la parte que corresponde a la Cuenca del Río Colorado y que incluye la zona fronteriza entre Arizona, California, Sonora y Baja California. Y mencionó que las lluvias van en el mismo sentido, a la baja. Y esta sequía también afecta los acuíferos, los pozos, que finalmente se alimentan del agua superficial. Acuerdo irregular y ventajoso para Estados Unidos Por su parte, el Doctor Jesús Román Calleros –investigador del Instituto de Ciencias Agrícolas de la UABC— recordó que el Acta 319 fue firmada apenas diez días antes de la salida de la administración federal encabezada por Felipe Calderón, el acta se elaboró, revisó y aprobó todo el mismo día, lo que despertó mucha suspicacia. “Se rompieron todos los protocolos, porque una minuta como esta de la CILA requiere una revisión, una aprobación y finalmente un reconocimiento de los dos gobiernos después que expertos la revisan meticulosamente para vislumbrar que no exista nada adverso a cualquiera de los dos países, y ése no fue el caso. “A mí me tocó analizar esa situación y di el aviso a la comunidad, sin embargo, la gente no hizo caso, no reaccionaron. Y sucede que hace un par de semanas la CILA a través de un Consejo Ciudadano –que formó con gente que no sé de dónde la sacaron— dijeron que derivado del Acta 319 se iban a efectuar los primeros recortes de agua al Distrito 014”, debido a que el nivel del agua del lago Meade había bajado a una situación de crisis. Pero después del anuncio reaccionaron los agricultores y –entre otros eventos— la CNC organizó un foro en Mexicali para analizar y discutir el tema. “Fueron la mayoría de los presidentes de los Módulos de Riego, que son los verdaderamente afectados”. Entonces, que el Gobierno del Estado junto con la CILA, reaccionaron con otra reunión, justo el día previo a la sesión en la CNC. Ahí la CILA reconoció que el nivel del agua no había bajado tanto, modificó su anuncio y reconsideró que el próximo año no habría recorte de agua. “Los norteamericanos nos han tomado la medida en muchas ocasiones y estaban esperando cual iba a ser la reacción de Mexicali, de los usuarios y esto ya se vio que los agricultores no se van a dejar”, comenta Calleros refiriendo que se está proponiendo a través de la CNC nacional para que el Senado busque anular el Acta 319. “Se busca establecer una especie de protesta en contra de esta minuta y solicitar la destitución del representante local de la CILA porque actuaron de manera ilegal, porque nunca consultaron a los usuarios del Distrito de Riego que son los legítimos dueños del agua”. El investigador considera que es factible anular esa Acta, demostrando que el acuerdo se tomó sin ninguna autorización ni aprobación de los agricultores del Valle de Mexicali, sin ninguna consulta pública que justificara. “Lo que está ocurriendo es una sequía en el estado de California, que queda fuera de la Cuenca del Río Colorado, por lo tanto el Acta 319 no debió haber sido aprobada en ese sentido”. Para Calleros, se trata de una acción ventajosa ya que hacen uso de una situación que no está reconocida en el tratado. Le apuesta el estado a las APP para mitigar la escasez de agua De los 1 mil 850 millones de metros cúbicos anuales de agua que se recibe a través del río Colorado 74 millones 718 mil metros cúbicos se han enviado a la Zona Costa –Tecate, Tijuana y Rosarito— en este primer semestre del año. En el caso de Ensenada se abastecen de una serie de pozos en Doña Petra, Maneadero y La Misión y a mediados de agosto (el compromiso original era mayo) empezarán a recibir agua el río Colorado a través de un mecanismo que llaman “de flujo inverso”, explica el Director General de la Comisión estatal de Agua en el estado, Germán Lizola Márquez. “Hemos tenido lluvias escasas”, comenta el funcionario, lo que viene a poner en una condición de alerta, aunque comenta que la cuota de agua que le corresponde a la población –por decisión medidas tomadas desde la ONU— se mantiene, es prioritaria, y en caso de afectación esta sería fundamentalmente para el Valle de Mexicali. Del total del líquido que se recibe, cerca de 255 millones de metros cúbicos van para uso urbano, el resto de mil 500 millones de metros cúbicos van para el riego agrícola en el Valle de Mexicali. Lizola menciona que el gobierno federal ya emitió un acuerdo este año en relación a la sequía de Baja California y el estado emitió un decreto por la sequía en Ensenada. Por eso reiteró lo del proyecto de flujo inverso, destinado a llevar agua a Ensenada –300 litros por segundo, actualmente trae un déficit de 100 litros— y los primeros 100 litros empezaran a abastecerlo en agosto, con una planta de bombeo que ya está en construcción, se enviarían el total de 300. El trayecto sería Río Colorado-El Florido-Acueducto 2000-La Misión. El titular de la CEA explica que por la difícil economía nacional, esto repercute en los presupuestos y para infraestructura en el estado se destinó casi lo mismo del año pasado. En este contexto surgió la estrategia de utilizar el modelo de Inversión Pública-Privada, lo que ya está aprobado en la legislación local. En ese sentido para Ensenada ya hay un proyecto de construcción de una des-saladora con capacidad de 250 litros por segundo, la cual estaría en operación el primer trimestre del 2017. En este caso, debido a que aún no existía la figura de las APP se aprobó bajo el formato de Contrato Privado de Servicios y de acuerdo al titular dela CEA el agua que se genere se venderá a la Comisión Estatal de Servicios Públicos al mismo precio comercial que tiene la otra. “La des-saladora está poniendo el 69 por ciento de la inversión y el Fondo de Infraestructura de Banobras el restante 21 por ciento”, entre todas estas opciones se le estaría sumando a Ensenada un total de 500 litros de agua por segundo, aseguró. Otro de los proyectos de APP el de San Quintín –ya hubo licitación, se registraron 10 empresas— con capacidad igual de 250 litros por segundo, todo para uso urbano. Aparte hay un plan de integrar en una sola línea horizontal para conectar siete tanques y de ahí bombear a los poblados. En el caso de Tijuana, el titular de la CEA considera que se tiene el abasto necesario, aunque insiste en que hay que considerar el cambio climático y la ausencia de lluvias y nevadas.